Desde el mismo momento en que vi el poder de la infiltración en aquel maravilloso gameplay de Zelda: Tears of the Kingdom, sabía que su utilidad iba a ser inmensa. La nueva aventura de Link añade bastante verticalidad a los entornos, de manera que disponer de una técnica que te permite atravesar el techo de cualquier tipo de estructura (o al menos unas cuantas) hace las cosas mucho más llevaderas. Imagina tener un santuario en lo alto de una montaña y pasarte unos cuantos minutos escalando (y sufriendo un poco) para llegar hasta ella.
En Zelda: Breath of the Wild era el pan nuestro de cada día, pero con esta secuela los desarrolladores han pensado en nosotros y han añadido este interesante y potente poder. Basta con encontrar una cueva o cualquier saliente y aprovecharlo para llegar hasta lo alto. Fácil y rápido. Pero claro, tienes que acordarte de hacerlo, y aunque pueda parecer sorprendente, en la redacción somos ya unos cuantos los que coincidimos en que no siempre nos acordamos de aprovechar tremenda característica. No tenemos perdón de Hylia, pero es así.
Acuérdate de la infiltración y tu vida en Hyrule será mucho mejor
La pregunta es: ¿de dónde viene este olvido común? Más allá de pensar que las neuronas nos fallan, otra teoría muy lógica está en que estábamos tan acostumbrados a ZBOTW que tenemos tendencia a seguir jugando como lo hacíamos en aquel juego. Después de todo, se ha aprovechado la totalidad del mapa original de Hyrule, y aunque muchos parajes se han modificado, el déjà vu es tremendo. Cuesta acostumbrarse a las nuevas mecánicas e interiorizarlas, pero más o menos pasando las 10 horas de aventura, comencé a tener presente la habilidad de infiltración en todos los territorios que exploraba.
Por eso, creo conveniente recordarte todo esto en un artículo, ¡porque las posibilidades son muy elevadas! En Breath of the Wild a veces era muy frustrante tener que subir escalando a ciertas montañas o estructuras… y ya no te digo si encima estaba lloviendo. El hecho de poder usar una técnica como la infiltración te permite hacer la jugabilidad más dinámica, llevadera y, en definitiva, mucho más accesible.
En concreto, aquí va un consejo que te será de lo más útil: busca la entrada de cuevas en las bases de las montañas, porque en su interior habitualmente se encuentra alguna sala amplia desde la que hacer uso de este increíble poder. Por poner un ejemplo, la infiltración me ha permitido acceder a más de un santuario o incluso atalaya, y hacerlo de una forma muy inteligente (y rápida). Mirar hacia arriba para encontrar algún saliente o plataforma tiene premio, porque Tears of the Kingdom está diseñado para ser un juego mucho más vertical que su predecesor.
Hay varias partes del juego que te ayudan a comprender la importancia y potencial de esta mecánica. En mi caso, la llegada al Templo del Viento (Orni) me obligó a usar la infiltración sí o sí, puesto que es una escalada en vertical simplemente brutal. De hecho, estoy seguro de que a partir de ese momento empecé a tener más en cuenta esta habilidad, la cual tiene aplicaciones tan divertidas como subirte fácilmente en lo alto de los Petrarok (esos que tantos quebraderos de cabeza te daban en ZBOTW).
Sin ir más lejos, la técnica del retroceso es otra que puede pasar bastante desapercibida, pero esconde un gran potencial. Seguramente, te habrás fijado en esas enormes rocas que de repente caen del cielo. Pues bien, aplicando el viaje temporal hacia atrás, y haciendo que vuelvan hacia las nubes (contigo encima) pueden serte de gran ayuda para aprovechar la verticalidad de la que antes te hablaba. Hay algunas de estas rocas que no te llevan a ninguna parte, pero otras pueden descubrirte una isla que no habías visitado o simplemente servirte para alcanzar un punto alto de Hyrule desde el que echar un vistazo a lo que hay a tu alrededor.
En particular, aplicar el retroceso de esta manera me ha ayudado sobremanera a hacer mis viajes mucho más rápido. Ascendía a un punto muy elevado y hacía caída libre en combinación con la paravela (aquí tienes un truco para sacar a esto el máximo partido). Esto me lleva a la conclusión de que muchas de las técnicas incorporadas no solo sirven para resolver santuarios y los típicos puzles de la saga Zelda, sino también para mejorar la libertad de exploración y hacerla aún más accesible y potente que en Breath of the Wild. Ese es otro de los grandes éxitos del juego: potenciar algo que funcionaba bien y convertirlo en una renovada experiencia.
The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom
Y eso que no os hablo de las habilidades de creación, que también pueden aprovecharse para hacer más llevadero vuestro camino. En definitiva, el juego premia que te tomes las cosas con calma y aprendas a aprovechar sus muchas posibilidades. Por algo es un título que ha encandilado a la crítica y está teniendo tanto éxito en redes sociales (con multitud de usuarios compartiendo sus hazañas). ¿Eres de los que está sacando todo el potencial a las habilidades del juego o te cuesta habituarte a sus infinitas posibilidades? Cuéntanoslo en los comentarios.
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