En un alarde de originalidad los expertos lo llaman la tendencia del WFH Husband, pero en realidad no tiene el menor sentido si no va acompañado de otra corriente, la que está obligando a las mujeres a volver a la oficina. Es otro de esos ejemplos de la brecha de género que no hemos visto venir, tal y como ocurrió con los hombres que ayudar en las tareas de casa gracias al teletrabajo.
Los hombres teletrabajan y las mujeres vuelven a la oficina
Tal y como recoge la profesora Heejung Chung, socióloga de la Universidad de Kent, el principal problema de esta situación es la diferencia entre los puestos que están dominados por los hombres y los que, por contra, tienen una mayor presencia femenina. Estudios recientes aseguran que, del total de hombres que trabajan de forma completamente remota en Estados Unidos, un 2% tiene esposas que tienen que ir a la oficina.
"Las tres principales ocupaciones o sectores en los que el trabajo remoto sigue siendo limitado son la atención médica, la educación (principalmente la educación primaria y secundaria) y el comercio minorista.
Estas son ocupaciones muy centradas en las mujeres, donde el trabajo a distancia no es posible. En cuanto a las oportunidades, creo que hay más trabajos tradicionalmente dominados por hombres donde el trabajo remoto es factible".
En cualquier caso, incluso en sectores donde hay roles más relacionados con el soporte y el comercio a distancia, se ha apreciado una mayor tendencia a obligar a sus empleados a volver a la oficina pese a no ser imprescindible. Ahora queda por ver si esos roles de los que hablábamos recientemente, realmente ofrecen un cambio significativo.
Imagen | Kelly Sikkema
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