La apuesta por energía limpia y renovable ha sido casi unánime alrededor del globo, pero hay países que han focalizado más que otros sus esfuerzos y, en el caso de China y sus paneles solares, puede que incluso se hayan pasado de la ralla. Su exceso de paneles y producción se ha convertido en un problema para una red eléctrica que no puede soportar la carga.
Ambos problemas tienen solución y siempre será mejor llorar por un exceso de producción de energía solar que por el aumento del precio de los combustibles fósiles, pero no es menos cierto que el particular exceso de paneles solares en China está a punto de crear un conflicto nacional e internacional.
China no sabe qué hacer con tantos paneles solares
En primer lugar está la sobreproducción de paneles que hecho que los precios caigan junto a la demanda. Las empresas detrás de su construcción afrontan despidos y pérdidas frente a una acumulación de paneles solares para la que no tienen salida a nivel nacional.
De los números que llevaba el país a estas alturas de la película el año pasado se ha visto una generosa caída que choca con el crecimiento del 154% que experimentó en el primer cuarto de 2023. Y como darles salida se ha vuelto una prioridad, el mercado internacional ha puesto el grito en el cielo.
Europa y Estados Unidos no ven con buenos ojos que el mercado chino se ponga a vender paneles solares a granel en el resto del mundo por la competencia que supone para el resto de empresas occidentales, y con Biden subiendo los aranceles de esas importaciones del 25 al 50%, desde China aseguran que se trata de un bloqueo que busca frenar el crecimiento del país.
Precios en negativo y más energía de la que pueden almacenar
No es que en Europa vayamos faltos de paneles solares, la verdad, y el ejemplo de Alemania y Países Bajos utilizándolos como vallas de jardín para sustituir a arbustos y paneles de madera, va muy en la línea de lo que ocurrirá en China tarde o temprano. Pero el tema es que, a nivel de exceso de energía, la situación no es mucho mejor.
Con una capacidad de 660 gigavatios, China se enfrenta a una situación en la que no sabe qué hacer con la energía sobrante, un exceso para el que no tiene capacidad de transmisión o almacenamiento. El caso de Alemania, sin ir más lejos, hace poco nos dejaba con precios en negativo por culpa de una situación similar.
En cualquier caso, tal y como recogen desde Reuters, problemas como estos son parte del desafío al que se enfrentan ahora los países que apuestan por un cambio de paradigma, y que gracias a nuevos modelos como los que proponen la distribución de energía eficiente gracias a la IA, terminarán de estabilizarse favoreciendo una situación más equilibrada.
Imagen | Darmau
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