Si Cuphead te conquistó con su desafiante acción y esos gráficos que parecen sacados de una película de animación tradicional, no pierdas la oportunidad de disfrutar su DLC porque es tan loco, difícil y emocionante como podrías imaginar. En este análisis de The Delicious Last Course repasamos todas sus novedades.
Sabía que Cuphead: The Delicious Last Course iba a ser un juego increíblemente bonito además de difícil como un demonio, ¡y no decepciona! Es justo eso. Y aún así ha logrado sorprenderme porque es incluso más vistoso y alocado de lo que podía imaginar; y no sé si más o menos desafiante que el original, pero el condenado es duro a rabiar y divertido como pocos. Ya avisa antes de empezar. Lo que aquí te espera es un infierno; pero bendita pesadilla. Si disfrutaste del genial Cuphead te haces una idea de lo que hablo. Los nuevos jefazos contra los que peleas atacan con todo desde el principio y a medida que la lucha progresa, la acción se vuelve más y más caótica. Es un festival de tiros, explosiones y enemigos pululando de aquí para allá al ritmo de una banda sonora tan increíblemente buena, que parece de otro mundo. Y aunque es un más de lo mismo en toda regla, cuesta no quedar maravillado con la demencial acción a la que te enfrenta.
Todos y cada uno de los nuevos jefes tienen algo especial; tienen ese momento "no puede ser verdad" que casi te aboca al fracaso no tanto por su dificultad, ¡que la tiene!, como por dejarte hipnotizado con la espectacular calidad de las animaciones inspiradas en las películas de dibujos animados de las décadas de los 30 y 40. Mientras escribo estas líneas no dejo de pensar en las disparatadas batallas que propone este DLC y cuanto más lo pienso más me gusta el juego. Se nota también que le tenía ganas porque desde que se anunció The Delicious Last Course ha pasado una eternidad, y entre medias hemos disfrutado incluso de una divertida serie de animación de Cuphead en Netflix. Así que la pregunta es clara aunque creo que la respuesta ya la conocéis. ¿Ha merecido la pena tantos años de espera? Y sí, lo ha hecho, porque Studio MDHR nos ha regalado otro fenomenal juego de acción que aún siendo tremendamente fiel a la fórmula original, todavía conserva la capacidad de sorprender gracias a estas novedades.
Novedades de Cuphead: The Delicious Last Course
Lo que aquí te espera es un infierno; pero bendita pesadilla
Vaya por delante que no voy a entrar en detalles sobre los jefazos contra los que luchas así que puedes respirar tranquilo, ¡no habrá spoilers! Lo único que necesitas saber es que son seis jefes incluyendo la batalla final, que todos ellos suponen un desafío mayúsculo, y que hay de por medio mucha imaginación y buenas ideas para que cada lucha se sienta distinta. Los combates son brutalmente intensos y alocados, ¡la muerte llega de todas partes!, pero lo que más me alucina son los cambios de ritmo en una misma batalla. El original ya lo hacía muy bien alterando radicalmente el curso de una pelea con nuevas amenazas, pero lo de este DLC es ya para volverse loco. Cuando crees que ya nada puede sorprenderte se saca de la chistera un nuevo enemigo que lo pone todo patas arriba. Literalmente. Y a ti te deja sin palabras porque no puedes creer lo que está pasando a tu alrededor.
Es verdad que hablamos de un DLC relativamente pequeño pues ni tan siquiera incluye las fases intermedias de plataformeo que vimos en el juego base, pero cada batalla vale su peso en oro y se nota que hay un trabajo inmenso en todas las escenas de película que muestra con tan buen gusto. Todavía sonrío al recordar momentos clave de la acción con apariciones estelares de enemigos que no veías venir, o la chifladura que es en sí misma la segunda fase de The Delicious Last Course. Y como os decía, es difícil a rabiar, pero por mucho que muriera en el intento no dejaba de intentarlo una y otra vez. Al final han sido cerca de 4-5 horas de puro vicio en solitario o junto a un amigo gracias al cooperativo. ¡Pero hay más!
Los combates son brutalmente intensos y alocados
Además de la nueva isla donde vivir aventuras, el DLC de Cuphead sirve para dar la bienvenida a Ms. Chalice como personaje jugable, y te alegrará saber que jugar con ella es muy distinto a hacerlo con Cuphead y su mejor amigo. Así que atento al kiosko junto a la panadería porque ese es el tutorial, y es importante hacerlo para entender cómo funciona el parry, las esquivas y el doble salto de la nueva heroína. ¿Más? Pues me alegra decir que sí, porque al margen de las batallas contra los jefes, hay un nuevo modo de juego llamado Enroque del Rey que es -de nuevo- una maravilla para los sentidos. Se trata de desafíos que tienes que superar sin usar ataques, solo a base de parrys, y es imposible no quedar prendado del diseño de los enemigos, la puesta en escena y la música que lo envuelve todo. Lástima que no haya más retos del estilo porque los he disfrutado una barbaridad.
Y en resumen esto es lo que ofrece de The Delicious Last Course. Así de primeras puede parecer poca cosa pero por algo menos de 8 euros tienes por delante un buen puñado de horas de juego. Y para los más valientes está el modo Extremo, que vuelve la acción incluso más loca y desafiante de lo normal. Para mí ha sido además super satisfactorio haber disfrutado de todo este caos en formato portátil en Steam Deck, como ya ocurriera con el original y su versión de Nintendo Switch.
Qué puedo decir de Cuphead. Me encanta su estética, la música, su trepidante acción y lo adictivo que resulta a pesar de su endiablada dificultad. Y este DLC ofrece exactamente eso mismo. Más combates memorables contra seis jefazos que sorprenden por su diseño e increíble puesta en escena. Cuesta no quedar impresionado con la loca acción de este juego, que además incluye una serie de desafíos extra que le sientan fenomenal.
- Hay seis nuevos jefes, incluyendo la batalla final
- El DLC da la bienvenida a MS. Chalice como personaje jugable.
- Sin fases intermedias entre jefes, hay nuevos desafíos llamados Enroque del Rey
- Jugar a Cuphead es como estar viendo una película de animación clásica
- Su precio es irresistible. Solo cuesta 7,99 euros.