Ha hecho pocos juegos y ninguno es una gran producción, pero el nombre de Josef Fares ha ido cogiendo peso en nuestra industria y no sin falta de razón. Aunque su estilo canalla venda, la realidad es que su discurso está fundamentado: la industria necesita frescura, originalidad y, sobre todo, utilizar su lenguaje propio para contar historias en vez de utilizar únicamente el heredado de otras artes como el cine o la literatura.
Cuando se estudie la figura de Fares, se empezará por Brothers: A Tale of Two Sons. Su filosofía es muy clara en este juego de aventuras y puzles que, cambiando radicalmente la dinámica de control, repetirá luego en It Takes Two, considerado el Juego del Año por esta revista y por los Game Awards. El creador sueco entendió hace mucho tiempo que las mecánicas de juego no tienen que estar solo al servicio de la diversión ni de la historia, sino del mensaje de la obra. Que la famosa y manida disonancia ludonarrativa se da, sobre todo, cuando no se tiene en cuenta estos factores.
Por ello, creó un juego en el que el control de dos personajes, cada uno con un stick, suponía un desafío para la coordinación de nuestros pulgares. Y, a través de este desajuste, crear también la relación muda entre dos hermanos que, a lo largo de la aventura, se irán entendiendo mejor entre ellos de la misma forma que nosotros ganamos experiencia con el control. Son estos elementos que narran con mecánicas los que se echan tanto de menos en una industria capaz de crear los videojuegos más espectaculares posibles, pero incapaz de hacer que la porción de juego y de historia se den siempre la mano; a menudo, además, lastrado por la necesidad de incluir constantemente mecánicas de acción para apelar a las grandes audiencias.
Brothers rehúye de todo esto. Es un juego de aventura y puzles en el que dos hermanos emprenden un viaje en busca de la cura para la enfermedad de su padre y, para ello, deberán viajar hasta un mítico árbol donde se oculta el agua de la vida, lo único que puede hacer que sane. Bajo este sencillo pretexto se esconde uno más complejo: el del trauma del hermano menor, que vio a su madre fallecer en el océano y desde entonces tiene fobia al agua; y la responsabilidad del rol del mayor, de tener la necesidad de cuidar de su hermano a toda costa. Si a todo ello le sumamos un mundo de fantasía casi heredado del cuento de hadas con unas gotas siniestras en ocasiones, la atmósfera de Brothers se siente única.
Importa su atmósfera y más aún en este remake que, al tratarse de uno exclusivamente visual, es en el diseño de sus escenarios donde quiere imprimir fuerza renovada. No es que el Brothers original no la tuviera, y es que con gráficos sencillos casi de estilo cartoon, bien recreados para un juego de 2013, ya consiguió encandilar a los jugadores. La obra del estudio italiano de Avantgarden, en cambio, apuesta más por el realismo de las técnicas modernas y también le pega. Desde los hermosos parajes del pueblo donde parten los hermanos, pasando por los rincones más oscuros y más espectaculares del juego, han logrado dotar de nueva vida al clásico. Mención especial para los personajes fantásticos como el trol o el búho, perfectamente recreados y con gran cantidad de detalle.
Una historia que se vive a los mandos
Aunque el alma de Brothers reside en la capacidad que tiene de transmitir las sensaciones, la sincronicidad y la coordinación de los hermanos a través de los controles, los puzles no son, ni de lejos, un mero trámite. Aquí Starbreeze, el estudio original, ya que Avantgarden solo se ha ocupado de remozar gráficamente el juego, creó un diseño ejemplar; de esos cuya idea primigenia (en este caso el control asíncrono de sus dos protagonistas) no se queda relegada en un mero gimmick, sino que se plasma perfectamente a través de los desafíos que nos propone cada escenario.
Cumplen con la máxima de todo buen diseño de puzles: son interesantes y nunca lo suficientemente fáciles o difíciles, aunque caen quizá más en el terreno de la accesibilidad. Pero es que todo depende de cuánto seas capaz, como jugador, de partir tu mente en dos para entender que puedes estar en dos lugares de la estancia al mismo tiempo, cada uno con un hermano. Además, también cumple con la renovación de sus puzles según el escenario, sin repetir mucho cada una de sus mecánicas y sacándole siempre todo el partido a su sistema de físicas. Pese a que el juego es corto (dura entre 3 y 4 horas y tampoco necesita alargarse mucho más) prácticamente todo lo que se puede hacer con este sistema se explora a lo largo de sus niveles.
Con todo, este remake es cumplidor aunque no se pueda decir mucho más. No por demérito, sino porque el trabajo de Avantgarden es de oficio, como el de Bluepoint con sus remakes. Realizar un completo remodelado visual para devolver a la modernidad una obra que merece ser jugada por las nuevas generaciones y no solo recordada por la anteriores. Quizá no era el más necesario de todos los juegos a escoger del catálogo histórico, ya que la obra original sigue aguantando bien el paso del tiempo; y, probablemente, esta puesta a punto se deba al auge de Fares en el elenco de desarrolladores del videojuego. Sí es cierto que, en la versión de PC donde lo he estado jugando, faltaría algo de pulido. No mucho, la verdad, pero a 4K rasterizado al juego le cuesta mantenerse estable en los 60 frames por segundo, cuando no debería con mi equipo de pruebas, y he tenido que apoyarme en el DLSS para conseguir una mejor suavidad y consistencia en la aventura.
Volver a Brothers ha sido toda una experiencia que me trae de nuevo los recuerdos de cuando lo jugué por primera vez. Y creo que eso es lo más importante de todo, que más gente pueda tener la oportunidad de descubrir una obra que no sé si llamar de culto o un tanto desconocida, pero que sí merece un mayor reconocimiento y, sobre todo, ser descubierta por más jugadores.
Brothers: A Tale of Two Sons Remake es una revisión del original estrictamente visual, que conserva todos los elementos jugables de la obra de Starbreeze de 2013 que nos encandiló. El trabajo de Avantgarden ha sido, por tanto, remozar y modernizar los gráficos respetando al máximo sus mecánicas de juego, por las cuales es tan reconocido y laureado. Esta historia de corte fantástico es algo más que una aventura de puzles, ya que es a través de la coordinación de nuestras acciones con los mandos como conocemos la relación entre estos dos hermanos, utilizando el lenguaje del medio de manera encomiable. Si aún no te has acercado a él, puede ser tu oportunidad.
Comprar Brothers: A Tale of Two Sons Remake- Se trata de un remake estrictamente visual.
- El juego mezcla aventura y puzles creativos usando a los dos hermanos.
- Posee un control asíncrono, manejando a cada hermano con un stick.
- Su creador original es Josef Fares, director del juego del año It Takes Two.
- Es necesario el control con mando para poder recrear correctamente la experiencia.
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