Tras Baldur's Gate 3, he comenzado una nueva aventura. Se llama Broken Roads. Es un videojuego muy del estilo de los primeros Fallout. Diría también que es del estilo de los Divinity Original Sin, pero aquí no hay fantasía medieval, orcos ni magia que se le parezca. Broken Roads está ambientado en una Australia postapocalíptica, en sus desiertos, en sus supervivientes y en los pueblos y aldeas improvisadas que los que no han muerto han montado para sobrevivir.
Honestamente, Broken Roads funciona bien como un CRPG de toda la vida
La perspectiva es estrictamente cenital, con una cámara bastante alejada de los protagonistas. Nos movemos por la pantalla haciendo clic a dónde queremos ir, hay muchas decisiones y combate por turnos. Broken Roads se estructura a través de misiones secundarias y principales que se nos van acumulando en nuestro diario. Algunas son interesantes, mientras que otras son bastante tediosas. Nuestra aventura comienza creando a nuestro personaje.
Lo interesante es que el juego empieza haciéndonos unas cuantas preguntas acerca de qué haríamos en una situación u otra. En base a lo que digamos, se nos concede un alineamiento kármico. Lo chulo es que nuestra condición moral se expresa con una rueda. A medida que vayamos respondiendo a una y otra cuestión, se irá configurando y reconfigurando quiénes somos. Esto, sumado a la preparación de nuestro personaje a través de sus stats, nos entrega una sistema clásico pero muy competente para definir quiénes somos.
Lo fuerte de Broken Roads está en su sistema de decisiones
Lo de "clásico pero competente" es una máxima que se repetirá durante toda la aventura de Broken Roads. Honestamente, el juego funciona bien como CRPG de toda la vida; porque eso es lo que quiere ser, clásico hasta la médula. Abundan las decisiones, y lo bueno es que el juego sabe ser cruel y directo cuanto toca. Yo me hice un personaje despiadado, frío y centrado en cumplir con sus metas; es decir, que me hice a un autónomo común. Y el juego responde bien a lo que quieres ser. Un muchacho me estaba molestando, elegí la opción de matarlo sin más preguntas, y Broken Roads me dejó hacerlo. El crío acabó tirado en el suelo, y luego el juego me hizo tener que responder ante mis actos con su madre. "Es el apocalipsis, amiga".
Baldur's Gate 3.
Es decir, Broken Roads funciona bien como mundo sobre el que interactuar, tomar decisiones y avanzar. Habréis visto que en el titular de este artículo he mencionado a Baldur's Gate 3, y también que mi opinión sobre los CRPG ha cambiado bastante tras disfrutarlo. Lo que voy a explicar ahora es algo absolutamente personal que puede que muchos no compartáis, pero creo que Baldur's Gate 3 ha añadido algo a este género que ha supuesto un antes y un después. Larian ha difuminado la aspereza característica de estos títulos.
Baldur's Gate 3 ha añadido algo a este género que ha supuesto un antes y un después para los CRPG
Esto ya lo había empezado a hacer Dragon Age, y continuó la idea la saga Mass Effect, pero donde más lo he notado ha sido con Baldur's Gate 3. Las cámaras mucho más cercanas, las conversaciones más teatralizadas, y sí, el sexo, las relaciones personales, y desear ir con un compañero u otro por cómo te cae y no solo por sus aptitudes en combate, le han eliminado la aspereza, la distancia y la frialdad a este género.
Broken Roads recupera la dureza en el tono del CRPG clásico
Por supuesto, esto implica un mayor presupuesto y muchísimo más trabajo, y no creo que el estudio de Broken Roads esté por la labor. Pero, para mí, eso ha supuesto un antes y un después a la hora de valorar estos juegos. Porque Broken Roads se me ha hecho áspero y clasiquísimo. Y no solo a la hora de explorar y de decidir, también cuando se combate. Las peleas son por turnos y estratégicas, pero secas. Es un juego que da una sensación, digamos, "profesional", mientras que Baldur's Gate 3 se siente más como un grupo de colegas liándola y de fiesta.
Por eso, los jugadores de Wasteland o de los primeros Fallout se sentirán muy cómodos con este juego, pero a los que vengáis de Baldur's Gate 3, como yo, os sabrá cómo comer un roscón de reyes sin tener ningún café con qué bajarlo por el gaznate. Porque Broken Roads va según el libro, para bien para unos y para mal para otros. Hay muchas decisiones que os sonarán ya, los combates son entretenidos y funcionan pero no ofrecen nada especialmente nuevo, y la exploración por su mundo tampoco. El juego se hace fuerte en decidir, ahí está la clave, pero le falta picardía. Es decir, si añoráis el CRPG clásico, Broken Roads va fino; pero el género del rol occidental o de PC ha cambiado para siempre, al menos, para mí. Por eso, este es un juego clásico, competente, pero que no me ha acabado de hacer clic. Pero esto no son más que unas primeras impresiones. Seguiré jugando a ver si esto cambia al llegar a su final.
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