Análisis de Borderlands 3. No te echaremos de menos, Jack el Guapo

Ha tocado esperar, pero ya tenemos entre nosotros una nueva dosis de disparos, cabronazos y humor grueso. GearBox vuelve, años después, a lo que mejor sabe hacer y nos regala un gran loot shooter. Aquí puedes ojear el análisis de Borderlands 3 y ver su videoreview. Todo lo que necesitas saber.

En GearBox disfrutan haciéndonos esperar. Cuando quieren hacer las cosas bien, son un estudio que se toma su tiempo, y así lo demuestra el hecho de que todavía estamos esperando una nueva entrega de la saga Brothers in Arms tras más de una década. Pero ahora no toca hablar de graves y serios shooters bélicos sobre la Segunda Guerra Mundial, ahora toca hacerlo de algo que podríamos considerar diametralmente opuesto. El gamberro y colorista universo de Borderlands 3, un juego que llevábamos años y años esperando y que por fin llega con la forma que esperábamos.

En realidad, hace siete años de la última incursión del equipo comandado por Randy Pitchford en la franquicia con Borderlands 2, y es que The Pre-Sequel de 2014 ni es una entrega numerada ni tampoco vino firmada por la propia GearBox. Y, lo confesamos, en la redacción de 3DJuegos teníamos mono de la ciencia ficción desenfadada y los frenéticos tiroteos de sus alocados mundos. No por casualidad, esto del loot-shooter prácticamente lo inventaron ellos y, siempre que lanzan un nuevo videojuego, sentimos que tienen al menos una o dos cosas que decir sobre este tipo de propuestas.

Así llega Borderlands 3, un título que viene a plantarles cara a los Destiny, The Division o Anthem. Un título que hace de la comodidad su bandera, y que tiene una de las propuestas más firmemente optimizadas en cuanto a diseño y mejor calibradas en lo jugable del momento.

Vídeo Análisis Borderlands 3

Grupo Salvaje

La saga Borderlands es una serie muy curiosa de videojuegos, porque lo suyo sería pensar que como buen loot shooter no cuidaría demasiado su propuesta en términos argumentales. Sin embargo, GearBox vuelve a demostrar que uno de los aspectos principales de la marca es el cuidar mucho a sus personajes, a sus enemigos y a los mundos que retrata.

Ya no está Jack el Guapo al frente de la narrativa en forma de némesis, sin embargo en GearBox tienen un as en la manga para salir del paso… Mejor dicho, dos ases. Se trata de los gemelos Calypso, dos auténticos canallas que extienden sus garras por toda la campaña. Como siempre en estos casos, hay uno que lleva la voz cantante sobre el conjunto de ambos y, en esta ocasión, se trata de una Tyreen que es memorable. Su hermano es un acompañante de sacrificio necesario en cuanto a protagonismo para que ella brille, pero ella tiene algunas frases memorables y es una oponente a la altura por su ingenio y chispa. Es una idea genial que Borderlands 3 los base en personalidades de influencers, y entronca fantásticamente bien con la intención de sátira de nuestros tiempos que planea durante buena parte de su historia.

No por casualidad empezamos por los villanos, puesto que seguro que ya sabes que son la parte más importante del videojuego, pero los protagonistas siguen teniendo su peso y, por supuesto, regalan algunas frases muy potentes. Sin embargo, palidecen como es lógico ante la influencia de todos los villanos y secundarios que se van cruzando ante nuestro camino y que, con sus personalidades alocadas a veces y psicóticas en otras, nos dejan el habitual reparto memorable de entrañables y asesinos personajes. Más adelante retrataremos cómo son cada uno de ellos, pero ya te adelantamos que ofrecen más alternativas que nunca a la hora no solo de sacarles un partido muy distinto sino también de potenciarlos como deseemos.

Eso sí, más que la trama principal del propio videojuego lo que más interesante resulta es todo lo que hacemos por el camino. Tanto la exploración del mundo como esos siempre geniales entramados de misiones principales y secundarias con los que tan cómodos se sienten en GearBox para estirar como un chicle la duración de los juegos de la IP sin llegar nunca a aburrirnos. La clave estriba en que los objetivos pueden parecer muchas veces estúpidos, de hecho suelen serlos, pero siempre son divertidos, simpáticos y con mucha personalidad. El juego nunca se toma en serio a sí mismo, más bien todo lo contrario, y el gran beneficiado es el jugador.

De hecho, si echas un vistazo a la videoreview de Borderlands 3 verás también que no hay nada que temer en cuanto a la supuesta intención de GearBox de eliminar el contenido ofensivo de Borderlands 3, una medida que no sentó nada bien entre los aficionados habituales al humor grueso de la franquicia. Puedes estar tranquilo en este sentido, quizá haya menos intención de atacar a determinados colectivos respecto al pasado, pero el título sigue haciendo gala de las mismas bromas pesadas y el mismo estilo de chistes que en el pasado. Palabras malsonantes constantes, gags obscenos y comportamientos que rayan la psicopatía en casi todos sus personajes.

Gatillo Fácil

Si somos honestos, todo lo relacionado con la historia, las misiones o el carisma de los personajes es algo que le da enorme personalidad a la serie, por supuesto, pero no es ni mucho menos lo más importante. Como imaginarás, la relevancia máxima es para los tiroteos en sí mismos, un lugar donde cualquier loot shooter debe hacerse muy fuerte.

La serie, desde luego, no había venido siendo muy "exacta" en cuanto al manejo de las armas, el apuntado, el retroceso y todo lo demás. Borderlands 3 se hace fuerte en todo lo aprendido de los errores de los episodios anteriores y lo lleva un paso más allá con algunas adiciones interesantes para mejorar su precisión y convertirlo en un shooter muy sólido.

Por ejemplo, se ha multiplicado la agilidad del protagonista. Seguro que en su momento ya viste en los primeros tráilers del juego movimientos muy aparatosos. Debuta, de hecho, una maniobra de deslizamiento por el suelo que nos permite ser tremendamente móviles por el escenario y, por si eso fuera poco, también debuta la escalada que nos brindan unos escenarios también bastante más verticales a los que podemos sacar partido. No es que Borderlands destacara en su momento por ser demasiado estático, pero aquí cualquier atisbo de esa posible sensación desaparece de la ecuación con unas mecánicas que nos animan a estar en constante movimiento casi sin darnos cuenta.

A esta sensación de movimiento y variedad contribuyen también algunas otras decisiones que el aficionado irá descubriendo poco a poco. Una de las más llamativas es, sin embargo, la de la opción del modo de disparo alternativo de un gran número de armas. Modos alternativos para acabar con nuestros enemigos que amplían las dos armas que tradicionalmente hemos podido llevar siempre en la serie, convirtiéndolas prácticamente en cuatro. Un añadido que siempre es bienvenido.

Hay algunas pegas, claro, no todo iba a ser perfecto. Por ejemplo, en las diferentes confrontaciones vamos a asistir a frecuentes y notorios despistes por parte de la inteligencia artificial. La cosa se compensa con una cantidad disparatada de oponentes en pantalla siempre, no obstante hay que pedirle mucho más a un título de estas características en ese ámbito.

Incluso con esos problemas puntuales en el comportamiento de los enemigos, Borderlands 3 sabe que su punto fuerte es la acción y quiere que pasemos el menor tiempo posible fuera de ella. Ya sea jugando en solitario o con nuestros amigos en el cooperativo online para cuatro y el local para dos jugadores en pantalla dividida para las versiones de consola. ¿Cómo conseguir apartarnos poco de los combates? El juego tiene muchas pequeños detalles para hacerlo. Por ejemplo, permitiéndonos zanjar nuestra interacción con la elección de misiones o con algunas características de las recreativas desde el exterior de éstas; y con una nave Sanctuary que detallaremos más adelante cómo funciona, pero que nos permite completar todos los trámites en ella en segundos, si es lo que deseamos.

Creciendo en la Dirección Correcta

Al comienzo de la aventura podemos elegir entre Amara, Moze, Zane y FL4K, con sus roles repartidos de forma muy conveniente entre sirena, artillero, operativo y Domabestias, respectivamente. Como siempre, totalmente diferentes unos de otros aunque, quizá, en esta entrega incluso más que en el pasado.

Como ocurriera en los anteriores juegos de la saga, Borderlands 3 nos permite llevarlos hasta el nivel 50 de lanzamiento, y muy probablemente ese techo de nivel se expanda hasta nuevos límites mediante DLC. No hay sorpresas en este sentido, pero eso no supone un problema real cuando la base es tan potente: es fácil subir dos o tres niveles por cada hora de juego, y por supuesto hacerlo nos recompensará con puntos de habilidad para invertir en el árbol de habilidades que queramos.

Cada personaje jugable ofrece una respetable variedad de posibles especializaciones, y siempre podemos redistribuir nuestros puntos de habilidad y equipar diferentes mods de clase y de habilidades cuando queramos cambiar de aires. Tenemos también un buen conjunto de caras, atuendos, gestos y aspectos para nuestro dispositivo ECHO que podemos obtener como botín aleatorio de jefes o comprándoselo al veterano Earl a cambio de eridio. La personalización de nuestro avatar es tan completa en estética y destrezas como esperarías de un Borderlands y más, pero todos sabemos que los verdaderos protagonistas son las armas.

Ya te contábamos arriba que el manejo de las armas es sustancialmente más ágil y preciso, pero también han recibido una buena dosis de amor por parte de Gearbox en lo tocante a progresar a su lado. Nos gusta que cada arma se presente a sí misma con una ficha técnica más estilizada y precisa que nunca, marcando con números exactos todas y cada una de sus estadísticas para que sepamos en todo momento lo que estamos equipando. Parece que sus responsables se han esforzado para garantizar que no solo haya mucha variedad de armas entre las que elegir, sino también que éstas se sientan diferentes y lógicas. ¿Recuerdas los típicos lanzacohetes con bayoneta, o los subfusiles de bajo alcance y dispersión totalmente impredecible? Bueno, pues ya los puedes olvidar: son cosa del pasado.

Hay un montón de pequeños e inteligentes cambios de ese estilo repartidos por todo el juego, también. Por ejemplo, el elemento slag ya no existe, y en su lugar encontramos la radiación. Sobre el papel son muy parecidos, daños complementarios que pueden ayudarte a derribar antes a enemigos muy duros. El efecto de la radiación es de daño continuado (DOT) y de control de masas, mucho más útil y divertido que las armas que anteriormente equipábamos única y exclusivamente para mejorar otras armas a niveles muy altos.

Nos gusta también la relación que hay entre niveles de rareza, 'rolls' de armas y progresión. El juego es muy generoso con el botín, pero al contrario de lo que ocurre en juegos como Destiny o The Division, no deja atrás las armas de rareza poco común: todas ellas son válidas, simplemente unas son más comunes que otras. ¡Puede parecer obvio, pero no funciona como debería en todos los juegos! Además, los jefes de mundo aparecen con un icono en sus respectivos puntos de aparición, por lo que es fácil matarlos repetidamente en busca de su 'god roll'. También tenemos vías prácticamente garantizadas para conseguir armas raras. Por ejemplo, si usas armas de Jakobs repetidamente, éstos te mandarán por correo un arma rara o superior para agradecerte tu confianza. Son, efectivamente, niveles de facción.

Por supuesto, las armas de Borderlands 3 son tan variadas y absurdas como todos los personajes. Tal vez recuerdes el lanzacohetes de la Mega Mente que dispara hamburguesas de la primera demo del juego, pero la mayoría de armas son un poco más serias. Por ejemplo, ahora no todas las armas de Tediore explotan al recargar, sino que algunas se transforman en torretas. También hay un nuevo tipo de arma que se sobrecalienta y se destruye, pero mientras te dure, hacen un daño alucinante. No te queremos complicar mucho, pero hazte a la idea de que hay armas muy variadas y que buena parte de ellas se sienten relevantes por méritos propios. El nuevo sistema de valoración (similar al poder de Destiny o World of Warcraft) se encargará de decirnos cuándo es hora de cambiar a una más poderosa.

Una vez completemos la campaña, nuestras posibilidades se expanden gracias a un modo NG+ y las opciones de dificultad escalable Caos 1, 2 y 3. Como te puedes imaginar, estas dificultades funcionan más o menos como los Tormentos de Diablo III: los enemigos son mucho más duros de roer, y debemos pertrecharnos poco a poco con armas especiales que solo se pueden encontrar allí para ponernos a la altura del siguiente reto. Pasarán varias semanas hasta que la comunidad descubra los modificadores únicos de Caos 2 y 3, pero deducimos también que las verdaderas pruebas de fuego serán los trabajados guardianes de las cámaras, con pulidas mecánicas propias, que se reparten por los planetas visitables desde nuestra nave: Pandora, Promethea, Athenas y Eden-6.

Explorador de Universos

Los videojuegos de la serie Borderlands hasta la fecha habían venido siendo resultones. El aspecto de los distintos títulos ha sido más efectivo por su estilo de cel-shading desenfadado que por ser un dispendio técnico y, en ese sentido, el resultado siempre había sido muy bueno. En esta ocasión la idea es la misma, solo que con un gigantesco lema de más grande, más abigarrado y mejor impreso en la frente de los creativos de GearBox.

Una de las claves no solo es que, tantos años después, la tecnología permite mejores cosas en cuanto a efectos, iluminación y todos los lógicos incrementos de los nuevos tiempos. Sino también que el juego apuesta por una variedad brutal. El primer juego fue bastante monotemático en términos artísticos, el segundo abrió sus puertas notablemente y el tercero va un paso más allá ofreciendo los cuatro planetas explorables mencionados anteriormente, y ese nexo de unión entre todos ellos que es la nave Sanctuary. A, por cierto, si te preocupaba que fuéramos a pasar demasiado tiempo en ese lugar, que al fin y al cabo es únicamente donde hacer ciertas gestiones y decidir el siguiente sitio a visitar, puedes estar tranquilo: todo está muy junto y podemos solventar todos nuestros quehaceres alejados del combate en apenas unos instantes.

En cuanto a la optimización, es difícil predecir qué tal rendirá Borderlands 3 en nuestros sistemas cuando se ponga a la venta. Debido a circunstancias ajenas a la revista, la versión del juego que hemos usado para escribir este análisis de Borderlands 3 es en realidad una versión de desarrollo para PC ligeramente distinta al juego que encontraremos en tiendas. A falta de conocer qué tal funciona la edición final con su correspondiente parche de día uno, diremos que en nuestra experiencia hemos encontrado fragmentos de texto sin localizar, múltiples congelamientos al entrar y salir del juego, algunos diálogos que desaparecen y problemas de físicas. Estos últimos no son molestos la mayor parte del tiempo, pero en una ocasión hicieron que un enorme jefe principal literalmente desapareciera, absorbido por una pared de escasos centímetros de grosor.

Al margen de esta extraña anécdota que, como siempre en estos casos, podría no repetirse nunca más en la versión comercial, PC se lleva una de cal y otra de arena, como solemos decir. A algunos les hará fruncir el ceño que el juego lleve el polémico sistema de protección Denuvo, que puede lastrar parcialmente el rendimiento del juego; y tampoco gustará que el juego sea temporalmente exclusivo de una Epic Games Store que aún se encuentra en pañales. Pero estas decisiones comerciales van más allá del alcance de nuestro análisis, así que pasamos a algo mucho más tangible y más agradable para todos: por fin, Borderlands tiene una adaptación a compatibles que hace justicia al juego.

No solo el 'gunplay' se ha revisado al milímetro para que se sienta cómodo en ratón y teclado, sino que también contamos con un generoso abanico de opciones de configuración de toda clase. Podemos cartografiar los controles a placer, ajustar por separado la sensibilidad de nuestras armas y vehículos, así como la localización y color de la mira en la interfaz, tamaño y descripción de esta y otras muchas cosas más. Los gráficos también brindan numerosas posibilidades para elegir por separado, algunas tan necesarias como el campo de visión o el límite de FPS. Además, podemos acoplar un medidor de tiempos de respuesta y fluidez en la pantalla, o comprobar manualmente qué tal rinde el juego en nuestro equipo gracias a un exigente 'benchmark' integrado.

Una vez dentro del juego, encontraremos que el Unreal Engine sigue haciendo de las suyas tanto para bien, como para mal. Seguimos encontrando un montón de texturas totalmente planas que se hubieran beneficiado enormemente de opciones de teselado, y algunas de ellas tardan en cargar o son de baja resolución. Algunos modelados de piedras dan una impresión pobre, y el carisma y personalidad de los personajes pierden algo de chicha cuando compruebas que las animaciones faciales y corporales (fuera de las cinemáticas, mucho más trabajadas en todos los sentidos) siguen estando a la altura de las que veíamos hace un lustro. Eso sí, a nivel artístico solo podemos decir cosas buenas: el cel-shading está perfectamente hilado para dejarnos con personajes y mundos memorables y únicos, con un colorido e iluminación característico, y que a menudo responden con acierto a nuestras balas sangrando, explotando o rebotando por ahí. Borderlands 3 es un juego que, con sus más y sus menos, entra por los ojos, y es fácil perderse en su delirante caos.

Las versiones de consola se han hecho esperar en la redacción de 3DJuegos puesto que desde 2K Games fueron enviadas con algo más de tardanza. El rendimiento del juego tanto en PS4 como en Xbox One es bastante variable y, en ocasiones, algo frustrante. No es algo que estropee la experiencia si lo disfrutamos en solitario, pero el siempre interesante cooperativo local que está disponible en las versiones de consola sufre lo indecible para mantenerse estable. Hay serias caídas en la tasa de imágenes por segundo con la pantalla dividida si optamos por el modo de mayor calidad gráfica, especialmente en PS4 Pro, aunque también se detectan en Xbox One X. Tampoco está exento el modo de rendimiento de ese tipo de caídas, pero lógicamente son menos notorias.

En cuanto al sonido, más o menos lo esperado en un juego de la serie. Y todo buenas noticias, claro. La música está bien, hace uso de algunas bases algo reiterativas, pero tiene infinidad de buenos temas para acompañarnos durante todas las horas que vamos a pasar jugando. Por otra parte, el doblaje a nuestro idioma tiene un nivel excepcional, con un sinfín de voces, un excelente acabado para todas ellas y, además, un esfuerzo particularmente de agradecer por localizar a nuestra idiosincrasia muchas de las bromas y chascarrillos. Un trabajo de diez en todos los sentidos.