Cuando parece que ya está todo inventado, llega un videojuego que te rompe todos los esquemas. De hecho, no sabía muy bien qué esperar de KarmaZoo, porque no se parece a nada que haya jugado anteriormente. Podría decirse que es un battle royale, pero dándole la vuelta, porque aquí no hay que competir, sino cooperar para superar una serie de pruebas plataformeras. Colaborar te da puntos, y solo así puedes progresar en un sistema de juego nada fácil de explicar en unas pocas líneas.
Es el típico juego que tienes que probar por ti mismo para comprenderlo y descubrir si te gusta. A mí personalmente me encantan estos planteamientos tan rompedores, en este caso creado por Pasta Games, una compañía independiente que, sin hacer mucho ruido, está recibiendo ya bastantes críticas positivas por este lanzamiento. Si ya te ha llamado la atención, tienes a tu disposición una demo, pero déjame que te diga antes algunas cosas que podrían interesarte.
Un plataformas cooperativo con mucho karma
No quiero exagerar, pero mi primera partida con KarmaZoo fue de lo más confusa. Y no lo digo en el mal sentido de la palabra, sino todo lo contrario. Estás tan habituado a ciertas convenciones, que cuando te sientan ante algo tan distinto, puedes llegar a sentirte confundido. Esto es en esencia lo que me ha ocurrido con un plataformas cooperativo que está muy lejos de lo que estás acostumbrado a jugar. No se parece a Rayman Legends, ni a DKC: Tropical Freeze, ni a nada remotamente similar.
El juego está hecho para que no te alejes de otros usuarios y tengas que colaborar
La esencia de la obra distribuida por Devolver Digital está en establecer una colaboración con 10 jugadores en un concepto plataformero multijugador donde la palabra "competir" está literalmente prohibida. Todo lo que haces es para ayudar a los demás, algo que te da karma (corazoncitos) que expresa lo bien que lo haces en cada nivel. Así, todos los jugadores cooperan para abrir compuertas, ascender a través de elevados muros o sortear ríos de lava. Y lo hacen sin mediar palabra, únicamente con la acción de moverse, saltar y si acaso usar alguno de los emoticonos que se ofrecen.
Puedes jugar online o con amigos en local, y en cualquiera de los casos tienes niveles que se generan dependiendo de cuántos jugadores participen y qué personajes hayan escogido. En este sentido, sorprende que no hay dos partidas iguales, algo debido a que cada nivel depende de si eres un lobo, un elefante, un cocodrilo, una araña o incluso una linterna. Cada personaje dispone de unas habilidades únicas que proponen experiencias diferenciadas, pero es que además nuevas fases van apareciendo a medida que los vas desbloqueando.
Desbloquear a todos los personajes conlleva jugar muchísimas partidas
Y aquí está la miga del asunto, porque la única manera de obtener corazones es jugando, y además lo harás con mayor rapidez cuanto más ayudes a los demás a superar los desafíos propuestos. Tan fuerte es el cooperativo en este juego, que si permaneces mucho tiempo alejado del grupo, pierdes la vida. Todo está diseñado, y muy bien por cierto, para obtener karma, un término muy poético y perfectamente congruente con lo que se propone a nivel jugable, porque el buen rollo entre los participantes es tónica predominante.
Hay veces que hasta puedes sacrificarte para que un compañero llegue al objetivo propuesto, con eso te digo todo. Y lo harás, porque necesitas corazones para desbloquear los 50 personajes disponibles y otras tantas habilidades. Es un planteamiento adictivo, además de perfectamente adaptado a un amplio elenco de jugadores, puesto que la dificultad no es un impedimento. Si eres más habilidoso, obtendrás más corazones; si no, los seguirás consiguiendo, aunque sea simplemente participando y siguiendo al grupo.
Cada personaje dispone de sus propias habilidades
Es un planteamiento muy simple, aunque poderoso, y aunque tenga sus taras, creo que es una suerte que contemos con lanzamientos del estilo. Y no quiero venderte la moto, porque KarmaZoo no es el no va más, ni pretende serlo, pero abre un hueco en un género que me encanta y que desde luego no me lo imaginaba de esta forma. Pruébalo y dime qué te parece. Después de todo, juegos así no aparecen todos los días, y es algo que hay que aprovechar (y apoyar).
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