Vaya por delante que siempre he apostado por el formato físico. Todavía hoy día me duele de una manera especial pagar 70 euros u 80 euros, incluso, por una versión digital. Y es que, por mucho que quieran transmitirnos algunos integrantes de grandes compañías que los jugadores no poseemos realmente los juegos, con el formato físico sí que lo hacemos. Puedes jugar con el disco, puedes prestarlo, regalarlo, venderlo o tirarlo por la ventana. Es un bien material. Es un activo. El digital, en cambio, es efímero.
Otra de las razones por las que he defendido todos estos años el formato físico es por una tonadilla que resonaba mucho cuando nació el digital. Se decía que ahorraría costes, puesto que no habría que fabricar cajas, manuales (se los fumaron igualmente), discos y precios de transporte. Pero el resultado final es que el juego en digital terminó costando el mismo precio que el físico, por lo que no veía razón para apostar por este formato, más allá de la comodidad que supone para algunos usuarios. A día de hoy, y tal como suenan de fuerte algunas unidades de disco, le añadiría también este factor.
Pero, ¿qué ha pasado en los últimos meses? Que, curiosamente, dos compañías han cumplido con eso que os decía antes de ahorrar costos. Alan Wake 2 y Hellblade 2 son juegos de gran presupuestos que llegan solo en digital y a un precio de 49,99 €. Yo estos precios de salida en superproducciones no los veía desde hace más de diez años en las versiones de PC. Y me resulta curioso porque estamos acostumbrados a que cuando el mercado asimila algo, como los precios de 70-80€, ya se tira para adelante. Como cuando te dicen que la cosa está muy mal y sube el precio de la alimentación; luego se solucionan los problemas y los precios, sin embargo, no bajan. Bueno, pues en este caso, al menos hay que concederle a Remedy/Epic y Microsoft que sí lo han hecho. Perdemos el digital, pero volvemos a tener juegos 20-30€ más baratos que la norma actual.
Alan Wake 2
¿Un cambio en el consumidor?
¿Significa esto que me cambio de bando? No exactamente, me sigue gustando el formato físico y me sigue extrañando comprar juegos de más de 40€ en digital (tengo por ahí como una barrera psicológica). Pero lo que quiero decir es que podría haber sido mucho peor. Estas y otras compañías podrían tomar la unilateral decisión de ofrecer sus juegos solo en digital y a 80 euros. Que se lo digan a Blizzard que aterrizó hace tiempo en Steam (en esa época en que los juegos costaban 44,95€) con juegos a 60€ y ya va por los 70€. Así que no estamos tan mal. Creo que hemos esquivado una buena bala y, además, los jugadores que sí apuestan sólo por el formato físico tienen la suerte de acceder a juegos más baratos desde el día 1. Prácticamente el precio de la primera rebaja que se le hace a un videojuego.
Por supuesto, todo esto abre múltiples debates acerca de quién es el propietario real de un juego, del acceso a compartir o vender títulos digitales e incluso de la preservación del videojuego. Desde ya creo que los jugadores debemos seguir defendiendo los derechos de posesión de un producto adquirido, que es la verdadera guerra. Fijaos si no las palabras de Philippe Tremblay, de Ubisoft: "Una de las cosas que vimos es que los jugadores están acostumbrados, un poco como con el DVD, a tener y poseer sus juegos. Ese es el cambio que debe producirse en el consumidor. Se han acostumbrado a no poseer su colección de CD o DVD. Es una transformación que ha tardado un poco más en producirse en nuestra industria. A medida que los jugadores se sienten más cómodos en ese aspecto... no pierden su progreso. Si reanudas la partida en otro momento, tu archivo de progreso sigue ahí. No se ha borrado. No pierdes lo que has construido en el juego o tu compromiso con el juego. Se trata de sentirse cómodo sin ser dueño del juego".
Senua's Saga: Hellblade II
“El cambio que debe producirse en el consumidor…”. No poseer el juego significa no prestarlo, no venderlo, no poder tirarlo por la ventana. Con los servicios de suscripción, incluso, no poder jugarlo si no pagas el mes correspondiente. Soy consciente de la industria en la que nos encontramos y que, me guste más o menos, el formato físico puede que termine desapareciendo o quedando relegado a pequeñas empresas tipo Limited Run. Vale, hagamos bien entonces la transición al digital. Los precios ajustados es un buen comienzo, pero necesitamos más derechos como tenemos con el formato físico. La opción Family Sharing de Steam es genial y la creación de un mercado digital de licencias sería el último paso para que el usuario pudiera elegir qué hacer con aquello que compra. Pero la pregunta sigue en el aire. Vosotros, ¿qué haríais? ¿Estáis dispuestos a aceptar juegos solo en formato digital si son 20 o 30 euros más baratos?
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