A nadie nos gusta que las cosas suban de precio, pero la realidad es que lo están haciendo. La explicación en la mayor parte de casos tiene que ver con la inflación, aunque en el caso de los videojuegos se está dando una circunstancia especial: el auge de un nuevo tipo de consumo derivado de los nuevos servicios de suscripción. El juego digital y por streaming está haciéndose un hueco cada vez más importante, sobre todo, entre los poseedores de una PlayStation 5 o una Xbox Series.
PlayStation Plus ha subido sus precios de forma sustancial, y Phil Spencer ya nos ha advertido de que Game Pass hará lo mismo en el futuro, y que resulta algo inevitable. La pregunta es: ¿por qué? Es muy sencillo explicarlo en pocas palabras alegando que las compañías quieren más beneficios, pero no sería desde luego el diagnóstico más exacto. Aquí intervienen muchos factores, desde la calidad de las plataformas hasta el número de suscriptores, los cuales explican la situación que estamos atravesando. Una nada agradable, nadie quiere pagar más, pero es interesante comprender qué es lo que está sucediendo.
PS Plus subió precios con el objetivo de mejorar la calidad de su catálogo
El efecto Netflix en el precio de Game Pass y PS Plus
En realidad, si nos fijamos en las plataformas de streaming de vídeo, nos damos cuenta de que la historia que estamos viviendo con los videojuegos no es nueva. Desde su lanzamiento, estos servicios han incrementado el precio de suscripción, en algunos casos de manera abrupta. Netflix ha pasado de los 8,99 dólares iniciales a los 15,49 dólares actuales (una subida de más del 50%), mientras que otras más recientes como Disney Plus ya les ha dado tiempo de experimentar algún incremento sustancial.
De hecho, si nos centramos en las razones que llevan a Netflix, Disney, HBO o Paramount a subir precios, podemos encontrar muchos paralelismos a lo que está ocurriendo con PS Plus y Game Pass. En primer lugar, los costes. Todos los servicios en sus inicios eran más bien modestos, con un catálogo bueno pero obviamente mejorable. Con el paso del tiempo, los contenidos han ido a más, y eso es algo que paga el consumidor. ¿Cómo? En su cuota mensual, está claro.
Con Game Pass, la marca Xbox está decidida a darlo todo en su servicio de suscripción
En el caso del mundo de los videojuegos, no existe una total transparencia a la hora de explicar los motivos que llevan a PlayStation o Xbox a incrementar estas cuotas. En su día, Sony se limitó a decir que esto le iba a permitir ofrecer juegos y ventajas de calidad a los usuarios. Por su parte, Phil Spencer declaró que no le gusta subir el precio, pero que es algo que tarde o temprano tiene que suceder. Sin embargo, en los famosos mails filtrados de Xbox, se pudieron conocer algunos de los importes por tener ciertos juegos en Game Pass, los cuales ascendían a unas estimaciones de 200-300 millones de dólares en algunos casos.
Desde luego, se trata de cifras significativas. Para mantener el interés en estas plataformas, se requieren acuerdos importantes (y en algunos casos muy caros). Esto en parte puede financiarlo que dispongan de cada vez más suscriptores. Según estos datos, Game Pass habría duplicado el número de suscriptores en los últimos años, pasando a tener actualmente unos 25 millones de usuarios. Por su parte, PS Plus tiene cerca del doble, pero su crecimiento habría sido mucho menor en la misma franja de tiempo. Esto podría explicar que Sony tenga más dificultades para financiar su servicio, y por tanto una mayor necesidad por subir el precio.
Llevar a Game Pass un juego como Mortal Kombat 1 costaría unos 250 millones de dólares
Sin embargo, los factores son muy diversos y es imposible generalizar. Por ejemplo, los servicios de vídeo por streaming están adoptando medidas para contener los precios como incorporar publicidad. También, con el objetivo de incrementar la base de usuarios, tomaron la polémica decisión de no permitir la compartición de cuentas. Es una realidad que los servicios de streaming están alcanzando su techo, con un crecimiento prácticamente plano, y esto es algo que tarde o temprano acabará por llegar al mundo de los videojuegos. Probablemente, ya lo esté haciendo.
Es muy posible que Xbox Game Pass y PlayStation Plus sigan siendo rentables y creciendo en términos de calidad, pero no sin estrategias. Llamadlo subidas de precios, publicidad o dejar de permitir compartir cuentas, pero a Microsoft y Sony al final les tienen que salir las cuentas, sin que con ello dejen de ofrecer servicios con una relación calidad-precio ajustada. No siempre lo van a lograr, pero deben intentarlo si no quieren cancelaciones. ¿Tenéis buenas o malas expectativas? ¿Cómo podría evolucionar esto en los próximos años? Nos leemos en los comentarios.
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