No han sido pocos los ejemplos de gente que hemos visto ya haciendo malabares para mantener varios empleos a la vez gracias al teletrabajo. Pero los 300.000 dólares al año de este ingeniero informático, algo más de 275.000 euros al cambio actual, es la cifra más demencial a la que nos hemos enfrentado hasta la fecha. Tal y como lo explica, en realidad no hay mucho que reprocharle.
Bajo un nombre ficticio y para evitar posibles represalias, el ingeniero explicaba su historia recientemente a Business Insider, quienes también han podido acceder a los contratos y facturas que certifican tan abultadas cifras, asegurando que pese a que 2021 fue su mejor año con esos 300.000 dólares, el resto de años se han quedado un poco atrás por culpa de las nuevas políticas laborales de las compañías.
Más de 275.000 dólares gracias al teletrabajo mútliple
Si nos agarramos al cambio dólar euro actual para acercarnos a la realidad de esas cifras, hablaríamos de 275.878 euros en 2021, 183.919 euros en 2022 y, por último, 91.959 euros en 2023. Si veis que la bajada de cifras es reseñable es porque asegura que cada vez se ha vuelto más difícil dar con compañías que quieran seguir manteniendo el modelo de teletrabajo, ya que la gran mayoría parecen obsesionadas con un retorno a la oficina cada vez más en boca de todos.
Él asegura que hará todo lo posible para evitar tener que lidiar con ello, suponga eso lo que suponga frente a sus ingresos, y también deja caer con discurso cierto sentido común frente al que, francamente, sería de locos no aprovechar la oportunidad de ganar más dinero si el teletrabajo se lo permite aunque sea sumando más responsabilidades
"Había momentos en los que simplemente estaba sentado durante semanas sin nada que hacer en mi trabajo principal. O voy a ser productivo encontrando otro trabajo remoto, o simplemente desperdicio mi tiempo y dinero. ¿Por qué no asumir más responsabilidades si puedo manejarlas?"
Por si la idea de que cualquiera haga lo que mejor le convenga siempre que no haga daño a nadie no fuese suficiente, cualquier atisbo de dilema moral que pudiésemos tener frente a situaciones como la que relata se desmontan fácilmente frente a declaraciones como esas en las que la productividad choca con el uso del tiempo frente a un calendario desocupado.
Tal y como relata, hace su trabajo desde casa y "la gente está contenta con lo que hago, así que si una compañía viene a por mí a reclamar lo que he ganado de forma adicional por alguna política contra el trabajo múltiple, voy a luchar". Teniendo en cuenta que asegura no hacer horas extras, tiene mérito.
Al fin y al cabo cada uno es libre de hacer con su tiempo lo que crea conveniente, y enfrentarse a esa carga de trabajo le ha permitido acelerar sus ingresos para intentar asegurar un futuro en el que, tal y como parece que terminará ocurriendo, tal vez no tenga tanta suerte.
Imagen | Maisymid en Midjourney
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