Pese a que el Rey Mono esté ahora en boca de todos gracias a la prometedora propuesta de Black Myth Wukong y su polémica con Microsoft, lo cierto es que su historia ni es nueva ni la primera vez que llega a occidente. Desde el mundo del anime con Dragon Ball hasta el del videojuego con Enslaved: Odyssey to the West, el mito de Wukong es ya un viejo conocido por estos lares. Sin embargo la historia original dista mucho de las adaptaciones que se han ido haciendo del personaje.
En China, de la mano de la novela Viaje al Oeste, el Rey Mono llamado Sun Wukong es toda una institución. Un héroe tremendamente poderoso con un gran bastón capaz de alargarse y la posibilidad de cambiar su pelo por otro dorado gracias a su transformación. Si te suena de algo, no es por casualidad, pero en realidad está lejos de ser lo más sorprendente del personaje.
El mejor Wukong
Cuenta la historia que tras causar estragos en el cielo en busca de la inmortalidad, Sun Wukong se enfrentó a Buda en una apuesta que terminó perdiendo el Rey Mono. Como castigo, Buda lo encerró en una montaña donde estuvo prisionero durante cinco siglos antes de realizar su particular Viaje al Oeste y alcanzar el nirvana.
Lo que nos interesa, en cualquier caso, es ese periodo de reclusión y su adaptación teatral en el parque natural de Taihang Wuzhishan, en China. Allí, por un sueldo de alrededor de 1.300 euros al mes, un actor se viste de Sun Wukong y simula estar encerrado bajo la montaña mientras los turistas acuden a visitarlo y le llevan regalos y comida.
Con el único mandato de resultar amigable y ser cortés con todo lo que le ofrecen, su trabajo consiste en reírle las gracias a los críos que acuden a visitarlo y comerse lo que le traen: "no hay requisitos académicos. Principalmente debe mostrar cariño por el personaje de Sun Wukong, tener un cierto nivel de talento actoral, y mostrar una disposición alegre y amigable para interactuar con los turistas".
Afortunadamente para su salud, también puede guardarse la comida que le ofrecen para llevarla a casa o compartirla con otros trabajadores del parque, así que no es de extrañar que hacer el mono durante tres horas al día mientras te dan comida gratis y un sueldo se haya convertido en el trabajo soñado para muchos.
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