Si todos los avances en la creación de pilas de energía que poco a poco estamos descubriendo llegan a buen puerto, es fácil prever que los próximos años van a ser revolucionarios para el mundo de las baterías y, por ende, todo lo que salpican, desde nuestros portátiles y móviles hasta los vehículos eléctricos. El perpetrado por la Universidad de Ciencia y Tecnología de China es un ejemplo más de ese salto.
Tal y como han publicado en la revista German Chemical Society Angewandte Chemie, el equipo de científicos ha conseguido lo que compañías como Samsung y Toyota llevan años intentando resolver, conseguir que las baterías de litio de estado sólido se mantengan en un coste de producción por debajo de los 50 dólares el kg. El secreto estaba en crear un nuevo tipo de electrolito sólido.
Las baterías LPSO como la gran baza del mercado chino
Los expertos llevan años insistiendo en la dificultad de dar con una alternativa igual de válida y, aunque alrededor del globo hay equipos explorando distintos métodos, la necesidad de alcanzar tiempos de carga más rápidos, mejor rendimiento energético y unos mayores estándares de seguridad han puesto a los científicos contra las cuerdas. Este nuevo tipo de electrolito sólido tampoco es perfecto, pero está cerca de serlo.
Lo llaman LPSO y, al no requerir sulfuro de litio como materia prima, su coste cae hasta los 14,42 dólares por kg. Desde el estudio aseguran que su eficiencia se equipara al de otras baterías de estado sólido y que han conseguido mantener la combinación de materiales durante más de 4.200 horas de ciclos estables a temperatura ambiente.
Aseguran, eso sí, que pese a un prometedor pistoletazo de salida, su rendimiento no es el ideal y aún tiene mucho por mejorar. Un desafío en el que ya están trabajando mientras la industria de las baterías se encamina hacia una batalla entre compañías y países que se ha puesto el 2030 como fecha límite para alcanzar un avance significativo.
Imagen | Mozillans en Midjourney
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