Os explicamos por qué es importante tener en cuenta su posición de tu máquina a la hora de evitar sustos por sobrecalentamiento inesperados
Con motivo de la llegada de las altas temperaturas, y aprovechando el interés que siempre suscita a diferentes usuarios la refrigeración de PS5 y Xbox Series X|S, queremos aprovechar la situación para rescatar un tema donde os contamos nuestros consejos más sinceros sobre qué deberíamos tener en cuenta a la hora de colocar nuestras consolas en casa. Una serie de recomendaciones bastante sencillas que todo propietario de estos maquinotes debería de seguir para evitar alguna que otra futura preocupación derivada por sobrecalentamiento de sus equipos. Os invitamos a acompañarnos una vez más en este especial.
Una llamada de atención
Esta generación de consolas destaca, ante todo, por su salto en rendimiento bruto con respecto a sus predecesoras. La potencia relativa de todos los modelos de octava generación ha aumentado si comparamos modelos equivalentes, y el hardware adicional que incluyen todos los sistemas consiguen que podamos hacer cosas con ellas que, en la generación anterior, eran más complicadas de ver. Todo esto es fantástico, pero no está exento de sus propias condiciones y peculiaridades, especialmente cuando hablamos de potencia en términos de hardware. Por ello, esta es también una de las generaciones con un mayor consumo medio, así como la generación con mayor TDP (potencia de diseño térmico) recomendado, e incluso con las PSU (demanda de energía por consumo) de mayor capacidad que hemos tenido hasta ahora en el ámbito de las consolas.
Demanda de energía por consumo
Características |
Xbox Series X |
Xbox Series S |
PlaySation 5 |
---|---|---|---|
Capacidad PS5 |
315 W |
250 W |
310 W |
Consumo estimado |
150 – 170 W |
100 – 170 W |
60 – 220 W |
Temperatura (Salida principal en carga) |
59º |
60º |
57º |
No es para menos, pues el hardware de alta capacidad es más difícil de alimentar y más delicado de mantener a pleno rendimiento que el que veíamos hasta ahora en las consolas, siendo el diseño térmico sesudo el arma más eficiente para combatir estos problemas. En los sistemas de Sony y Microsoft, esto se ha traducido en factores de forma atípicos y soluciones creativas para mantener las consolas lo más frescas posibles mientras disfrutamos de ellas; pero también implica, por nuestra parte de ciertos cuidados. Para conseguir entenderlo, es primordial asimilar también cómo funciona la refrigeración en las consolas de nueva generación, así como cuál es su ventana térmica de funcionamiento y sus peculiaridades a la hora de mantener el equipo funcional bajo carga extrema.
El rendimiento, la temperatura y la refrigeración
Aunque no vamos a entrar en el por qué la temperatura -y el control de esta- es una parte crucial de todo equipo electrónico, sí que vamos a recordar que el calor es un residuo que surge fruto de la actividad eléctrica de los transistores en nuestros dispositivos. El calor residual depende del número de transistores, su tamaño y el nivel de actividad de los mismos, y este nivel de actividad se determina, generalmente, por la frecuencia del reloj de un dispositivo. En el caso de las consolas de nueva generación, la pieza interna donde se aglutinan un mayor número de transistores, así como la pieza que mayor actividad soporta dentro de la estructura interna de estos sistemas es el llamado SoC, ya que en él se encuentra el procesador central y el procesador gráfico de la consola. Refrigerar esta pieza de forma eficaz y coherente, junto con las memorias, es la base sobre la que se ha construido todo el sistema de refrigeración de las consolas de nueva generación, desde PlayStation 5, hasta los dos integrantes de la familia Xbox Series. A continuación os cuento cómo lo han conseguido.
El eficiente diseño brutalista de Xbox Series X
Comenzando por la mayor de las consolas de Microsoft, tanto en potencia como en capacidades; Xbox Series X cuenta con un factor de forma rectangular que le sirve para acomodar las dos placas principales del sistema a lo largo de una pieza central, que también sostiene la cámara de vapor encargada de soportar el grueso de la disipación del SoC. Dentro de la consola encontramos un único ventilador central de 130 mm que sirve como única salida, encontrándonos, como contraposición, dos entradas principales, una en la base y otra en la parte posterior de la consola, sin ningún tipo de asistencia activa.
La consola de Microsoft se refrigera de forma eficiente a través de lo que llamamos un canal de presión negativa: el único ventilador del sistema se encarga de expulsar del entorno cerrado del equipo el calor disipado por la cámara de vapor creando una corriente interna a través de la cual el aire del exterior se siente atraído hacia el interior de la consola. Es un sistema eficiente que ha demostrado ser útil en entornos cerrados. Sin embargo, es muy susceptible al entorno en el que se sitúa la consola, y tiene un margen muy claro de disipación activa, marcado por el volumen de aire que su único ventilador es capaz de mover. No tenemos capacidad material para medir actualmente cual es el límite térmico real de Xbox Series X, mucho menos sin dañar la consola en el proceso, pero sí que podemos intuir que, a los 50º que alcanza el sistema bajo carga alta actualmente, está lejos de dicho límite.
Temperatura en zona bien dispuesta |
---|
Entrada principal: 22-25º |
Entrada secundaria: 21-22º |
Salida principal: 38-59º |
Así, a la hora de colocar nuestra Xbox en nuestro salón (u otro lugar) deberíamos vigilar lo siguiente para no constreñir la capacidad térmica de la consola:
- Preferiblemente, colocar la consola en vertical es la posición ideal, dado el comportamiento del aire caliente y la facilidad para generar un flujo no retroalimentativo de aire.
- Está terminantemente prohibido obstruir la salida principal si queremos que nuestra Xbox Series X funcione correctamente en los años venideros. La salida es la única con refrigeración por aire activa del sistema, obstruir este ventilador es lo peor que podemos hacer.
- Evitemos colocar la consola en una cajonera, o en un mueble; el sistema de refrigeración de Xbox Series X funciona mejor cuando está libre de obstáculos laterales y traseros. No tener esto en cuenta puede inducir a crear flujos retroalimentativos de aire caliente.
- La acumulación de polvo es un problema típico de los sistemas con refrigeración por flujo negativo. Series X debería sustraer gran parte del polvo que atraiga a través del ventilador de la salida principal, pero una buena medida para evitar aglomeración de polvo es limpiar la zona en la que colocamos la consola con regularidad.
La propuesta monolítica de PlayStation 5
La propuesta de Sony para esta generación es más uniforme que la familia de consolas de los de Redmond, con dos modelos esencialmente iguales, cuya única diferencia además del precio es la ausencia del lector de discos de un modelo a otro. PlayStation 5 es una consola peculiar en cuanto a gestión térmica se refiere, el sistema está preparado para funcionar siempre en un margen cercano a su TDP máximo, por lo que los niveles de temperatura y ruido deberían mantenerse constantes dentro de un mismo título en la consola dicromática.
Para apoyar esto, el sistema de refrigeración de la consola tiene que ser igual de eficiente en todos los niveles de carga, algo que Sony ha optado por conseguir a través de un diseño centrado en la creación de un flujo constante de entrada-salida que recorra los extensos -tanto en número como en tamaño- disipadores de la consola, sirviéndose de la entrada frontal como receptora del aire a menor temperatura, y de la parte trasera de la consola como salida del aire caliente. Conceptualmente, la gestión del flujo de aire necesario para disipar el calor recogido por las zonas de contacto de la refrigeración es parecida a la de Microsoft con Series X, pero en el caso de PlayStation 5 el ventilador principal actúa de entrada, siendo el propio diseño interno de la consola el que incentiva la creación del flujo de aire que expulsa al exterior el calor generado por el sistema gracias a la distribución interna de la consola, generando una suerte de tubo de Venturi.
Temperatura en zona bien dispuesta |
---|
Entrada principal: 23-25º |
Entrada secundaria: 29-30º |
Salida principal: 32-57º |
Por ello PS5 es aún más sensible a los espacios cerrados de muebles y cajones, o a cualquier obstrucción de la entrada-salida de aire, y por ello el sistema de Sony incluye extras como filtros para succión de polvo. Os damos unos consejos:
- Como el ventilador se encarga de introducir directamente el aire a través de la consola, su posición no importa siempre y cuando la mencionada entrada se encuentre debidamente despejada.
- La refrigeración de PS5 depende íntegramente del efecto generado por el flujo interno, propiciado por su ventilador principal; es tremendamente susceptible a la obstrucción de la entrada y salida principal de aire en el sistema, por lo que colocarla cubierta, o en un mueble es un error.
- El calor dentro de la consola se concentra en la zona inferior cercana a la base, expulsándose éste de forma directa; por lo que es recomendable no colocar PS5 frente -o encima- de un dispositivos susceptible al calor.
El sencillo y efectivo diseño de Xbox Series S
La consola con el factor de forma más familiar, es también la que mayor versatilidad muestra a la hora de aprovechar su refrigeración en cualquier posición. Fabricada por Microsoft, Xbox Series S cuenta con un bloque central de disipación, colocado en la zona "caliente" del sistema, sobre el SoC y las memorias; sobre este bloque se acomoda un único ventilador, y rodeando al resto de componentes de la consola encontramos un recubrimiento metálico que actúa como carcasa y como conductora del flujo de aire interno del sistema.
El principio es igual que en Series X: el único ventilador del sistema el aire caliente recogido por la disipación -así como la PSU que se acomoda junto a ella- expulsa de forma constante, dejando el resto de las rendijas en la carcasa del equipo como única fuente de entrada de aire a temperatura ambiente, que se recoge e introduce de forma natural por la presión generada dentro del sistema. La diferencia es que el ventilador es, proporcionalmente con el tamaño de la consola, de gran tamaño, y el TDP de Series S es muy inferior al del resto de propuestas de nueva generación.
Temperatura en zona bien dispuesta |
---|
Entrada principal: 36-37º |
Entrada secundaria: 23-26º |
Salida principal: 51-60º |
Teniendo todo esto en cuenta, creemos consecuente que tengas en cuenta los siguientes consejos cuando te compre una Xbox Series S y le busques su sitio:
- Siempre y cuando podamos garantizar una salida directa de la zona del ventilador, Series S debería mostrar un buen rendimiento térmico en cualquier posición o entorno, aunque esté algo constreñido.
- Es absolutamente indispensable que la salida de aire principal prescinda de cualquier tipo de obstrucción. Las entradas, en medida de lo posible, también deben buscar la misma condición.
- Por la distribución de sus aperturas, la refrigeración de Series S debería ser más eficiente en su posición horizontal que en la vertical, pero en ambas tendrá buen desempeño.
Si queréis saber más acerca del comportamiento térmico de las consolas de nueva generación no os podemos recomendar lo suficiente el conciso pero útil estudio que Xataka hizo sobre los mismos modelos que hemos tratado hoy aquí; muchos de los datos que hemos utilizado, más allá de los propios, provienen de dicho estudio. Por otro lado, esperamos que dar una explicación previa a estos consejos, independientemente de lo sencillos que sean, haya servido para daros algo más de perspectiva a la hora de colocar vuestras nuevas consolas; que deseamos fervientemente que os den muchos años de diversión.
Este tema fue publicado originalmente en noviembre de 2020.
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