Tras el festival de obleas que supuso la era dorada del cine de artes marciales de los años 70, con Bruce Lee como incontestable ídolo y estrella, los años 80 y 90 siguieron explotando el género buscando cada vez disciplinas y escenarios más exóticos que no lograron evitar su ocaso. Con todo, nos encontramos con esta pequeña joya del mamporro que, si bien triunfó más en las estanterías de los videoclubs de barrio que en las salas de cine, encumbró a Jean-Claude Van Damme como una de las grandes estrellas del cine de acción: Kickboxer.
El mejor de los mejores
Estrenada en 1989, esta película no solo consolidó a Jean-Claude Van Damme como uno de los iconos más violentos de la cultura pop de los 90, sino que también nos regaló algunas de las escenas de entrenamiento más memorables y alocadas del cine. Uno de estos momentos, donde Kurt Sloane, interpretado por Van Damme, es perseguido por un perro, tiene una historia tan curiosa como la escena misma.
Esta escena, tan absurda como divertida, tiene sus raíces en la vida real de Van Damme. Cuando era joven, Van Damme fue instruido por su maestro de karate llevando un traje de protección para soportar los intentos de un perro entrenado por derribarlo. Este curioso recurso educativo demuestra la intensidad y la singularidad del entrenamiento de este campeón de artes marciales. En Kickboxer, esta anécdota se traduce en una de las muchas pruebas que Kurt debe superar bajo la cruel tutela de Xian Chow. En la escena, Xian ata un pedazo de carne a la pierna de Kurt y lo suelta en la selva, donde su perro lo persigue implacablemente. Este método poco convencional es parte de la filosofía de entrenamiento de Xian, que no solo busca fortalecer el cuerpo de Kurt, sino también su mente y espíritu.
A pesar de las críticas generalmente negativas que recibió en su momento, y con razón, Kickboxer ha perdurado como un clásico de culto entre los fans de las artes marciales y del cine de acción. ¿Quién ha visto esta película y no ha terminado vitoreando "¡Nun Tsu Kao, Nun Tsu Kao!"? La película, considerada pura serie B por su bajo presupuesto, logró recaudar 50 millones de dólares, lo que tampoco está nada mal.
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