Brutal, sangriento e ideal para novatos, un juego de lucha más que redondo. Análisis definitivo de Mortal Kombat 1

Ya hace más de 30 años desde que la franquicia de Mortal Kombat osó mostrar los combates más brutales que se habían visto hasta la fecha. Mucho ha cambiado el panorama de los juegos de pelea desde entonces, pero hay algo que se mantiene: NetherRealm no se cansa de buscar la excelencia en el género. Ahora, un nuevo reboot ya está aquí, y tras dedicarle más horas todavía a Mortal Kombat 1, estoy preparado para decir que sus novedades mecánicas lo hacen ser el paso que la franquicia necesitaba, pero es que también es uno de los fighting games con más personalidad del momento.

A nivel troncal, no ha cambiado mucho. Mortal Kombat 1 sigue siendo Mortal Kombat. Sangriento, visceral —literalmente—, oscuro y a veces un poco tontorrón, la saga no ha alterado su ADN para esta nueva entrega. Lo que sí que ha hecho es ahondar en lo que, por definición del género, es su parte más importante: los personajes. Y es que en esta ocasión el elenco de esta mortal guerra está más vivo que nunca.

A la hora de abordar el plantel, hay una cosa que salta a la vista: no hay ningún luchador nuevo, aunque no digo esto como un punto negativo. Este reboot es una oportunidad perfecta para reexaminar y explorar nombres conocidos, y está claro que esa es la intención de sus creadores. Además, la vuelta de personalidades que parecían estancadas en el limbo de la era 3D siempre es de agradecer, y ahora podemos verlas con un desarrollo mayor, tanto a nivel mecánico como narrativo.

Un Mortal Kombat más humano

Esta personificación de sus luchadores empieza en —aunque no es exclusiva de— el modo historia del juego, apodado la Kampaña. Desde hace ya tiempo que ha quedado patente que NetherRealm son auténticos maestros de la narrativa en los videojuegos de peleas, pero mantengo lo que dije en mis primeras impresiones: el estudio se ha superado con creces esta vez. En esta ocasión, tenemos una historia larga —de unas 8-10 horas de duración— dividida en 15 episodios a lo largo de 4 actos. El talante de la misma es simple, segmentos cinemáticos mezclados con combates, pero esto no significa que no sea efectiva, sino todo lo contrario.

Sirviendo como secuela y reboot a la vez, todo gira alrededor de Liu-Kang y su esfuerzo por crear una nueva realidad libre de conflicto y muertes innecesarias. Como te imaginarás, sus planes pronto son truncados, y es que Shang Tsung y Quan Chi buscan traer el caos y la guerra al Mundo Exterior y las Tierras Intermedias. Creando su propio grupo de bienhechores, el Dios del Fuego deberá plantar cara a una misteriosa figura en las sombras para proteger millones de vidas inocentes. El planteamiento en sí está bien, pero es en la ejecución donde brilla el juego, con una cinematografía brutal —tanto a nivel gráfico como estilístico— y un guión que encandila y entretiene.

Este último profundiza en los personajes dándoles personalidad y vida, además de desarrollar sus relaciones. Como no hay nuevos protagonistas en el título, la mayor parte de ellos son figuras con las que he pasado toda la vida, y ver que su caracterización se ha expandido tanto es un enfoque que, simple y llanamente, me ha conquistado. Como fan del género he de decir que ojalá el resto de competidores tengan en cuenta el enfoque de NetherRealm y podamos ver historias más trabajadas en siguientes entregas dentro del género de peleas.

Profundo, sí, pero también accesible

Aunque lo narrativo sea importante, a Mortal Kombat 1 hemos venido con un objetivo: darnos de leches, y este es otro apartado donde el título no se limita a cumplir, sino que se lleva buenísima nota. El gameplay es como cabría esperarse: ágil, potente y con un flujo inmejorable, pero es que además viene con dos grandes añadidos que le suman profundidad a raudales: combos aéreos y el sistema de Kameos. Los primeros vuelven tras una larga ausencia y, aunque en un principio parezcan "unos pocos movimientos más", en realidad vienen para marcar toda la diferencia en comparación con MK11.

Y es que aunque solo haya unos pocos golpes que puedan realizarse en el aire —y lo mismo va por los combos—, añadir una dimensión más a nuestros enfrentamientos solo tiene consecuencias positivas. Ahora, un acercamiento por arriba puede desembocar en un antiaéreo y un combo devastador. Las apuestas nunca han sido más potentes a la hora de realizar un movimiento, y los Kameos también influyen en que cada ataque pueda ser decisivo. Estos personajes acompañantes cuentan con diferentes habilidades —¡Fatalities incluidas!— y serán cruciales a la hora de planear tu estrategia. Ya no basta con saber 10 combos, sino que es necesario que encuentres el compañero que más se ajuste a tu estilo de pelea y uses su ataque adecuado en el momento ideal para darle la vuelta a la partida.

Y sí, este es posiblemente el Mortal Kombat más complejo hasta la fecha. Si esto te echa para atrás, ¡no tengas miedo! Desde NetherRealm han dado un paso adelante a la hora de hacer que su obra sea accesible y fácil de entender gracias a sus tutoriales y modos práctica. Además de contar con el típico dummy al que pegarle, también tienes dos opciones más que te ayudarán aprender cómo funciona el título: los tutoriales y los entrenamientos de Fatalities. Los últimos no tienen mucho más, son pequeñas píldoras que te enseñan a realizar los remates definitivos de cada personaje. Son los tutoriales los que no solo me han encantado, sino que me han dejado claro que este es el fighting game ideal para cualquier novato.

Desde lo más básico, como dar un puñetazo o una patada, hasta explicaciones de conceptos avanzados, entrenamientos de combos y desafíos que cumplir, MK1 no solo sigue la estela de Street Fighter 6 a la hora de enseñarte a jugar de verdad, sino que apuesta por ser el mejor profesor que ha tenido el género hasta el momento. Esto es un gran paso a la hora de evitar el efecto el típico "efecto paliza" que lleva a tirar la toalla a muchos primerizos tras verse aplastados sin opción a respirar en sus primeros compases en línea.

Un online mejorable, pero puede ser "culpa" de la comunidad

Evidentemente, la miga de un videojuego de peleas está en sus combates contra otros jugadores, y aquí es donde he visto aguada mi experiencia. Si al probarlo en PS5 ya me pareció que había tirones innecesarios, estos problemas se han agudizado en la versión de PC, con cortes de combate incluso a la hora de pelear con jugadores sin Wi-Fi. Claro está que aquí entran en juego otros factores, como el uso de discos duros mecánicos en vez de SSDs, pero mi experiencia ha sido que el juego es brillante cuando funciona bien, pero catastrófico cuando tropieza.

Si, por el contrario, no tienes interés en derrotar a otros jugadores y lo que quieres es disfrutar del juego "contra la máquina", en Mortal Kombat 1 no te vas a aburrir. Además del modo historia —que, por si no quedó claro, es más que altamente recomendable—, también vas a tener la opción de jugar al típico modo torres y a las Invasiones. El primero es clásico dentro de la franquicia: compite en combates arcade en torres de diferente duración y dificultad para desbloquear epílogos y recompensas para los luchadores. Como desafío máximo, también tienes dos variantes infinitas: una en la que recuperarás vida entre combates y otra en las que no. Dependiendo de cómo juegues, tendrás la oportunidad de conseguir altas puntuaciones que se materializarán como recompensas.

Evidentemente, no es que las torres sean el modo más inspirado, y por eso también tenemos las Invasiones. Contando pequeñas historias en el universo de Mortal Kombat, este modo, planteado como un tablero a lo Mario Party, te va a llevar a hacer enfrentamientos con modificadores de lo más variados. Desde las clásicas subidas de estadísticas hasta stage hazards que van a hacer la vida imposible, los combates tienen una multitud de modificadores que les darán un sabor más variado. En tus aventuras, además, podrás conseguir objetos para usar tanto dentro como fuera del modo. Con un toque de RPG, puedes echar horas aquí, aunque con el cerebro un poco apagado, y es que la novedad no tarda en dejar paso a una sensación más mecánica que otra cosa.

Vuelve la personalización, aunque rebajada

Cuanto más te metas en Mortal Kombat 1, más recompensas irás consiguiendo. Gracias a estas, vas a poder hacerte con un montón de elementos para convertir al plantel de luchadores en algo 100% tuyo. Accesorios, trajes, paletas de colores son lo esperable, pero también tendrás vaciles y Fatalities a tu disposición. Pese a que esté contento con este apartado del juego, eso sí, no puedo evitar pensar en que es una sección que —al menos de lanzamiento— viene con menos fuerza de lo que vimos en Mortal Kombat 11. Aun así, hay tiempo para que esto se expanda a través de parches. Por otro lado, también hay que destacar que casi todas estas recompensas las vas a poder ganar sin tocar el online, algo de agradecer para quienes sean alérgicos al PvP.

Aparte de acceder a los desbloqueables a través de combates, también vas a poder hacerlo usando las tres divisas del juego: Monedas, Kréditos y Krystales:

• Las Monedas sirven para conseguir recompensas aleatorias en el Templo. Si bien es verdad que puedes hacerte con accesorios, aquí sobre todo recibirás arte conceptual y canciones, ya que hay muchísimos.
• Los Kréditos los puedes usar para comprar trajes y complementos directamente, y hay algunos que son muy, pero que muy chulos, aunque obviamente estos serán más caros.
• Por último, los Krystales abren la puerta a las temidas microtransacciones. No son santo de mi devoción, pero al menos estos objetos no son exageradamente mejores que los que puedes conseguir sin pasar por caja.

¿Cómo es el rendimiento en PC?

A la hora de hablar del apartado técnico, he de decir que la experiencia en ordenadores ha sido muy satisfactoria, aunque no sin tropiezos. Mi equipo cuenta con una NVIDIA RTX 3060 Ti, un Ryzen 7 5800X3D y 32 GB de RAM DDR4 a 3200 MT/s. Jugando a 1440p, los 60 FPS con opciones máximas y sin DLSS estuvieron asegurados desde el minuto uno, aunque sí que tuve problemas durante las cinemáticas de la Kampaña. Durante mi experiencia, las secuencias estuvieron plagadas de microcuelgues, aunque me alegra decir que hoy mismo NetherRealm ha lanzado un parche para arreglar este error, y ahora todo fluye con la estabilidad que debería.

En general, ahora que he podido echarle las horas que se merece, estoy muy contento con lo que ha hecho NetherRealm. Mortal Kombat 1 es potente, ágil y tan irreverente como siempre, pero con una capa de humanidad que acaba por convertirlo en un imprescindible para los fans de la saga y el género. Sus combates cuentan con una fluidez que da gusto, su modo historia es insuperable hasta la fecha y el contenido del que presume es suficiente para enganchar en los primeros compases de su vida.

Ahora, eso sí, como todo título de peleas, el futuro de MK1 depende no de sus méritos actuales, sino del soporte que recibirá en el futuro. Sabemos que se vienen más personajes y Kameos, entre los que seguramente empecemos a encontrar personajes nuevos. Con un plantel de luchadores que cubre casi todas las necesidades de los más veteranos del género, sí que espero ver luchadores más especializados en algunos roles que den pie a estrategias hiperfocalizadas. Desde luego, tras mi experiencia con este título, tengo todas mis esperanzas depositadas en NetherRealm y su equipo.