Fate/Samurai Remnant es uno de los juegos mejor rematados basados en una licencia de anime, al menos, si hablamos de cómo cuenta su historia y de su aspecto. Me ha encantado cómo se ha repartido la trama entre escenas de vídeo, conversaciones mientras jugaba y momentos de pura visual novel. También he adorado a cada uno de sus personajes, ¡y menudos giros de guion!. Dividido en capítulos, este título tiene una capacidad magistral de meterte sorpresa tras sorpresa que te dejan pegado a la pantalla. En ese sentido, el juego engancha que alucinas.
En cuanto a su apartado técnico, no es que el juego tenga graficazos, pero se las apaña muy bien para resultar seductor a la vista. Cuando no estamos peleando o viendo charlas, podemos pasear por distintos barrios de Edo. Los distritos de la vieja Tokyo están recreados con mucha belleza y coherencia, y da gusto ir por sus calles. Además, tanto el protagonista principal como su aliada molan mucho.
Sigo con cosas positivas. La trama de Fate/Samurai Remnant está chula si te gustan el tipo de historia que cuenta. En Edo se ha iniciado un extraño juego, un ritual. Siete maestros y sus siete siervos se tienen que enfrentar entre ellos. La pareja que gane podrá conseguir el deseo que quiera. Cada uno de estos siervos es un héroe del pasado, con la gracia de que puede tener cualquier aspecto porque puede proceder de cualquier rincón del multiverso. ¿No suena mal, verdad? Eso da pie a muchas sorpresas sobre sus verdaderas identidadaes.
Fate/Samurai Remnant tiene un arranque formidable
Así arranca Fate/Samurai Remnant. Y os aseguro que a poco que os guste el anime, os tendrá enganchados hasta el final. He de reconocer que mi entusiasmo al empezar a jugar a él fue inmenso, pero también que se fue desinflando a medida que lo hacía. Os explico por qué. El principal problema es el relleno. Las escenas cinemáticas, los diálogos entre sus personajes y sus giros son muy chulos, pero el juego tiende a obligarte a explorar y a explorar Edo en busca de chorradas, haciendo que te pierdas y liando el cuento más de lo necesario. Esa ciudad tan majestuosa acaba convirtiéndose en un laberinto en el que no es fácil orientarse, teniendo que abusar de las ayudas para saber cómo llegar a donde tienes que llegar.
Y en su preciosidad hay trampa, porque no es una villa nada interactiva. Es bonita de ver, pero con muy poca interacción. Hay poco que tocar, dónde entrar o con quién hablar. Así que la narración se suele componer de charlas fantásticas y bien animadas, continuadas por una exploración con muy poca chicha en la que solo desearás encontrar lo que el juego te pide y avanzar. Porque te quedarás en Fate/Samurai Remnant por la historia. Creo que el problema es que su historia mola mucho, y el resto del juego, sencillamente, no está a su altura.
Hay comerciantes, alguna misión secundaria y pequeñas tareas opcionales, pero no son suficientes para lograr que estos momentos sean plenamente divertidos. La primera vez que accedí a Edo, y viajé a uno de sus barrios, me quedé enamorado del juego. Pero esta pasión se fue difuminando poco a poco. De un amor adolescente se convirtió en una pasión serena, como la que tienen dos viejitos. Además, para construir un espacio tan grande, el juego acaba repitiendo muchas texturas, personajes y edificios.
La química de los protagonistas al rescate
Pero esta exploración, bastante constante durante el juego, no es un desastre total ya que la salva la estupenda química de nuestros protagonistas. Jugamos con un samurái heredero del estilo de lucha a dos espadas de Musashi Miyamoto. Una marca aparece en su mano, lo transforma en maestro e invoca a su fiel sirviente. Ella es una poderosa guerrera con mucho carácter, que no pierde ni un segundo en recordarle a su amo que él es muy débil, mientras que ella es increíble.
El mote de ella es Saber, y es muy simpática porque no es de esta era, así que todo lo que se encuentra en Edo le sorprende. Entre los dos se forma una relación muy maja, que es reforzada y en la que se profundiza a través de los secundarios que entran en juego. Juro que me he pasado todo el título en un constante tira y afloja de “cómo me gusta la trama y cómo se cuenta, pero la parte jugable me sabe a relleno”. Pensarás más de mil veces que esto funcionaría mejor como visual novel.
Pero el territorio es importante ya que el resto de maestros buscará tu casa para atacarte, y tú tendrás que meterte en su territorio para hacer lo propio. Como digo, la idea es estupenda, pero le falta mucha finura para estar al nivel de la narración.
El combate musou tampoco le sienta genial
Estos recorridos también estarán salpimentados por batallas contra escoria o contra jefes. Omega Force y Koei Tecmo son los desarrolladores de Fate/Samurai Remnant, y se nota. Las peleas son al estilo musou, y no le quedan especialmente bien. Son muy frecuentes las peleas contra no demasiados contendientes o contra los siervos y sus maestros, y la verdad es que el juego pide un combate más Souls o más DMC. Creo que una mejor IA o un combate más profundo serviría para honrar a estos personajes tan interesantes
Es algo que creo así porque Fate/Samurai Remnant se acaba teniendo que inventar momentos para que dejes de golpear, en los que es imposible seguir quitándole vida a tus enemigos. Te para en seco y te obliga a usar unas habilidades concretas, a recurrir a la magia o a intercambiar entre posturas de lucha de una forma relativamente similar a Nioh. Lo hace porque quiere añadir dificultad a alguna pelea, hacerla más memorable y añadirle más variaciones, pero se da de bruces con lo que ofrecen en realidad las peleas de un musou. Los espadazos que damos con esta jugabilidad no tienen esa precisión o esa memorabilidad.
Además, el juego, aunque sí hable de conquistar territorios de los enemigos, es un videojuego mucho más íntimo. En realidad se trata de pocos personajes enfrentados entre sí en pos de un deseo común. En su premisa me recordó mucho al genial Paranormasight, pero como el musou es la base de su combate, el título tiende a necesitar sacarse de la manga situaciones en las que las peleas han de ser masivas.
Pero Fate/Samurai Remnant es divertido
Lo que quiero decir con todo esto es que Fate/Samurai Remnant es un juego muy desequilibrado. He sentido las peleas como si estuvieran hechas apañando las de un musou, y como si la exploración estuviera ahí para rellenar horas de juego. Pero creo que aunque no sean dos parcelas jugables perfectas, sí acaban siendo entretenidas. Descubrir nuevos barrios de Edo es chulo, la química entre Saber y nuestro protagonista es fantástica, y la historia es estupenda.
A medida que avanzamos en la trama, ambos consiguen nuevos poderes y desbloquean nuevos talentos para interaccionar mejor entre los dos. Como si blandir la espada juntos, y luchar el uno al lado del otro los ayudará a quererse cada vez un poquito más.
En definitiva, como cuando veías Naruto de pequeño, aprenderás a sobrevivir al relleno para disfrutar muchísimo de todo lo demás, de los personajes y de los tantos momentos épicos que este juego tiene para ti. Ojo con los spoilers si quieres jugarlo, son gordos desde el primer minuto. Y qué pena que venga en inglés.
Fate/Samurai Remnant me ha gustado pese a los muchos problemas que he tenido con él. Me he quedado a puntito de ponerle un recomendado, pero tanto sus combates como su forma de pensar su exploración se me ha acabado haciendo pelín pesada. Pero que eso no te amargue la experiencia. Es un videojuego de anime muy divertido y con una de esas historias que enganchan.
Comprar Fate/Samurai Remnant- Una historia estupenda que, por desgracia, viene en inglés.
- El sistema de combate es musou.
- La exploración es por una Edo preciosa, pero podría ser más interactiva.
- Lo mejor es su parte de visual novel.
- No va nada bien en Steam Deck.
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