Análisis de Shin Megami Tensei 5. El JRPG en el que más veces me han matado, ¡y quiero seguir jugando!

Análisis de Shin Megami Tensei 5. El JRPG en el que más veces me han matado, ¡y quiero seguir jugando!
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Soy un gran amante de la saga Shin Megami Tensei. Son juegos herederos de los primeros RPG occidentales de avanzar por pasillos y superar combates muy difíciles. Con SMTV, la saga da un tremendo paso adelante con unos escenarios muy abiertos que consiguen hacer suyas esas mismas sensaciones clásicas.

Me ha encantado Shin Megami Tensei V. Sabía que me iba a gustar, pero no hasta este punto. La saga da un gran paso hacia adelante con este videojuego pero sin alterar ninguno de sus principios básicos. Seguimos teniendo combates durísimos; tanto, que si no te concentras al máximo te puede matar absolutamente cualquier enemigo del campo de batalla. Hay que seguir subiendo de nivel a cada paso, elegir con precisión milimétrica a cada miembro de nuestro escuadrón, ajustar cada uno de sus ataques y fusionar demonios hasta la extenuación para que sean capaces de acabar con cada jefe final. Y así una y otra vez y sin descanso. Porque Shin Megami Tensei V, pese a la evolución que supone este juego para la franquicia, sigue siendo eso: combates intensos contra demonios manejando a otros demonios, sin concesiones. Esto nunca ha dejado ser una extenuante y apasionante labor de ingeniería y genética de cada uno de los diablos que escoges, reclutas y entrenas para combatir. Esta quinta entrega numerada es justamente eso, pero con todo mejor ajustado, más profundo y con una exploración asombrosa.

Antes de empezar con el análisis, un aviso: esto no es Persona 5. La subsaga Persona tiene su punto fuerte en la historia y en sus personajes. Avanzamos por los palacios deseando saber algo más de lo que se nos quiere contar. Pero el pilar central de SMT son las luchas. La historia, aunque la que se cuenta es notable y va mejorando a medida que el juego avanza, importa algo menos y tarda mucho en arrancar. Aquí venimos a hacer un millón de combates y a rompernos la cabeza con el diseño de la estrategia previa a ellos; me he pasado más tiempo en los menús que en el juego en sí. En mi opinión, esa es la gran diferencia entre estas dos gigantescas series de JRPG. Las dos comparten universo, comparten ideas, pero sus corazones laten a distintos ritmos. Y las dos son maravillosas a su particular manera.

Dicho esto, ¿qué ofrece Shin Megami Tensei V? Este intenso JRPG nos traslada de nuevo a la ambientación y contexto habitual de la saga: las batallas entre ángeles y demonios en Tokio. En esta ocasión, los demonios han triunfado sobre el bien y la capital japonesa ha caído en desgracia. Nuestra labor es fusionarnos con uno de ellos, convertirnos en Nahobino, aliarnos con las tropas de los ángeles y frenar el desastre. La historia alterna etapas en el inframundo y otras en Tokio. En las primeras avanzamos por áreas abiertas plagadas de enemigos, muchísimos secretos, misiones secundarias, enemigos de nivel superior que tendremos que retar cuando terminemos el juego, así como tareas que hacen avanzar la historia principal.

Persona y Shin Megami comparten ideas, pero sus corazones laten a distintos ritmos

En Tokio somos un estudiante que tiene que vivir como tal, pero también impedir que los demonios devoren a los humanos. Esto puede sonar mucho a Persona, y lo cierto es que el juego le hace guiñitos al spin-off. De hecho, los diablos aprovechan traumas de los jóvenes para tentarlos y apoderarse de sus cuerpos, lo que nos recuerda a los motivos por los que se crean los palacios en Persona 5. Pero aquí no hay todo esa construcción lúdica de amistad, citas, amor y desengaños. Son espacios que el juego aprovecha para darnos tramos de historia o superar alguna mazmorra puntual. Lo mejor, y el sobresaliente trabajo de Atlus, está en nuestros paseos por el mundo dominado por el mal.

El JRPG en el que más veces me han matado, ¡y quiero seguir jugando!

He alucinado con el diseño de las zonas de exploración. En serio. Soy un apasionado de juegos como Etrian Odyssey o Legend of Grimrock. En estos videojuegos tenemos que explorar enormes laberintos claustrofóbicos. Cada paso que damos corresponde a una casilla, y en cada una de ellas ocurre algo que no te esperas porque los muros del laberinto te impiden predecir nada. SMTV ha logrado replicar esa sensación, pero en espacios abiertos, ¿cómo? Usando la verticalidad, las construcciones, la cámara y los obstáculos. Sus zonas son una apasionante mezcla entre los RPG clásicos y el diseño de mundos semiabiertos actuales. En lugar de una casilla, hay un patio de colegio, un parking o un foso, pero es lo mismo en esencia. Y como ocurre en esos juegos de rol laberínticos, Shin Megami Tensei V usa cada recoveco para ocultar todos esos secretos que mencionaba antes: nuevos demonios que reclutar, esencias de enemigos para fusionar con nuestro ser, objetos, estatuas de antiguos demonios que nos dan experiencia, conversaciones y puntos de gloria que tendremos que canjear por habilidades pasivas. Y necesitarás encontrar todo esto si quieres superar los durísimos combates del videojuego.

Excelente equilibrio entre exploración y combates

El JRPG en el que más veces me han matado, ¡y quiero seguir jugando!

Y aquí viene el porqué este videojuego te tendrá horas y horas jugando, explorando y peleando, con una sensación constante de que estás ante un videojuego inagotable. El bucle jugable habitual de SMTV es el siguiente: vas tan contento con tu personaje bien preparado y tus otros tres demonios bien entrenados. Te crees el rey del mambo, pero aparece el jefe de zona y te pasa la mano por la cara. Te da tal paliza que crees que es un enemigo imposible, o que se trata de uno esos monstruos "narrativos" que tienen que matarte para que la historia avance, pero no. Te vence, te manda de vuelta al punto de guardado y, ¿qué tienes que hacer? Explorar a fondo la zona en busca de nuevos demonios que reclutar, misiones secundarias, nuevas esencias y gloria. Te toca rediseñar a todo tu pelotón para ser el mejor contra ese jefe en concreto. Y esto te tocará hacerlo una y otra vez. Es agotador, pero también divertidísimo, y funciona porque el combate es muy, muy exigente. Si las peleas fueran fáciles, no necesitarías exprimir a fondo los escenarios. Simplemente, avanzarías sin más. Pero como cada líder de zona se convierte en un muro indestructible, te toca armarte bien para derrotarlo.

El JRPG en el que más veces me han matado, ¡y quiero seguir jugando!

Si nunca has jugado un Shin Megami Tensei, y esto de buscar nuevos demonios te suena raro, te lo explico. En resumidas cuentas, esto es algo así como un Pokémon. Solo que, en lugar de hacerte con bichos monísimos, capturas demonios. Y hay que cambiarlos y conseguir otros nuevos en función del enfrentamiento porque cada uno tiene siete resistencias elementales, pasivas únicas y es más efectivo con un tipo determinado de ataque. Si el demonio de tu grupo es débil a fuego, y el jefe que quieres matar usa fuego para atacarte, conseguirá un turno extra por aprovechar esa debilidad. Pero no solo eso. Si el rival ataca con oscuridad, y consigues tres demonios que son invulnerables a oscuridad, le robaras turnos al enemigo. Esto es importante porque hay varios jefes finales que, si te atacan solo una vez, ya te matan. Precisamente por esto funciona tan bien la relación entre combate y exploración. Para ganar las batallas hay que explorar, y por eso es genial este nuevo planteamiento de los escenarios.

Este concepto de juego hace que la duración se extienda muchísimo, y siempre sentirás que te queda algo por hacer, algo por mejorar y un nuevo combate por superar. Y cuando sientas que el juego se está agotando, es justo cuando la historia cobra protagonismo y te anima a avanzar. Es un bucle jugable tremendamente adictivo si te van los turnos. Claro que también hay una gran pega: puede que esto te resulte extenuante y sientas que el juego no tiene un ritmo natural. Por fortuna, si ahora mismo estás pensando esto, SMTV incluye un modo de juego que se llama casual. Activándolo, todo esto se suaviza mucho; claro que entonces ni explorarás tanto ni disfrutarás tanto de los rigores del combate.

El JRPG en el que más veces me han matado, ¡y quiero seguir jugando!

Es algo así como Pokémon, pero capturando demonios

El tema de la duración es importante. Shin Megami Tensei V es un juego larguísimo, pero con una duración que variará mucho en función de cómo lo juegues, o incluso en si aciertas con tu elección de tropa. A mí se me hicieron cuesta arriba más de un par de tramos por haber sacrificado a varios de mis demonios clave para crear a otros, por lo que tuve que volver a invocarlos, subirlos de nivel… así que reserva varias semanas si quieres hacerlo todo y verlo todo. Y querrás verlo todo. Artísticamente, Shin Megami Tensei V es maravilloso. Nunca un título de esta serie se vio tan bien. Los apocalípticos escenarios, los personajes y los demonios son estupendos. El único problema es la resolución, que le da al juego un aspecto un tanto difuminado en portátil. Sin embargo, y para equilibrar esto, el rendimiento es estupendo y se ve muy bien en sobremesa. No hay caídas de frames y todo se mueve de forma estable y sin molestias. En el apartado sonoro, el videojuego es algo más discreto, pero no tiene problemas en acompañar con intensidad los combates y con más tranquilidad las zonas de exploración.

Si te gustan los retos, es un imprescindible en Switch

El JRPG en el que más veces me han matado, ¡y quiero seguir jugando!

Como creo que ha quedado claro por este texto, Shin Megami Tensei V se ha convertido, desde ya, en un juego que para mí es fundamental en Switch si lo que propone te gusta. Pero, eso sí, lo que propone te tiene que gustar. Sus combates son muy, muy difíciles. No se gana la batalla aporreando botones. Todas y cada una de las luchas, también contra los enemigos normales, te exigirán pasarte un buen rato reajustando, cambiando y mejorando a tus demonios. Y reclutarlos no es tan sencillo como en Persona 5. Aquí no está tan clara la naturaleza de los diablos, y dependes del ciclo de la luna para que sean más afines a irse contigo. Las invocaciones de demonios que hacemos desde el menú son muy caras, y aquí el dinero no abunda. Las habilidades pasivas de nuestro personaje, tan necesarias, no se obtienen de forma lineal, tienes que comprarlas con Gloria, y es una moneda que no abunda. Te puedes equivocar y el juego se hará más difícil.

Artísticamente, Shin Megami Tensei V es maravilloso

SMTV es a veces tan malvado que quien te está dando una misión secundaria se puede enfadar, levantarse y retarte a un combate, y el juego no te avisa de que te supera por varios niveles. La historia se presenta al principio del juego muy desordenada, básica y carente de sentido, y no es hasta que llevas unas cincuenta horas de juego que empieza a cobrar interés. No hace falta haber jugado a los anteriores para seguir la historia, pero ayuda mucho haberlo hecho. Es decir, aquí se viene a sufrir. Sin embargo, si aceptas el desafío, Shin Megami Tensei V te recompensará con algunas de las mejores batallas que has jugado en tu vida, con unos mundos dibujados con muchísimo estilo, y con una navegación por menús que nada tiene que envidiar al mejor de los videojuegos de puzle. Creo que el mejor resumen que puedo hacer de mi experiencia por SMTV es que, pese a haberle dedicado horas y horas al juego, sigo jugándolo para acabar de verlo todo y de matarlo todo. Porque el título se lo merece. Mi recomendación es que aceptes el desafío. Este es el mejor SMT para iniciarse en la serie, y a los jugadores veteranos también les apasionará. Atlus lo ha clavado, una vez más.

El JRPG del año

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El JRPG en el que más veces me han matado, ¡y quiero seguir jugando!

Shin Megami Tensei 5

Por: El equipo de 3DJuegos
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En lo que va de año, Shin Megami Tensei V es, para mí, el JRPG que más he disfrutado. Sé que a muchos les echará para atrás que la base del juego sean unos combates por turnos extremadamente exigentes, pero a mí eso me ha encantado. Y no porque sea un masoca, sino porque su exploración, ritmo de juego, historia y menús están preparados para que esa idea funcione, enganche y te haga jugar sin parar. Además, sus mundos son apasionantes, artísticamente y gráficamente es fantástico, y cuando su historia despega, se suma a la fiesta para redondear una experiencia que se juega genial en Switch. Es un JRPG largo, de combates perfectos, exploración apasionante y gráficos a la altura. A por él.

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5 Cosas que debes saber:
  • SMTV es mucho más difícil que Persona 5
  • Aquí lo más importante son los combates
  • Los textos están en español
  • Sus mundos ahora son semiabiertos, ¡viva la exploración!
  • Si te agobia la dificultad, hay modo casual
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés y japonés
Duración: 50-100 horas
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