Lo decía en mis primeras impresiones sobre Crisis Core: Final Fantasy VII Reunion. No solo fue uno de los grandes de PSP; es que era un juego tan ambicioso para una portátil que podría haber pertenecido a una consola de sobremesa perfectamente. El problema de esa afirmación es que, quince años después, se invierte si lo jugamos en una consola de la presente o la anterior generación. Las nuevas máquinas le vienen grande a una estructura realizada para el ritmo de juego de una portátil. Para partidas cortas y rápidas.
Square-Enix ha apostado por algo que ellos mismos afirman está a medio camino entre un remake o un remaster. Podríamos llamarlo simplemente un remake visual que, eso sí, añade mejoras en las animaciones, la velocidad y los controles del combate que lo hacen más ágil y cómodo. Recordemos que en PSP no teníamos ni segundo stick para mover la cámara. Pero el verdadero cambio se nota en los modelos y materiales usados en este versión creada con Unreal Engine y construida sobre la espina dorsal del original: sus personajes lucen fabulosos, en algunos momentos casi a la altura de Final Fantasy VII Remake. En la versión que hemos jugado en PS5, al igual que en Series X, se alcanzan sin problemas los 4K60 hasta el punto de que las imágenes renderizadas con el motor son más agradables que las propias cinemáticas escaladas de la época, que siguen luciendo bien a pesar de los artefactos de escalado que suceden de tanto en tanto.
Crisis Core – Final Fantasy VII – Reunion
Es un calco plano por plano y nivel por nivel del juego original
Su planteamiento, en cambio, es un calco plano por plano y nivel por nivel del juego original. Esta aproximación es un arma de doble filo porque, por un lado, tenemos la oportunidad de disfrutar de la misma experiencia, pero el cambio gráfico, la nueva máquina y los nuevos tiempos nos invitan constantemente a soñar con un Crisis Core sin ambages de la época. ¿El problema? Su estructura es muy, muy limitada. Niveles muy recortados en los que constantemente damos cinco pasos para dar lugar a una cinemática que, en ocasiones, es poco relevante y transitoria.
Es algo que, como digo, se podía entender en PSP hace quince años, pero que hoy conforman un juego constreñido al que le habrían venido mejor más momentos de dar libertad al jugador, mazmorras abiertas que favorecieran la exploración (hay algún momento puntual que lo demuestra) y desarrollaran el combate mucho mejor que a través de las misiones secundarias y separadas del juego. Claro, todo esto habría supuesto un remake más ambicioso, pero recordemos que este Reunion sale prácticamente a precio de novedad, así que me permito ser ambicioso.
Con el juego terminado... ¿hay cambios en la historia?
Lo dejo claro ya, por cierto: si realmente esperabais que Reunion tuviera alguna sorpresa en la línea de lo que fue Final Fantasy VII Remake, y a pesar de lo que dijeron sus autores de mantenerse fieles a la historia original, os debo informar que Square-Enix no ha intentando engañar a nadie. Esta nueva versión no cambia prácticamente nada del original en lo narrativo, y digo prácticamente por haber detectado solo unas muy sutiles modificaciones en el montaje de un vídeo, aparte de haber modernizado algunos diseños y logos para adecuarse mejor al canon más moderno de Final Fantasy VII. El resto es lo que conocemos: la historia de Zack Fair nos lleva de la mano por uno de los momentos más icónicos de Midgar que funcionaba a modo de flashback del juego original para descubrir la historia de cómo este miembro de SOLDADO de 2º clase llega no solo a convertirse en uno de 1º, sino en un héroe. No faltarán personajes clásicos de la saga, pero también se añaden tramas de algunos nuevos que enseñarán a Zack el verdadero significado del honor.
Tiene uno de los finales más emotivos que se puede recordar en los videojuegos
Esta invariabilidad tiene cosas buenas y no tan buenas. Podemos volver a disfrutar de una historia que sorprendió y que lo convirtió, más probablemente, en el mejor producto de la llamada Compilation of Final Fantasy VII, con uno de los finales más emotivos que se puede recordar en los videojuegos. Pero también hay ruedas de molino con las que no comulgo ahora como tampoco lo hice en la época.
En primer lugar, un desarrollo que nos presenta una historia casi dividida en dos partes. Una de ellas es, definitivamente, más interesante que la otra. Otra tiene personajes que ya eran un poco insufribles para la época y que hoy día lo son un poco más todavía, mientras que al juego le cuesta encontrar las motivaciones necesarias para enfrentar a algunos personajes con otros. En lo jugable, además, hay también algunas partes totalmente insustanciales que no hacen más que retrasar aquellas que realmente interesan a aquel que venía de jugar a FF7 deseando saber todos los detalles de este mundo y de los eventos pasados.
Su capacidad de darle la vuelta a los combates es única y emocionante
Otros momentos, en cambio, destacan hoy como lo hicieron hace una quincena de años. Hay escenas en Crisis Core que realmente logran transmitir el día a día en una ciudad tan compleja como Midgar. Desde el funcionamiento jerárquico de SOLDADO y los turcos, las diferencias de cada uno de los estratos sociales de la ciudad... Hasta un personaje que en el original era tan misterioso y oscuro como Sefirot aquí es puesto a la luz para que veamos cómo era su día a día, cuando se le consideraba un héroe, antes de que todo cambiara.
Me reafirmo una y otra vez en lo que dije en mi anterior texto: yo, personalmente, si estuviera descubriendo Final Fantasy VII con Remake, no jugaría a este juego antes de Rebirth. Y sí, habrá que ver todavía lo que altera Rebirth la historia original, pero, por mucho que ya hayamos visto algo de Zack en el juego de 2020 y en INTERMission, en Crisis Core se revelan el pasado de al menos cuatro personajes más cuyas revelaciones funcionan mejor cuando las descubres con sus giros originales. Este juego, al fin y al cabo, tiene en cuenta que ya jugaste la obra de 1997 y, por lo tanto, tiene pocos problemas en destripártelo.
¿Cómo se combate en Crisis Core?
Otro de los grandes aciertos de Crisis Core y, sin duda, la gran mejoría de Reunion, es el combate. Se han aprovechado las buenas ideas del original, que incluían no solo los clásicos ataques, materias, invocaciones y límites, sino esa mecánica que, a modo de máquina tragaperras, altera las condiciones del combate. Sigue siendo maravilloso por su componente aleatorio, que te obliga a adaptarte a las ventajas que ofrece. Usar puntos de magia o habilidad de forma gratuita, tener aumentos de vida o incluso inmunidad... Su capacidad de darle la vuelta a los combates es única y emocionante.
Con esta nueva jugaba a Reunion, en cambio, he visto más claro que el combate se luce realmente si juegas a las misiones secundarias, donde están las oportunidades de conseguir muchas materias poderosas y, entre ellas, las invocaciones; además de presentar a unos cuantos enemigos de mucho nivel. El problema de estas misiones es que a veces son muy irrelevantes y están completamente separadas de la misión principal, lo que las convierte en otro punto que un remake más ambicioso podría haber integrado mejor.
Me hubiera gustado algo más de valentía y ambición en este remake
Con todo, hay que saber a qué se viene a Crisis Core: Final Fantasy VII Reunion. Si jugaste al original y solo quieres revivirlo, es una oportunidad perfecta porque la mejora gráfica es realmente notoria y la historia de Zack tiene momentos sobrecogedores. Te puede ocurrir como a mí, que en ocasiones le veas demasiado las costuras a un diseño portátil anticuado y te hubiera gustado algo más de valentía y ambición en este remake. Si eres un jugador nuevo, lo cierto es que es difícil saber cómo será tu experiencia. Aunque visualmente engaña de lo bien que se ve, es un juego más pequeño que Remake. El problema es que, como decía, nadie sabe cómo será Rebirth y qué cambios a la historia conllevarán, pero de mantener cierta línea narrativa, me resulta extraño que Reunion se lance antes que este. En cualquier caso el resultado es positivo, porque hay algo en el optimismo infinito de un personajes como Zack que es revitalizador y que merece la pena ser descubierto tanto hoy como lo fue hace quince años.
Crisis Core: Final Fantasy VII Reunion es, como dicen sus autores, un desarrollo a medio camino entre el remaster y el remake. Un remake visual con cambios que mejoran el combate, pero que mantiene la misma estructura y presentación plano por plano y palabra por palabra. Esto quiere decir que, efectivamente, no hay ningún cambio en la historia, para aquellos que podían sospecharlo tras FF7 Remake. Con todo, se echa de menos un rediseño más ambicioso. Su estructura de juego de portátil de hace quince años lo hace limitado como RPG, con mucha cinemática irrelevante y misiones secundarias separadas, y se echa de menos más oportunidades de explorar libremente sin tantos cortes. La historia, aunque tiene partes y personajes menos logrados, atina cuando se centra en expandir la obra original y dar forma y profundidad a sus personajes.
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- Gran oportunidad de disfrutar de uno de los mejores juegos que acompañan a Final Fantasy VII.
- El combate ha sido modificado para ser más cómodo y con mejores animaciones.
- Estructura RPG anticuada, propio de su carácter portátil. Se echa de menos un rediseño.
- Aunque tiene tropiezos, su historia es emotiva y va a más… hasta su clásico final.
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