Los salones arcade en la actualidad son la excepción, pero en los años 90 raro era el barrio que no poseía uno de estos míticos locales. Yo viví esa época, y en los veranos los visitaba a diario. Me encantaban los clásicos como Out Run, pero no hacía de menos una partida al Cadillacs and Dinosaurs o al Super Sidekicks. Sin embargo, hubo una recreativa que recuerdo que me pareció especial, y ya no solo porque me atrayera el mundo del motor, sino porque en muchos aspectos pasaba por encima a muchos videojuegos arcade del momento.
Su nombre era World Rally, sin más, y era una de las más solicitadas del momento. Casi siempre había alguien jugando, y por supuesto yo era uno de ellos. Por aquella época ni sabía que sus desarrolladores eran españoles, en particular Zigurat Games, que los más veteranos conoceréis por ser los responsables de títulos tan emblemáticos como Fred y Sir Fred. Pues bien, este fue su título más exitoso. O bueno, en realidad fue una de las recreativas patrias que más triunfaron a nivel mundial, y es que hasta en Japón causó sensación.
World Rally era un prodigio técnico cuando se estrenó en 1993
El juego español que triunfó en los salones recreativos
La magia de World Rally estaba en cómo trasladó el concepto de carreras de rallies a un videojuego. En este sentido, tu gran rival era el tiempo, y más en concreto los 60 segundos que se te concedían para completar cada recorrido. La máquina constaba de cuatro etapas, cada una de ellas creciente en dificultad. Las curvas suaves y poco pronunciadas daban paso a pasos estrechos, giros serpenteantes y saltos que se unían a la aparición de la nieve. Era un juego tremendamente exigente en sus últimos recorridos.
Pero ahí radicaba para el interés, en que era todo un reto y trasladaba la tensión de estas competiciones motorizadas. La concentración en lo que ocurría en el asfalto era máxima, más cuando tenías que estar atento a las indicaciones que se te daban antes de cada curva. En esto fue también un juego pionero, por ser uno de los primeros en emular con éxito a la figura del copiloto. El control hacía el resto, con un concepto sencillo, consistente en que el coche derrapaba automáticamente en las curvas, prolongándolo tanto como inclinaras la palanca (o giraras el volante).
Sin duda, World Rally era un juego muy bien programado, pero también sobresaliente en su vertiente audiovisual. Para haber sido desarrollado por cuatro personas, los resultados fueron gloriosos. Una de las cosas más curiosas es que el diseño del Toyota Celica GT-Four fue a través de una maqueta muy rudimentaria, realizada a partir de fotos del coche que pilotaba por aquel entonces Carlos Sainz. Por cierto, el famoso piloto aparece en algunas partes del juego, aunque se le puso un casco (en la imagen de intro) para ocultar su imagen, debido a que en el momento del estreno se había pasado al equipo Lancia y tuvieron que romper el contrato de colaboración que habían firmado.
No hay pocas curiosidades detrás de un desarrollo que se prolongó durante dos años, y que supuso un auténtico esfuerzo por ofrecer algo nunca visto en los salones recreativos. Desde luego, como máquina arcade era perfecta, ya que ofrecía justo lo que querían los empresarios: partidas rápidas, conceptos muy adictivos y que atrajeran al público desde el primer minuto que los veían en movimiento. Gaelco trató de repetir hazaña con el lanzamiento de World Rally 2: Twin Racing, que tenía como novedad la incorporación de dos pantallas para que dos jugadores compitieran simultáneamente. La idea estaba genial, pero no se alcanzó el mismo éxito.
Actualmente, existen pocas formas oficiales de jugar a World Rally, aunque si sois los afortunados poseedores de una consola Evercade, debéis saber que existe con un cartucho recopilatorio en que este clásico de la conducción está presente. Por otro lado, tenemos videojuegos muy interesantes que han recogido el legado de este y otros títulos similares, como es el caso de Super Woden GP, que tiene la particularidad de que también ha sido desarrollado en España (además recientemente ha recibido una secuela, dado el éxito del primer juego).
Si es la primera vez que escucháis algo sobre estos juegos, os animo encarecidamente a que los probéis. Su carácter es bastante atemporal, y en el caso particular de World Rally soporta bastante bien el paso del tiempo. Pero puede que ya lo conociérais y estéis aquí por la nostalgia. En ese caso, ¿cómo lo recordáis? ¿Sabíais que era un juego español? ¿Cuántas monedas de cinco duros os gastasteis en la recreativa? Contadme vuestras hazañas retro en los comentarios y qué otras máquinas de la época os impactaron.
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