El dock de Steam Deck tiene todo lo necesario pero… ¿necesitas todo lo que tiene? Análisis

Ha tardado en llegar, pero por fin está disponible el dock de Steam Deck, llamado oficialmente Estación de Acoplamiento. Hemos podido probar el producto a fondo para hacernos una idea de sus características y, sobre todo, si está justificado el precio que Valve pide por él, a diferencia de otros docks de terceros. Así que comencemos repasando las especificaciones. Tres puertos de USB-A 3.1, ideales para conectar todo tipo de dispositivos como mandos, ratones, teclados... Un USB-C encargado de alimentar (y solo alimentar) la consola, por lo que no podemos utilizarlo para dispositivos que tengan esta entrada.

Su única dedicación es conectarlo al cargador, al igual que el conector USB-C de 90º que hace de passthrough para conectar la consola al Dock. No es, la verdad, la opción más estética, ni la más cómoda, como por ejemplo lo que encontramos en Nintendo Switch, donde el conector está en la parte inferior de la máquina y permite conectarse directamente al Dock sin cables. Pero es la forma que ha decidido Valve conectar la máquina debido a la instalación de este conector en la parte superior.

En el Dock encontramos también un adaptador de Ethernet muy potente, de un Gigabit de capacidad que más que probablemente será suficiente para aprovechar al máximo tu conexión a Internet, a diferencia de otros Docks de terceros que pueden limitar la misma a 500 Mbits, por ejemplo. El dock también dispone de un HDMI 2.0 y otra salida DisplayPort 1.4. El HDMI soporta una señal de 4K60Hz o 1440p120Hz, mientras que DisplayPort llega a las capacidades de 4K120Hz y 1440p240Hz. Esto es gracias a que usa la versión 1.4 y no 1.2, como otros docks que se quedan en esta limitación y que proporcionan una señal máxima de 4K75hz o. 1440p144hz.

Sabiendo todo esto, hay que preguntarse si realmente con la potencia de Steam Deck, que ya detallamos en su análisis, vas a aprovechar esas resoluciones y framerates. Quizá muchos jugadores no saquen todo el partido, pero es posible que quieras jugar a un juego más antiguo o multijugador que no requiera mucha potencia y pueda aprovechar estas capacidades. También puede servirte para la función de escritorio de la Deck, que no solo te permite una experiencia más cómoda de productividad, sino también la opción de conectar dos monitores a ella, función que otros docks no pueden conseguir. Además es muy posible que el dock esté pensado ya para ser compatible de cara al futuro con otros modelos de Steam Deck confirmados por la propia Valve.

Otro factor que hay que tener en cuenta es que la estación de acoplamiento viene con un cargador extra. Uno que es exactamente igual que el que venía con la consola y eso son muy buenas noticias, ya que se trata de un cargador de alto voltaje, 45W, excelente para cargar la Deck y para poder tener uno siempre instalado en el lugar de reposo de la consola y otro que utilices de forma más portátil. Es algo a considerar a la hora de decantarse por el Dock oficial o por uno de terceros, ya que otras compañías no incluyen uno de serie.

¿El dock de Steam Deck es tan simple como conectar y jugar?

Pero hablemos ahora de la experiencia utilizando el dock. ¿Es tan sencilla como cabría esperar? Sí, pero con matices. Una vez conectamos todos los cables necesarios a la parte trasera, es tan simple como conectar el cable superior y el juego que tenemos en marcha se verá representado en la pantalla grande. Ahora bien, en según qué casos, quizá tengamos que hacer unos ajustes. Primero, porque algunos juegos se adaptan bien a las nuevas resoluciones, pero otros que hemos probado pueden representarse a 720p u 800p, como se ven en Steam Deck, si enchufamos la consola en mitad de una partida.

Para subsanar esto, tenemos que cerrar el juego y abrirlo directamente en el modo televisión. Ah, y en este momento conviene aclarar que Steam Deck no es como Switch en esta transición, que identifica si está conectada o no al Dock y utiliza una configuración gráfica mejor. Steam Deck, por mucho que esté conectada al Dock, no se beneficia de ninguna mejora. Digamos que la "potencia máxima" que puede alcanzar ya está desbloqueada de serie en la propia consola en sí. Eso sí, consumiendo más batería.

Además, al conectar la consola a la estación de acoplamiento, también he notado que hay algunos juegos donde hace falta hacer otro paso previo, en el caso, por ejemplo, de que quieras utilizar un mando. Mientras que en juegos como Portal 2 el cambio de control es instantáneo, tanto al enchufar la consola a la televisión como al volver a cogerla, en Dishonored, por ejemplo, no es tan eficaz. En este caso, si utilizas un mando de Xbox o de PlayStation, tendrás que indicar en el menú de Steam Deck que quieres usar ese mando como principal y, para ello, deberás usar la función de reordenar los mandos y poner ese cómo principal.

Estos ajustes que he mencionado realmente pueden hacerse en cuestión de segundos, así que, técnicamente, no deberían suponer ningún problema. Pero es cierto que, en algunos casos, lo alejan de esa experiencia perfecta de plug and play, de conectar la consola y que todo se autoconfigure a la perfección si el juego no se adapta. No tengo dudas de que, al ser un dock oficial, Valve seguirá retocando el firmware para que estas opciones sean más cómodas en el futuro con más juegos, permitiendo incluso crear perfiles de ajuste como ya lo ha hecho anteriormente con otras opciones de la máquina.

¿Está justificado el precio de 99 euros?

Y por fin llegamos a la cuestión del precio. Como decía al principio de este vídeo, la estación de acoplamiento tiene un precio de 99 euros. ¿Está justificado? Sí creo que es algo más caro de lo que esperaba, pero es una pregunta que es muy difícil de responder con un sí o un no, porque es cierto que tiene los mejores componentes, entradas y salidas que puedas esperar de un dock. La cuestión es si las vas a aprovechar al máximo. Lo mismo no te interesa en absoluto el 4K ni un DisplayPort 1.4. Lo mismo no necesitas 1 Gigabit de Ethernet ni tres entradas USB.

Pero creo que los factores definitorios para tomar tu decisión son los siguientes: en primer lugar, ¿cuánto vas a usar tu consola conectada al dock? ¿Qué tipo de uso le vas a dar? En segundo lugar, ¿te viene bien un cargador extra, el cual considero que es clave para entender este precio o puedes vivir sin él perfectamente? Y en tercer lugar, ¿cuánto valoras el hecho de que sea un accesorio oficial y que Valve el día de mañana pueda actualizar el firmware para que estos detalles que hemos comentado en este vídeo, como la reordenación de mandos, la adaptación de la resolución, etcétera, se vayan subsanando con el tiempo?

Creo que esas son las preguntas que cada uno debe hacerse a la hora de decantarse por el dock oficial, uno de terceros o incluso ningún dock en absoluto, porque quizá no va a sacarle tanto provecho. Hay que tener en cuenta, además, que el Dock es compatible con tu ordenador, por lo que quizá puedas darle otro uso aparte de tu Deck, como una forma de extender los puertos y salidas de tu portátil, por ejemplo.

En mi opinión, como todo el camino que ha recorrido Valve con su Steam Deck, resulta un hardware muy interesante, para un uso quizá muy específico, pero sin duda muy cómodo y que en su lanzamiento es bueno, pero no perfecto. De eso ya se ocuparán las constantes actualizaciones a las que ya estamos acostumbrados y que en este medio año de consola ya han subsanado problemas y aumentado las posibilidades del dispositivo. Pero si quieres una opción segura, no hay duda de que Valve ha fabricado un producto sólido y que cubre todos los perfiles de jugadores de su portátil. Puedes comprar el dock de Steam Deck en la tienda de Valve.