Lo que Platinum Games ha hecho desde el primer videojuego de Bayonetta es pura brujería. Pocos videojuegos existen que hayan conseguido emocionarme con su jugabilidad y divertirme tanto con sus locos argumentos y situaciones. Es uno de esos juegos que cuando se presentan en reuniones de proyecto, hacen temblar a los directivos, porque es imposible saber lo mucho o poco que van a triunfar. De hecho, aún a día de hoy algunos lo siguen considerando como de nicho, aunque la realidad es que ya ha convencido a millones de jugadores en todo el mundo.
Después de todo, ver a una bruja haciendo bailecitos extravagantes mientras aporrea a ángeles y demonios con diseños que navegan entre lo hortera, lo erótico y lo espeluznante no es algo que esté a la orden del día. Pero a Bayonetta 2 no le importó reafirmarlo, y tampoco a Bayonetta 3, que es la constatación y consagración de los valores de la desarrolladora. Y eso les honra. En un momento en que la posibilidad de fracasar es directamente proporcional a los riesgos asumidos, esta entrega se ríe de todo y ofrece al jugador un espectáculo tan surrealista como genial. Solo por esto, considero que deberías jugarlo.
Pero no voy a quedarme ahí… porque quiero decirte también que este juego es pura calidad. Si hemos tardado tanto en recibirlo (5 años desde su anuncio) no es porque entre medias se estuvo trabajando en el magnífico Astral Chain, sino por la cantidad de ideas y novedades que se han incorporado. Hay un multiverso con varias versiones de la protagonista, una variedad de situaciones impresionante, una mecánica de invocaciones reinventada, un nuevo personaje controlable y hasta una serie de capítulos que funcionan como una aventura independiente dentro del propio juego. Es una locura. Todo encerrado en 10-12 horas aprovechadas a más no poder, unidas a la rejugabilidad tan propia del género.
A pesar de querer diferenciarse tanto de pasadas entregas, Bayonetta sigue siendo Bayonetta
Pero a pesar de querer diferenciarse tanto de pasadas entregas, Bayonetta sigue siendo Bayonetta. Lo es por su jugabilidad hack 'n slash tan icónica, en que los combates pueden volverse una bellísima coreografía cuando el usuario llega a dominarlos. El juego se hace mejor cuanto más dominas el arte de atacar, defenderte y contraatacar gracias a la recurrente técnica del tiempo brujo. Esquivar ofensivas en el instante oportuno, activa una dimensión temporal en que todo se ralentiza para que castigues a tus enemigos a placer. Esa fue y sigue siendo la seña de identidad del sistema combativo en Bayonetta.
La fórmula hack 'n slash de Bayonetta 3
Entonces me diréis: ¿qué cambia? Nada y todo a la vez. Cuando Platinum Games se planteó esta continuación, no tuvo que optar entre cambiarlo todo o no cambiar nada. En su lugar, adoptaron la solución más inteligente: añadir capas de profundidad a una fórmula que funcionaba. Así, al combate tradicional de Bayonetta se han añadido dos ingredientes fundamentales. Uno funciona casi siempre: armas inéditas, pero no las típicas. Aquí verás cosas tan insólitas como un mazo-rifle o una motosierra con forma de locomotora. Además, cada arma permite a nuestra protagonista desplazarse de una forma diferente por el escenario, como es el caso de Madama Butterfly (flotar en el aire en forma de mariposa) o el de Phantasmaraneae (una enorme araña que permite escalar paredes).
Todo esto faculta una jugabilidad modulable, no solo en los combates, sino en la exploración de entornos. No es el núcleo de Bayonetta 3, pero se permite al jugador encontrar salas ocultas y secretos haciendo uso de las distintas habilidades que otorgan estas armas. En particular, hay una serie de desafíos opcionales que restringen el uso de un personaje, arma y establece determinadas condiciones de victoria. Sin ánimo de querer destriparte todo, solo te diré que hay mucho que descubrir (y con lo que sorprenderte) en esta entrega.
El segundo gran ingrediente que tienes que conocer son las invocaciones. Durante las contiendas puedes llamar a una serie de extraordinarias criaturas infernales para auxiliarte, manteniendo pulsado el gatillo derecho mientras vas dando órdenes con los cuatro botones frontales. Puede parecer sencillo, pero la pega está en que Bayonetta debe permanecer inmóvil en estos instantes, exponiéndola a ataques enemigos. Es la típica técnica riesgo-beneficio, porque es temporal, tienes que esperar para reutilizarla, pero es poderosísima una vez que la dominas. Una vez supe usarla, me di cuenta de que era el complemento perfecto a los combos de toda la vida, ya que los alarga para establecer esa necesaria capa de complejidad que tanto esperaba en esta entrega.
La otra integración que viene a apoyar esta variedad es Viola. Ya sabéis que es el nuevo personaje controlable en este juego, y lo he dejado prácticamente para el final porque sorprendentemente no me ha parecido lo más importante del conjunto. Su jugabilidad no es tan apoteósica como la de Bayonetta. Es más, su estilo me recuerda a Devil May Cry, en el sentido de que la acción resulta más visceral y no tan estilística, algo que viene apoyado por la idea de que el tiempo brujo no se activa cuando esquivas una ofensiva, sino cuando haces un parry perfecto. Aparte, su invocación actúa de forma más independiente, con lo cual no requiere un tono tan táctico. No está mal, y para gustos los colores, pero personalmente estaba deseando que el próximo capítulo volviese a ser con la bruja de Umbra. Creo que -en el fondo- en Platinum eran conscientes de que era difícil rivalizar con la protagonista que todos conocemos, motivo por el que su presencia no es tan elevada como cabría esperar (solo unos pocos capítulos).
Acción variada en un multiverso sorprendente
En suma, las incorporaciones de Platinum Games son magistrales, aunque hay un elemento más, tal vez más invisible, pero igual de importante. El juego sigue dividiéndose en capítulos y cada uno de ellos consta de varios versículos (o secuencias combativas). La estructura no cambia, pero la variedad es apoteósica, y sin duda supone el elemento que hace que este juego sea el más ambicioso de la saga. Solamente os digo que tuve que revisitar el juego para acordarme de todo lo que había visto, porque hay de todo, desde persecuciones por tierra, mar y aire, hasta enfrentamientos al más puro estilo Godzilla. Y ya estoy hablando demasiado.
La variedad es apoteósica, y sin duda supone el elemento que hace que este juego sea el más ambicioso de la saga
Mi consejo: no mires muchos vídeos en Youtube y simplemente déjate sorprender por la imaginación que le han echado los creativos dirigidos por Yusuke Miyata, debutante como director en esta entrega. Y déjame que te hable brevemente sobre este desarrollador, que vino a esta gran compañía tras hartarse de trabajar en videojuegos de licencia que restringían su libertad creativa. Aquí veréis su liberación, porque Bayonetta 3 es un cuadro barroco compuesto por todos los combates que tan bien conoces, más un buen puñado de minijuegos que podrían responder a mecánicas shooter, de puzle y hasta de juego rítmico.
Mi definición es la de un hack 'n slash con aires de gran aventura que se complementa con un montón de experiencias accesorias. Este es el espíritu de su variedad, el cual alcanza su clímax con la integración de una serie de capítulos extra (intercalados en la trama) y que están protagonizados por Jeanne en un esquema plataformero 2.5D. Son secuencias breves, de pocos minutos, en que hay algo de sigilo y por supuesto también mucha acción. La idea detrás de esto es que mientras Bayonetta está aniquilando a todo bicho que se interpone en su camino, su amiga se infiltra en una fortaleza para tratar de encontrar a un personaje clave para la trama.
Y aquí es cuando tengo que hablaros del argumento, que es en realidad un auténtico festival de disparatadas ideas. Resumido, nuestro objetivo es impedir que la Trinidad (ese trío de realidades formado por el paraíso, el infierno y la humanidad) sea barrida por un ente superior. El tema es que varias dimensiones paralelas están floreciendo como parte del proceso, y esto da lugar a la aparición de un multiverso de Bayonettas que iremos descubriendo con cada nuevo capítulo y región. Sí, como lo escuchas, varias Bayonettas pertenecientes a distintas épocas. Pero no te preocupes, porque no necesitarás una clase de tres horas para comprenderlo como en Kingdom Hearts.
Esto es mucho más sencillito, y lo agradezco. De hecho, todo forma parte de lo pomposa que ha sido la saga, y también de lo poco que se toma en serio. Pero sé que eso encanta a sus seguidores (yo entre ellos), que disfrutan con las parafernalias narrativas que se perpetran, siempre entre medias de la hipérbole y lo ridículo. Ahí están para demostrarlo la cómica seriedad de Rodin, la vergüenza ajena que provocan las actuaciones de Luka o los jocosos comentarios de Bayonetta. Por cierto, muy buen trabajo el de la nueva actriz de doblaje (Jennifer Hale), en nuestro caso acompañado de unos correctos subtítulos en español.
Os diré que el argumento de Bayonetta 3, sin ser el no va más, es justo lo que puedes esperar de este tipo de experiencias de acción… en este caso con un giro final bastante inesperado. Por eso, merece la pena seguir el argumento hasta el final, que desbloquea una nueva dificultad y algún secretillo adicional. Con esto, no hace falta que te diga que el juego es completísimo. Bien sabes que un Bayonetta se deja rejugar, y es la única manera de obtener el platino en todos sus versículos, pero es que este es el juego de la saga que más razones te da para jugarlo una y otra vez. Tienes un árbol de habilidades a desbloquear para cada personaje, arma e invocación, además de un montón de coleccionables repartidos por aquí y por allá. Brutal.
Una superproducción que no te puedes perder
Pero de la misma forma que hablo de las extraordinarias virtudes del juego, tengo que contarte que la parte técnica me ha sorprendido, y no para bien. En las distancias cortas, las secuencias combativas tradicionales de Bayonetta, el juego funciona fenomenal en lo gráfico. Los combos son fugaces, el frame-rate estable a más no poder y los efectos visuales fulgurantes. Como siempre. Sin embargo, cuando sales a explorar o vives determinadas secuencias, al juego se le notan las costuras, con modelados de entornos muy poco mimados, texturas de baja calidad y una sensación de vacío sobrecogedora. Me cuesta decir que en ciertos aspectos no parece un juego actual, pero es así…
Un hack 'n slash con aires de gran aventura que se complementa con un montón de experiencias accesorias
Tengo en consideración que el potencial de Nintendo Switch es el que es, aunque me cuesta creer que el mismo estudio que hizo posible Astral Chain (que gráficamente es de lo mejorcito de la consola) no haya podido hacer algo mejor con su buque insignia. Por lo menos, funciona con suavidad tanto en modo televisor como portátil. Es una pena, pero no por ello que deba echarte para atrás, porque estarías perdiéndote la genialidad jugable de Platinum Games. Después de todo, si te dejas llevar, disfrutarás. Mucho. En particular, la banda sonora de esta entrega aporta todo lo que necesitas para en cada batalla, en cada momento de la historia. Esto es algo en lo que Hideki Kamiya y compañía siempre han brillado, y aquí no hay excepción.
En otras palabras, Bayonetta 3 es una superproducción que bien merece todo el esfuerzo depositado por el estudio. Personalmente no sabía que esperar, y tal vez es la mejor perspectiva posible, porque con esta compañía nunca se sabe: son artistas, y como tales se atreven a cambiar las reglas del juego, en este caso las del suyo propio. Todo sin perder la esencia, manteniéndose fieles a su estilo, que en este caso tiene que ver con plantear ideas locas, sin descuidar la calidad que ha definido al estudio. Parece fácil, pero estoy seguro de que no lo es.
Bayonetta 3 es la demostración de cómo Platinum Games podía mejorar una saga que ya tocaba la excelencia: añadiendo capas de novedades y profundidad para ampliar y mejorar la fórmula original. La integración de nuevas armas e invocaciones en el sistema combativo, unido a un nuevo personaje, una exploración potenciada, cantidad de secretos y un argumento más loco, dan como resultado una entrega superior, con una duración adecuada y una rejugabilidad infinita. Es una pena que gráficamente no esté a la altura en ciertas parcelas, pero en lo demás es una auténtica bestia de los hack 'n slash que no puedes dejar escapar si tienes una Nintendo Switch.
Comprar Bayonetta 3- El juego de Bayonetta más loco, con más variedad de situaciones e imaginación.
- Las invocaciones y armas suman capas de profundidad al esquema combativo original.
- El añadido de Viola como personaje jugable es interesante, aunque no tiene mucha presencia.
- En lo gráfico resulta decepcionante en ciertas parcelas, con un acabado bastante mejorable.
- Una duración adecuada, una rejugabilidad bestial y cantidad de secretos para horas y horas.
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