Tiene lo suyo que el cine más cañero, punk y contestatario de los últimos años lo esté firmando un señor de 79 años como es George Miller. Aunque tal vez tenga todo el sentido, y que precisamente sean los viejos rockeros los que tienen que volver a la trinchera para gritarle a la sociedad que se encuentra en un rumbo suicida. Miller lleva desde 1979 advirtiéndonos de lo que viene con su saga Mad Max, de ese futuro que está a la vuelta de la esquina, y no parece que la humanidad le esté haciendo caso. Quizá por ello ahora grita todavía más fuerte y tanto Furia en la Carretera (2015) como esta precuela, Furiosa, sean el espectacular hiperbólico, épico, sucio, violento, desproporcionado y endiabladamente inteligente que necesitamos como sociedad. Un revulsivo de alto octanaje fascinante y maravilloso.
La ambiciosa puesta en escena
Protagonizada por Anya Taylor-Joy y Chris Hemsworth, la trama se sitúa 15-20 años antes de los eventos de la cita Furia en la Carretera, centrándose en la joven Furiosa mientras lucha por regresar a su hogar desde el dominio de un señor de la guerra. El filme se destaca por su ambiciosa producción, con un presupuesto de 168 millones de dólares y un ambicioso rodaje que tuvo lugar en Australia.
La dirección de arte es impecable, con escenarios que parecen sacados de una pesadilla postapocalíptica
Furiosa no se contiene en nada. Desde el primer momento, la película nos sumerge en un mundo desolado y brutal, donde cada detalle contribuye a crear una atmósfera única. La dirección de arte es impecable, con escenarios que parecen sacados de una pesadilla postapocalíptica. La fotografía de Simon Duggan es deslumbrante, capturando la vastedad y la desolación del desierto con una belleza diametralmente opuesta a la última apuesta de Denis Villeneuve con Dune. Pero lo que realmente destaca es la narrativa visual de Miller, que utiliza la acción y el movimiento de la cámara para contar la historia de una manera emocionante y visceral. Pocos directores en activo colocan la cámara y la mueven con el estilo y el arte de Miller.
El montaje alocado y las composiciones de escena
El montaje de Furiosa es frenético y caótico, pero en manos de Miller, funciona de maravilla gracias al portentoso trabajo de Margaret Sixel, a quien Mad Max le debe tanto como a Miller. Las escenas de acción están coreografiadas con una precisión asombrosa, y la edición rápida y dinámica mantiene el ritmo frenético de la película. Además, Miller es un maestro en la creación de composiciones de escena memorables, utilizando el encuadre y la composición para transmitir emociones y crear momentos impactantes en la pantalla.
Todo esto hace que Furiosa destaque con una tremenda personalidad visual. La película rebosa de creatividad y originalidad, con un estilo visual único y un tono audaz y provocador. Miller no tiene miedo de llevar las cosas al límite, y el resultado es una película que se siente fresca y emocionante en todo momento. Cuando el espectador llega al límite, Miller ha ido y vuelto ya varias veces.
Furiosa también es una película con mucho que decir, y está impregnada de crítica social y política
Pero más allá de su espectacularidad visual, Furiosa también es una película con mucho que decir. Como todas las películas de la saga Mad Max, está impregnada de crítica social y política, haciendo del feminismo y la ecología su bandera. A través de su historia de venganza, la película aborda temas como la opresión, la desigualdad y la lucha por la supervivencia en un mundo despiadado. Y ya podéis intuir que Furiosa me ha encantado, claro. Pero Furiosa no es perfecta, ni mucho menos.
El quinto jinete del apocalipsis
Por supuesto, Furiosa no carece de puntos flacos. Tiene en sí misma a su peor enemigo, porque es la precuela de una película que resulta superior en todos los aspectos. Si a Furiosa le puedo poner un 9 como nota del uno al diez, a Furia en la Carretera no me queda otra que otorgarle un superlativo 12 o 13. El ritmo es increíble, y una vez que pilla velocidad, es imparable, pero como al enorme camión que conduce Furiosa, le cuesta arrancar y alcanzar esa imparable velocidad terminal. Claro, si Furia en la Carretera era una frenética huída, es comprensible que el ritmo sea diferente con Furiosa, que es una historia de venganza mucho más al uso.
El punto negativo más llamativo se lo achaco a algunos planos de efectos visuales, vergonzosamente digitales y algo sonrojantes para una película de este nivel, pero se suplen, como decía antes, con una ideas extraordinarias a la hora de narrar visualmente, que es de lo que se trata.
A nivel interpretativo, la película se la come un narigudo Chris Hemsworth como Dr. Dementus, que suple sus carencias interpretativas con un carisma tremendo. Anya Taylor-Joy toma el relevo de la tremendísima Charlize Theron como Furiosa, y aunque cumple, carece de esa presencia impresionante de Theron, de quien el espectador se convence de que es una superviviente en el peor de los infiernos con solo una mirada. Esta versión más joven de Furiosa aporta más matices al papel, y seguramente empatice más con el público, pero me ha resultado difícil creérmela como quinta jinete del apocalipsis. Tengo que destacar finalmente el papel de Tom Burke como Praetorian Jack, que aunque sale poco en la peli, parece un tipo de confianza, mucho más de lo que lo ha sido el bueno de Max durante toda la franquicia.
¡Sed testigos!
La película llegará a los cines el próximo día 24 de mayo acompañada de una recepción generalmente muy positiva entre la crítica, destacando su dirección impresionante, sus secuencias de acción emocionantes y su mensaje social y político. Me sumo a ellos, por supuesto: es un tremendo peliculón. Sin embargo, no alcanza el mismo nivel que su predecesora, tal vez porque a pesar de todos sus hallazgos visuales y los hipnóticos momentos que deja en pantalla, Furiosa sorprende menos que la película de 2015, que realmente supuso un vuelco para la franquicia. Hablando de la franquicia, esta película por momentos tiene más de Mad Max; El Guerrero de la Carretera (la entrega de 1981) que de Furia en la Carretera. De hecho, algunos de sus momentos más brillantes tanto en su visualización como en su ejecución, fueron descartes de escenas de Furia en la Carretera que tal como cuenta Kyle Buchanan en su crónica del proceso de producción, se quedaron fuera de la película. El caso es que con Miller da igual de dónde vengan las ideas porque les saca un brillo cromado deslumbrante.
Furiosa es una película que no te dejará indiferente. Con su espectacular puesta en escena, su narrativa visual audaz y su mensaje potente y provocador, es una obra que se queda grabada en la mente mucho después de que las luces se enciendan en el cine. Como ocurría con Dune. Parte 2 hace unos meses, los cines, como espectáculo, se crearon para esto. Así que buscad la sala con la pantalla más grande y el mejor sonido que podáis y dejaos llevar en este loco viaje. ¡Sed testigos!
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