Jujutsu Kaisen Cursed Clash llega justo en un momento muy dulce para su anime. Lo cogí con ganas, pero por el título de esta crítica ya habréis adivinado que no me ha acabado de convencer. El problema de este juego no es que no tenga modo versus offline, que solo tenga apenas quince personajes seleccionables o que el modo historia esté narrado sin mucha gracia. El problema es que los combates me han resultado aburridos. Eso, para mí es un error imperdonable en este género.
Cursed Clash tiene una mezcla de dos estilos jugables, el de Naruto Ultimate Ninja Storm y el de los Tenkaichi Budokai. Es decir, hay tanto juego aéreo como terrestre. La cámara se posiciona de forma trasera al personaje que maneja al jugador. Desde esa posición, toca lanzarse contra el adversario. Tres de los cuatro botones sirven para golpear con distintas partes del cuerpo y el otro es para saltar. Podemos bloquearnos y hacer una esquiva, y también hacer ataques especiales cuando se nos rellena una barra. A esto se le suman las técnicas combinadas entre los distintos miembros de nuestro equipo. Porque sí, a todo esto se suma que las peleas pueden ser de 2vs2.
Cursed Clash se mete él solo en líos por mezclar todas estas ideas sin ser capaz de cuajar ninguna. Los personajes de Jujutsu Kaisen no vuelan, saltan y salen disparados hacia adelante, pero los escenarios tienen plataformas y varios niveles de acción. El resultado es un desbarajuste. Saltas pretendiendo llegar a donde deseas, pero te quedas a medias, chocas y vuelves a bajar. Ni las colisiones ni las animaciones implicadas en todo este proceso están bien rematadas, así que al juego se le ven las costuras una y otra vez. Me pasé más tiempo frustrado por no poder iniciar un combo que disfrutando de él.
La jugabilidad quiere hacer demasiadas cosas
Los sistemas de ataque y defensa del juego me han parecido muy básicos. La esquiva no es ágil, y hay un desagradable tiempo de espera entre acciones. Me imagino que se decidió diseñar así las dinámicas por si había demasiados personajes en pantalla, para que no se volviera todo muy confuso. Lo que han conseguido es que todo sea bastante torpe. Y a esto se le suma que los ataques no son chulos. No pido que se llegue al nivel de los Ultimate Ninja Storm, pero es que no lucen nada. Honestamente, no veo Jujutsu Kaisen por su guion, sino por su intensidad.
Esta mezcla jugable acaba derivando en batallas sin ritmo y que no son interesantes. He acabado muy enfadado por todo el tiempo que el juego invierte en que tu personaje derribado se alce, en alcanzar un punto alto o incluso en calcular bien la distancia entre mi puño y el enemigo. El modo historia tampoco ayuda. Narra los arcos del anime dejando a un lado su estupenda animación y recurriendo a un estilo a lo visual novel. Ni sirve para repasar, y mucho menos como primer acercamiento a la serie. Es muy desapasionado.
Lo bueno es que añade a los enemigos que aparecen en la obra original, pero estos monstruos son muy torpes peleando, por lo que el combate se hace pesado. Además, por una razón que no acabo de comprender, cada pelea cuenta con varios asaltos sin pausa. Le bajas la vida al enemigo y la pelea continúa hasta que lo haces otras tantas veces.
Al modo historia le falta mucha pasión
Además de estas torpezas en la jugabilidad, los gráficos no son especialmente buenos. Los personajes están bien retratados, pero sus animaciones son muy bruscas y los escenarios algo sosos. En modos de juego tampoco va especialmente sobrado. No hay combate local. El modo entrenamiento, la única forma de jugar tú contra la máquina sin pasar por el modo historia, es tan frío que ni tiene una buena pantalla de selección de personajes. Y esto fastidia, porque si algo es Jujutsu Kaisen es puros shonen alocado. Tampoco hay demasiada diferencia entre sus alrededor de quince personajes jugables, que se hacen algo escasos.
Por todos estos motivos, me cuesta mucho recomendar este juego. Cuando salió el polémico Street Fighter V, o recientemente con la publicación de Naruto X Boruto, no me costó recomendarlos. Tenían sus carencias, pero los combates eran sólidos y divertidos. Con ambos me pasé largas tardes tan solo disfrutando de pelear y pelear, de mirar embobado a la pantalla con ganas de aprender a jugar mejor. Si eso está ok, puedo pasar el analizar el resto de cuestiones con una sonrisa; pero los combates, ante todo, creo que tienen que ser divertidos.
Opino que Jujutsu Kaisen se merece mucho más que este videojuego. El aliciente de comprar este título se halla solo en el modo historia, en que vayas cumpliendo las tareas que se te encomiendan e ir desbloqueando trajes e ítems a medida que juegas. Capítulo a capítulo va aumentando o disminuyendo la afinidad entre los personajes. El juego te lo expresa a través de un gráfico, pero esto no es suficiente. En mi opinión, que los combates de un juego de lucha no sean flipantes, es el único error que un juego de lucha jamás debería cometer. Y mucho menos si proviene de una licencia shonen.
Jujutsu Kaisen Cursed Clash quiere hacer demasiadas cosas y no acierta en ninguna. Ojalá no hubiera combate aéreo, y ese tiempo de desarrollo lo hubieran invertido en pulir los sistemas de combate y añadir a más personajes. El título va corto de modos de juego y de héroes seleccionables, y lo que es peor, las peleas no entusiasman. Espero que en el futuro nos lleguen mejores videojuegos de esta licencia, porque Jujutsu Kaisen se merece mucha más pasión en el intercambio de puños de sus magos.
- Jugablemente, deja mucho que mejorar.
- Compra este juego solo si eres un fan muy entusiasta del anime, porque está lejos de ser perfecto.
- Su punto más chulo está en el modo historia, en ir desbloqueando objetos y generar vínculos entre los personajes.
- Jugando online sí hay combates cooperativos y contra otros jugadores.
- Le faltan modos de juego y cuidar más el contenido para un solo jugador.
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