Tengo que reconocer que, aunque me gusta indagar en el catálogo de esas joyas ocultas, diferentes y extrañas que pueblan el mundo del videojuego, esta me ha pillado completamente por sorpresa. Y es que, si no nos fijamos en la cantidad de reseñas positivas que acumula en Steam por su acceso anticipado, sería fácil que pasara desapercibido. ¿Un juego en el que manejamos a un orondo submarinista que se dedica a cazar peces con un arpón para luego servir sushi en un restaurante? La propuesta puede parecer extraña y poco atractiva, pero nada más lejos de la realidad: Dave the Diver es un juego apasionante, adictivo y que ya puedo añadir a una de las sorpresas del año.
Somos Dave, un tipo retirado que disfruta de sus vacaciones en la playa hasta que, no sabemos muy bien cómo, la promesa de comer sushi que nos hace nuestro amigo Cobra se convierte en ponernos el traje de buceo, conseguir nosotros los peces y después servir platos en un restaurante japonés. Que este sea el planteamiento de la aventura no deja de confirmar lo que, en el fondo, todos sabemos: no se trata del qué sino del cómo. En el momento en que termines el tutorial y empieces tus primeros días te darás cuenta de que hay algo que te incita a seguir jugando irremediablemente. Tiene ese punto de obsesión que logran los juegos de gestión, desde grandes como Civilization a pequeños como Punch Club, que limitan tu rango de movimiento y habilidades lo suficiente como para querer seguir progresando en la aventura.
Y en esto Dave the Diver es un experto, pero va más allá. No se trata solo de lograr mejorar tus estadísticas para conseguir mejores peces, más dinero que te permite inmersiones más largas y profundas, mejor equipo, etc, como haría cualquier otro juego. El equipo de MINTROCKET ha llenado el juego de historias, personajes y actividades que le dan una variedad que pocas veces he visto. Conocerás personajes estrambóticos que te pedirán reliquias y especies extrañas de las profundidades marinas, conocerás a una civilización que vive en ellas, y que tienen sus propios personajes e historias, se profundiza en la historia de cada uno de tus compañeros y todo lo hace acompañado de minijuegos, todos divertidos y tan dispares como juegos de ritmo, de machacar botones e incluso de sigilo.
Lo que ha hecho MINTROCKET, básicamente, es lo que pocos juegos se atreven. En vez de construir una base y mecánica de juego que se repite y en la que se profundiza (la base de todos los videojuegos), prefiere incorporar todo el rato nuevos conceptos que le dan una variedad completamente absurda. Lo curioso es que su principal componente, la exploración submarina, es ya de sobra gratificante. Posee un factor de riesgo y recompensa muy ajustado por el cual, si te sumerges demasiado hondo, corres el riesgo de perder todo lo encontrado si no llegas a la superficie a tiempo. Y, por si fuera poco, en lo profundo de esta fosa marina se encuentran también peligros en forma de jefes finales como un pulpo gigante, por ejemplo, que ataca a los barcos de la zona.
Un juego que contiene muchos
Es, por tanto, muy difícil no caer en su encanto. Ayuda mucho un estilo visual sencillo, pero efectivo basado en esa técnica que cada vez me gusta más de mezclar el 3D con el pixel art, texturizando así toda la fauna marina y algunos fondos que lucen muy bien y conforman unos escenarios procedimentales para explorar bajo el agua.
Os va a extrañar la comparación, pero aunque no comparta los mismo géneros ni estilo, Dave the Diver tiene el alma de un Nier. Es uno de esos juegos que está todo el rato transformándose, para pasar de la aventura y acción, a la gestión, al RPG, a los minijuegos, e incluso hay momentos donde se llega a transformar en una novela visual. La propia historia, que parece siempre rozar la comedia y el tono ligero, aunque lo mantiene, es capaz de darle capas de profundidad a los personajes apoyado también en algunas pequeñas cinemáticas animadas con mucho mimo y con la que es incapaz de no dibujar una sonrisa.
Llegados a este punto, creo que solo se puede decir eso de que "tienes que probarlo para creerlo". Dave the Diver demuestra la importancia del diseño y la planificación en un videojuego en el que priman las buenas ideas dentro de una base sencilla, y que entiende el carácter reiterativo de los videojuegos con el que lucha constantemente para mantener interesado al jugador. Como un restaurante que se preocupa por renovar sus platos, nunca por hecho que ya has entrado en su mecánica. Y, cuando te das cuenta, eres tú el que has picado el anzuelo.
En 3Djuegos | El survival de las profundidades marinas llega a consolas. Análisis de Subnautica
En 3Djuegos | Análisis de The Dark Pictures: Man of Medan, miedo y muerte en alta mar
En 3Djuegos | 9 videojuegos que son tan difíciles que te piden un descanso: sangre, sudor y Fanta
Ver 7 comentarios