La primera vez que se anunció la versión remasterizada de The Last of Us Part II, mi cerebro se debatió entre creer que no hacía falta y que, bueno, así se podía jugar en PlayStation 5 también. Pero ese enfoque cambió radicalmente al jugar al título en sí. No había valorado bien la importancia de un extra al que creo que no se le puso demasiado foco: las escenas eliminadas.
No son demasiadas, pero son fascinantes. En The Last of Us Part II Remastered podemos adentrarnos en ellas y disfrutar de estos trozos jugables hechos a medias. En ocasiones, faltan animaciones, voces o incluso texturas, pero están compensadas con algo que me parece un regalo de los cielos: los comentarios de los artistas. Bien sea el director creativo, los artistas gráficos o un diseñador, se explican los retos que conllevaron realizar esa parte en concreto del juego, por qué se eliminó, cómo se ideó y en qué parte del título encajaba.
En un videojuego narrativamente tan complejo como The Last of Us II, se agradecen muchísimo estas secciones, porque te ayudan a entender mejor lo difícil que es narrar una historia así, descompuesta como un puzzle. De todas las escenas a las que el juego te permite acceder, la más interesante me parece que es en la que Ellie persigue a un jabalí para matarlo.
Las escenas eliminadas nos dan un nuevo enfoque de Ellie
Es una secuencia breve que, si quieres experimentar por ti mismo, te recomendamos que disfrutes con el juego si quieres evitar spoilers. Controlamos a Ellie. Primero aparece ella sola en un claro de un bosque. El suelo está cubierto de sangre y hemos de seguir el rastro de nuestra presa moribunda. Eso nos acaba conduciendo a una gasolinera abandonada. Allí vemos al animal que perseguimos, es un jabalí. Le disparamos, él nos ataca y huye. Finalmente, se postra en la trastienda a causa del dolor que le causa nuestra bala. Ellie saca su navaja y lo remata. En el momento mismo en el que lo mata, recuerda a Joel.
Si jugáramos este retazo jugable así, sin más, sin contexto, no nos diría demasiado. Pero a medida que vamos del bosque a la gasolinera y a la trastienda, se van activando distintos comentarios de Naughty Dog. Estos nos explican que Ellie no está cazando por comida, sino que su síndrome post traumático la empuja de nuevo a la violencia, a matar y a sentir sufrimiento.
Porque ella sigue sufriendo lo indecible, y no solo por la muerte de Joel, sino también por no haber terminado lo que empezó. El final de The Last of Us Part II es bárbaro, a mí me encanta. Ellie sabe que no debe matar a Abby, ya que ella acabó con Joel porque él mató a su padre; tenía un motivo de peso. Y de Abby ahora depende Lev. Eso la frena, porque Abby ha acabado convirtiéndose en el Joel de alguien. Y no está dispuesta a matar a Joel.
Pero no cerrar este tema la consume por dentro, y le hace buscar una y otra vez situaciones similares. En este caso, con un jabalí. El final verdadero de The Last of Us Part II muestra a Ellie sola en su casa, tocando su guitarra, y parece que ha decidido perdonar y seguir adelante. En mi imaginación, al abandonar el edificio, lo que hace es buscar a Dina y construir un hogar con ella. Sin embargo, ahora que he jugado esta escena eliminada, ya no lo tengo tan claro.
¿Hasta dónde será capaz de llegar Ellie en su búsqueda de violencia?
¿Hasta dónde puede llegar Ellie para conseguir cerrar su herida abierta? ¿Qué hará cuando ya no le sirva matar a jabalíes? ¿Culpará a María por permitirle abandonar Jackson en primer lugar? ¿A Dina, a Tommy? ¿O irá más lejos y culpará a toda la civilización? Poder hacerse estas preguntas es lo fascinante de estas escenas eliminadas. Nos ayuda a meternos en la cabeza de los creativos y a entender por dónde pueden ir los tiros con The Last of Us Part III.
Honestamente, antes de enfrentarme a este jabalí, creí que Neil Druckmann se animaría a contar una historia totalmente nueva con actores diferentes, pero ahora no lo tengo tan claro. Ahora mi apuesta es que sí, que el jugador controlará a otros protagonistas distintos, pero que Ellie será la villana. Enfrentándonos a ella, solo será capaz de encontrar la calma de la misma forma que lo hizo Joel y Abby: cuidando a otra persona, estableciendo un vínculo. Mi apuesta es que puede ser con el futuro hijo de Tommy y María o el de Dina.
PlayStation 5 The Last of Us: Parte II Remastered
Esta forma de cerrar la historia de Ellie sería coherente con la historia personal de Neil Druckmann. Él sufrió en sus carnes el conflicto israelí-palestino cuando era niño. En las calles todo era violencia, y solo se hablaba de ello en el colegio, en su casa y entre sus amigos. Consiguió evadirse gracias al vínculo que había construido con su hermano, Emanuel. Él le animó a leer cómics y a jugar a videojuegos para dejar de pensar en bombas y muerte. Y eso fue lo que lo mantuvo cuerdo. Ellie necesita un vínculo así, y por eso, tras asesinar a ese jabalí, creo que The Last of Us Part III debe continuar así. De esta forma, obtendrá una paz definitiva, a través del amor.
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