Podría ser el inicio perfecto de una película de ciencia ficción, pero el susto al despertar una mañana y toparse con una colección de extrañas piezas desperdigadas por su terreno fue completamente real. Ocurrió en Saskatchewan, en Canadá, donde una familia de granjeros se topó con una inesperada colección de restos de fibra de carbono esparcidas por sus tierras. Resultaron ser parte de una nave espacial caída en la Tierra.
Preocupados por el hallazgo con el que se acababan de topar, la familia llevó los restos a las autoridades locales, y estos contactaron con expertos para intentar averiguar su procedencia. Tal y como certificó Jonathan McDowell, del Centro de astrofísica Harvard-Smithsonian, los fragmentos procedían de una nave espacial y, pese al aroma a misterio, todo tenía una explicación.
Cómo una nave espacial terminó en las tierras de un granjero
Los restos de fibra de carbono daban forma a una pieza de la misión Axiom-3, que regresó a la Tierra en febrero de 2024. Al parecer, la cápsula Crew Dragon de SpaceX cuenta con dos módulos, una cápsula donde se sitúan los astronautas durante el vuelo, y un maletero con carga adicional que, a diferencia de la otra sección, no está diseñada para sobrevivir a la reentrada en la atmósfera terrestre.
Que aquella suerte de maletero de buenas a primeras acabase en las tierras de un granjero canadiense se debe a que los restos no llegaron a desintegrarse a su retorno, superando de alguna forma las altas temperaturas y fricción generada con la reentrada y esparciendo sus piezas por el cielo hasta caer peligrosamente en la Tierra.
Teniendo en cuenta que no es la primera vez que ocurre un caso similar, y que es altamente probable que tampoco sea la última, queda por ver qué medidas se toman no sólo desde empresas como SpaceX, sino también desde las autoridades pertinentes, para evitar que frente a una mayor afluencia de pruebas y misiones, la curiosidad y el susto no termine convirtiéndose en algún momento en tragedia.
Imagen | Carstenrossi en Midjourney
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