Con un renovado apartado gráfico y cambios en el diseño de sus puzles, el juego de Cyan es imprescindible
Hay algo fascinante y a la vez aterrador en el gran misterio que propone el remake de Riven, pues es fácil que esta mítica aventura gráfica que en su día fue un éxito colosal te enamore con la visión del extraño mundo de ciencia ficción al que te transporta y a la vez, te lleve también al borde de los nervios por su elevada dificultad. Es duro como un demonio. Uno de esos juegos de los que ya no abundan tanto en los que no te dicen absolutamente nada acerca de a dónde debes ir, ni qué se supone que debes hacer. Es tan endemoniadamente rebuscado que vas a acabar traduciendo extraños símbolos alienígenas, o mejor todavía, aprendiendo todo un sistema numérico de otro mundo usando como referencia los números de otra civilización. Es tremendo. Por eso lo normal es acabar tu partida rodeado de anotaciones por todo el escritorio; muy al estilo de la vieja escuela. Y eso que esta secuela del legendario Myst incluye la opción de sacar tus propias capturas y añadir anotaciones. Pero he ahí el encanto único de este juego.
Tiene la gran virtud de hacerte volver al pasado; a esa época en la que no era extraño usar papel y boli para resolver puzles como auténticos detectives. Pero el remake de Riven es algo más que pura nostalgia, porque también hace que te sientas inteligente de una forma que otros juegos solo podrían soñar. Lleva tan al extremo la idea de enfrentarte a todos sus rompecabezas sin regalarte ni una sola pista, que como ocurre con los juegos de Fromsoftware y la dificultad de sus combates, cuando superas uno de estos puzles la sensación de logro es tremenda. Y si bien es probable que más de uno acabe tirándose de los pelos sin saber muy bien qué hacer, no puedo más que recomendar este título que sin hacer mucho ruido ya se ha colado entre los mejores de lo que llevamos de año. Así de bueno es.
Lo que todo fan de las aventuras espera
El equivalente a ese grito de euforia que se nos escapa cuando derrotamos a un enemigo temible en un juego de acción es el llamado "momento eureka" que todo fan de las aventuras gráficas recuerda con cariño. Y no es para menos. Horas dando vueltas por el escenario preguntándote cómo diablos se resuelve un puzle… ¡y ahí está! La solución a tus problemas aparece como inspiración divina haciéndote sentir el más listo del lugar. Riven está cargado de momentos así, pero es crucial que ya desde el principio te prepares pues esta es una aventura "traicionera". Lo digo porque hasta el dato más aparentemente insignificante puede ser clave para resolver un puzle 20 horas después de encontrarlo. Y si no has sacado capturas de pantalla, o te has apuntado bien la información, ya puedes estrujarte los sesos que por muchas vueltas que le des al final te tocará deshacer camino hasta dar con la pista. Ni siquiera te vale eso de "bueno, pues miro una guía", porque algunos de estos rompecabezas se resuelven con datos aleatorios.
Puede que alguno ande pensando ahora, "¿y esto es divertido?"; y la respuesta es un rotundo sí. Desde el mismo instante que pones un pie en el mundo de Riven te das cuenta de que esta es una aventura especial. Mires donde mires hay algo que llama tu atención; un edificio, un monumento o una isla en la distancia a la que quieres ir para descubrir qué se oculta allí. Y ese ansia por saber más es un impulso perfecto incluso en los momentos de frustración, cuando te quedas sin ideas.
Riven no es la típica aventura en la que ves un puzle y lo resuelves de inmediato. Más bien, y esto es lo que lo hace único, primero debes entender el mundo en el que te encuentras y luego, tras explorarlo todo y andar, y toquetear, y leer notas y más notas; después de todo eso, conectar las pistas para resolver una serie de rompecabezas que se entrelazan con maestría a través de múltiples islas con sus propios enigmas. El remake ha sabido respetar al máximo la esencia del clásico que asombró a millones de jugadores en el ya lejano 1997, pero no ha perdido la oportunidad de renovar algunos de sus desafíos para que se sientan más cómodos de resolver, que no fáciles, pues esta sigue siendo una aventura difícil que no hace concesiones a los nuevos jugadores. Llegas y te sueltan en mitad de un mundo desconocido para que tú mismo explores a tu ritmo, y si te bloqueas, nadie vendrá a salvarte. Toca pensar y pensar. Y ojo, esto es importante, porque los puzles son difíciles, pero también tremendamente lógicos. Aunque todo cuanto te rodea es extraño a rabiar no vas a encontrar aquí nada como el pollo con polea de Monkey Island.
Recuperando un clásico de los 90
De los viejos gráficos FMV a una resolución de 640x480, hemos pasado ahora a un juego reconstruido desde cero con Unreal Engine que nos permite movernos libremente por el escenario, la vuelta de Riven no podía ser más espectacular. El juego de Cyan se ve increíblemente bonito y, también, se siente hermosamente irreal. Si jugaste al clásico te asombrará descubrir cómo todas esas escenas CGI pre-renderizadas tan propias de los 90 han cobrado vida de una forma tan respetuosa con el trabajo original, y si esta es tu primera vez, seguro que te sorprende el increíble arte que define a todos y cada uno de los escenarios por los que te mueves. Y es que no hay lugar feo en Riven.
Vayas donde vayas disfrutarás de unos escenarios sorprendentemente detallados en los que, en muchos casos, podrás interactuar con toda clase de cachivaches de otro mundo por el simple placer de ver qué ocurre. Esto cobra una nueva dimensión cuando juegas en realidad virtual, donde girar una manivela o accionar un panel de mando se vuelve todavía más físico. No he jugado más que unas pocas horas con las Meta Quest 2, y la experiencia es agradable, aunque la necesidad de anotar infinidad de pistas me ha llevado a jugar principalmente en el PC.
En definitiva, siendo un gran fan de las aventuras gráficas que en su día dejó de lado Myst en favor de los juegos de LucasArts y Pendulo Studios, he quedado fascinado con todo lo que ofrece Riven. El remake de Myst me gustó y si lo juegas ahora, entenderás mejor el extraño mundo al que te lleva este juego de Cyan. Pero incluso si vas directo a Riven es fácil caer rendido ante la que es una de las mejores aventura que he jugado nunca. Sin apenas contarte nada, el juego te envuelve en su misterio y te anima a seguir adelante a pesar de las enormes dificultades que encontrarás en el camino. Porque no saber qué diablos está pasando ni cómo funciona nada de lo que te rodea es justo lo que Riven es.
Un clásico tan bueno como el primer día
30 años después Riven vuelve a demostrar por qué es una de las mejores aventuras gráficas de todos los tiempos, y lo hace con un renovado apartado gráfico que es toda una fantasía para aquellos que crecieron con los añejos gráficos FMV del original, sin perder ni un ápice de lo que hacía tan especial a este juego. Hay novedades y cambios en muchos de los desafiantes puzles a los que te enfrenta, pero el alma de Riven está intacta, y como el original, es verdaderamente especial.
- Es la secuela de Myst, uno de los juegos de PC más exitosos de la historia.
- Existen múltiples finales dependiendo de las decisiones que tomes al final de la aventura.
- Todo el juego se ha rehecho desde cero, rediseñando algunos de los puzles y añadiendo nuevas funciones.
- Es un juego difícil. Nadie te dirá a dónde ir, y tampoco existe un sistema de pistas.
- Riven atrapa con la estética de su mundo, con el misterio de su historia y el inteligente diseño de sus puzles.
Ver todos los comentarios en https://www.3djuegos.com
VER 4 Comentarios