Cuando jugué a Desperados III hubo un personaje de nuestro grupo que me sorprendió: Isabelle Moureau, la hechicera vudú. Y no solo porque no fuera un vaquero, sino porque sus habilidades eran completamente distintas al resto. Mimimi se atrevió a hacer algo que siempre sienta bien en los videojuegos: desechar el exceso de realismo. Moureau podía hacer cosas como controlar la mente de una unidad o vincular a dos enemigos para que, al matar a uno, muriera el otro. Sí, como en Dishonored 2.
Creo que todo Shadow Gambit: The Cursed Crew nace de ese experimento. Lo que ha hecho este fantástico estudio es buscar una ambientación que le permita volverse más locos de lo que pueden hacer en un juego de vaqueros o incluso en uno de samuráis. Y, para eso, han optado por la fantasía de piratas. Toda nuestra tripulación está muerta y, por lo tanto, es capaz de hacer las cosas más inverosímiles y, por tanto, divertidas. Le sienta tan, tan bien, que no podía dejar de jugarlo.
No sé qué tienen sus juegos, pero jugarlos es una experiencia siempre fluida y suave. No me refiero solo a que estén pulidos, que también, sino que todas las acciones tienen la respuesta perfecta. La animación perfecta. Es importantísimo para un juego de estrategia al estilo Commandos (¿Deberíamos empezar a llamar a esto Commandoslike?), porque vas a realizar muchas estrategias y la mayoría salen mal, por lo que debes cargar partida asiduamente y buscar otro enfoque.
Se nota que, de entre todas las novedades, lo que más quería Mimimi es acelerar aún más el ritmo. El sigilo, que es la base de estos juegos aunque en Desperados hubiera una alternativa con acción, suele ser un estilo pausado; pero, de alguna manera, han conseguido que las partidas se desarrollen con mucha más celeridad. Se nota en la velocidad de algunos personajes, en cómo las habilidades sobrenaturales te hacen cargarte a enemigos de un plumazo. No hay minuto perdido en Shadow Gambit.
Dividamos el tesoro
Vayamos por partes, como el propio juego. Su historia no es la más original, y de hecho hay una gran parte del desarrollo que se basa en, simplemente, conseguir resucitar a la tripulación de nuestro barco. Aun así, Shadow Gambit consigue ir creando un mapa caribeño de islas que tienen su propia leyenda, con tesoros, espíritus y toda clase de misterios. A nosotros lo que nos importa es conseguir a la tripulación, claro está, porque es la que nos hace aumentar y varias las posibilidades de juego.
Afia, la protagonista, puede asesinar a distancia y es un personaje muy estándar, pero rápidamente veremos personajes más especializados. Tenemos otros como la asesina Suleidy que es muy rápida y capaz de crear arbustos en los que esconderse (y a los cuerpos). Vamos a ver también los clásicos perfiles como el francotirador, el trampero, el espía y hasta otros más especializados con un total de ocho personajes para nuestra tripulación. Esto supone un salto muy agradecido que ya pedíamos en Desperados y sus cinco unidades. Pero ojo, porque no podemos llevar siempre a todos; tenemos que elegir.
Y, como siempre, pasa lo mismo: tenemos a nuestros favoritos. Aquí es donde Mimimi se ha ingeniado un sistema de vigor que hace que si elegimos a personajes que no han sido seleccionados en la anterior misión, suba más una barra de experiencia que nos permitirá desbloquear habilidades mejoradas. ¿Funciona? Desde luego que sí. Anima mucho a salirte de tu zona de confort y, cuando no lo hagas tú, es posible que sea el juego el que decida por ti y te quite el control de algún que otro personaje.
Puede que, visto así, Shadow Gambit no sea ya tan fresco habiendo disfrutado de juegos como Shadow Tactics o el propio Desperados III. Pero aunque sus mapas siguen pidiéndote los mismos objetivos, creo que consigue que no se sientan repetitivos. Incluso abusando un poco de la repetición de algunos mapas para conseguir perlas negras con las que resucitar a nuestra tripulación, por ejemplo.
Lo que me ha gustado menos es lo que sucede fuera de las misiones. Nuestra base de operaciones es el Marley, un barco que tiene vida propia y marca nuestros objetivos. Pero es, en el fondo, un menú camuflado y un intento de "aventurizar" un poco más el juego. No está mal, pero es lento y desaprovechado. Existen, por ejemplo, historias de la tripulación que se quedan en unas actividades algo irrelevantes y tontorronas. También hay tutoriales para aprender las habilidades de cada unidad, pero no son tan difíciles de entender como para perder el tiempo en mapas anodinos. Habría sido fácil haber fusionado las dos ideas y crear desafíos en solitario, como los que ofrece el tutorial, dentro de estas historias de la tripulación en mapas más trabajados y con una suculenta recompensa para animar al jugador. Aun así, las misiones te ayudarán a conocer mejor el pasado de cada miembro de la tripulación y cómo terminaron malditos.
También hay otro aspecto que me ha suscitado algunas dudas, y es el tema del control. El juego sigue usando el ratón como elemento principal, con atajos de teclado, pero en esta ocasión se ha apostado por un control aún más total con ratón, y eso ha implicado el uso de mantener pulsado el click para algunas acciones comunes, lo cual es bastante molesto cuando tienes que hacer algunas acciones rápidas.
Creo que con tres juegos a sus espaldas, uno ya sabe lo que va a encontrar en la nueva obra de Mimimi. No se siente una revolución porque probablemente el género no lo necesita, pero está claro que ha habido espacio para la evolución en forma de las nuevas habilidades de los personajes que cambian radicalmente la aproximación del sigilo y abren también una ventana a la acción. El sistema de pausa y ejecución sigue funcionando como el primer día y sigue ofreciendo una sensación de logro inigualable cuando realices una acción combinada de tres personajes. Además, los entornos caribeños son realmente llamativos. Se ha conseguido una buena variedad de entornos para lo que en teoría deberían ser un puñado de islas tropicales, añadiendo todo tipo de playas, fuertes, selvas, montañas, barcos y elementos más sobrenaturales.
Con todo, es fácil recomendar Shadow Gambit: The Cursed Crew a todo aquel que haya disfrutado de Shadow Tactics y Desperados III, pero si en algún momento jugaste a Commandos y todavía no te has lanzado, es quizá una de las mejores entregas para hacerlo, ya que apuesta más por tratar de construir algunos misterios y una narrativa en torno a las misiones, con diálogos entre los personajes que expanden la trama. Es también el juego más largo de la compañía, que no solo cuenta con 30 misiones divididas en 10 islas que forman mapas en algunas ocasiones más grandes que los de sus otros juegos, hasta el punto de que algunas misiones solo usan una porción de la isla. Pero también saca mucho provecho de todos los mapas con mayor libertad de afrontar los objetivos, zonas desde las que comenzar la misión y, sobre todo, posibilidades según la tripulación que lleves en la misión. En definitiva, mucha rejugabilidad para aquellos que seguimos disfrutando de esta fórmula y que su escasez hace que veamos cada nuevo lanzamiento como un verdadero tesoro pirata.
Shadow Gambit sigue el camino evolutivo del estudio Mimimi a la hora de hacer juegos de sigilo y estrategia al estilo Commandos. No vas a encontrar una revolución de lo ya visto en sus anteriores obras Shadow Tactics y Desperados III, pero sí hay los suficientes añadidos para que sea tanto o más interesante. En primer lugar, la ambientación de fantasía de piratas ha permitido al estudio desmelenarse con los poderes y habilidades de la tripulación, que además ahora cuenta con 8 unidades en total y 30 misiones que lo hacen el juego más largo de todos, con mapas más grandes que sus anteriores juegos. Hay elementos desaprovechados, como las historias de la tripulación y también un intento de “aventurizar” algo más el juego añadiendo más historia y momentos entre misión y misión. Con todo, es fácil recomendar Shadow Gambit si te gusta el género o quieres volver a él.
Comprar Shadow Gambit: The Cursed Crew- La ambientación de fantasía de piratas es genial y permite usar habilidades muy llamativas.
- Es el juego más largo de la compañía, con 30 misiones en total.
- Por fin hay más variedad de unidades, con 8 en total entre las que elegir.
- Tiene más interés en contar una historia, aunque tampoco esperes nada realmente llamativo.
- Hay algunos elementos desaprovechados, como las historias de la tripulación.
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