Ha sido uno de los futurísticos proyectos que más expectación ha generado de entre todos los presentados por Arabia Saudí, pero si la construcción de The Line sigue el mismo camino que ha iniciado, lo cierto es que puede terminar siendo una mega estructura mucho menos ambiciosa y espectacular de lo que se había prometido.
La idea inicial era dar forma a dos rascacielos que se situarían en paralelo a través de 105 millas, algo menos de 170 kilómetros, dando forma a un mega rascacielos forrado de cristal para crear un ecosistema único capaz de facilitar la supervivencia entre las inclemencias del desierto a las élites que allí se aposentaran. Un proyecto a gran escala que, cada vez más, empieza a reducir su ambición.
La construcción de The Line está en problemas
Semejante genialidad arquitectónica se construiría con un presupuesto oficial de 500.000 millones de dólares, pero cubrir los primeros 24 kilómetros ya ha elevado el coste de la construcción a más de 100.000 millones según datos obtenidos por The Wall Street Journal. El total, según esos mismos cálculos, ascendería a 2 billones. O lo que es lo mismo, 2 millones de millones.
Ese sería el cálculo más optimista, ojo, porque los problemas que está generando la falta de organización en la construcción bien podrían encarecerlo. De entrada, los cimientos que empezaron a hacerse antes de que entrasen en juego los arquitectos, una obra iniciada con el único objetivo de contentar a la Corona Saudí, han tenido que detenerse al demostrar los ingenieros que había que empezar a construir en otro sitio.
Además, las construcciones realizadas para el acomodamiento de trabajadores tampoco se calcularon bien y ya ha habido que demoler parte de ellas porque entorpecían parte de la estructura definitiva de The Line. Algo similar ha ocurrido con un enorme agujero que debía dar forma a un pequeño puerto donde, al parecer, la montaña generada tras la excavación se colocó justo en el sitio por el que debía entrar el agua y han tenido que reubicarla.
Con una primera fase del proyecto que apuntaba a 10 millas, unos 16 kilómetros, los problemas generados y el aumento de los costes han reducido la ambición de la construcción hasta los 2,4 kilómetros. De los millones de personas que iban a poder alojarse en ese hueco ya van por menos de 200.000.
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