Pocas comunidades demuestran tanto cariño por los videojuegos a los que juegan como los fans de los MMO. Ya hayas elegido World of Warcraft, Final Fantasy XIV, o, en este caso, The Elder Scrolls Online, puede que pases años en estos mundos virtuales, incluso una década. El fin de semana pasado, de hecho, fue el décimo aniversario de The Elder Scrolls Online, y tuve el placer de poder ir a la celebración presencial que Zenimax Online Studios organizó para su RPG online, toda una experiencia que quiero contarte.
Así fue la fiesta del 10º de The Elder Scrolls Online
Y es que tras una década de duro trabajo y montones de contenido, el MMORPG de The Elder Scrolls, había muchísimo que celebrar en Ámsterdam. La capital neerlandesa fue la elegida para acoger un evento que mezcló el primer vistazo a Gold Road, el nuevo capítulo del juego del cual ya os hablé en mis impresiones de la expansión, con un montón de actividades para zambullirse en el fandom de este juego.
Entre aplausos, se notaba una inconfundible emoción por el futuro del MMO
Tras un primer día reservado para la prensa, fue la segunda jornada la que abrió sus puertas a los fans y donde se concentró la miga del asunto. Además de permitir a los asistentes también disfrutar de las novedades de Gold Road, el salón de actos de SugarFactory se llenó de actividades, conferencias y paneles que giraban alrededor de una sola obsesión común: The Elder Scrolls Online. Eso sí, lo primero fue lo primero, la conferencia principal hablando de la nueva expansión, que fue oficiada por Matt Firor, director del juego, y Rich Lambert, director creativo. Entre aplausos y vitoreos, se notaba una inconfundible emoción por el futuro del MMO.
Gold Road, la gran protagonista del evento
El escenario principal no solo alojó novedades, sino que después llegaron los paneles, una serie de conferencias en las que varios integrantes del equipo de desarrollo hablaron sobre la creación de este fenómeno. Charlas tratando el origen de The Elder Scrolls Online, la Escribanía —la gran novedad de Gold Road—, la narrativa y el arte del juego, e incluso el trabajo de sus actores de doblaje (con la posibilidad de conocerlos en persona incluida) hicieron las delicias de los fans más hardcore, que estaban preparados para conocer todo sobre uno de los videojuegos más importantes de sus vidas. Si a esto le sumamos un concierto de Matthew K. Heafy, de Trivium y un concurso de cosplay por todo lo alto, lo que nos queda son unas actividades que no solo brillaron por su calidad, sino también por su variedad.
Eso sí, no toda la emoción se gestó alrededor de un escenario. Como puedes ver, el recinto estaba adaptado para parecer alguna de las regiones de Tamriel, y allí había de todo para hacernos sentir como en casa a los jugadores. Para empezar, cada región del juego estaba representada con un puesto de comida típica de allí. Bollos de crema, bebidas y cócteles, y unos dumplings de carne con sopa de tomate y queso fueron los puntos álgidos del menú elegido. Eso sí, aquí no se acabó la representación del juego dentro de la fiesta.
A lo largo y ancho de la Sugarfactory había varias actividades que realizar, gracias a las cuales te llevabas un sello en la tarjeta que te daban al entrar. Dos áreas para sacarte fotos con decorados de The Elder Scrolls Online, un taller para crear tus propias pociones, un libro de visitas donde dejar una dedicatoria y hasta una actividad de lanzamiento de hachas, primaba aquí la intención de hacernos sentir como si estuviéramos dentro de un mundo de fantasía medieval.
Mención especial al ring de combate con armaduras que me entretuvo mientras comía. Allí, unos cuantos participantes se ataviaron con protección y armas medievales para, bueno, mostrarnos cómo sería una pequeña batalla campal en la que la merced y la suavidad brillaron por su ausencia. Espadazos, puñetazos, placajes y todo tipo de ataques hicieron que hasta acabase preocupado por el bienestar físico de los participantes. ¡Afortunadamente todo fue bien! Estos caballeros sabían lo que estaban haciendo, y la verdad es que el espectáculo que dieron fue de todo menos soso y sutil.
Un cumpleaños lleno de regalos
Además, también había regalos disponibles para quienes fuimos. Gracias a los sellos conseguidos, una máquina de gancho arcade estaba llena de recompensas a conseguir, como teclas personalizadas del evento para teclados, bolsitos para dados de rol de mesa, monturas y otros objetos para el juego, y más. Desde luego, saber que solo por acudir a la llamada de Zenimax y disfrutar de las actividades propuestas podías llevarte premios me parece un enfoque no solo válido, sino más que acertado para este tipo de celebraciones.
El pasado domingo, escribí en 3DJuegos PC sobre este tipo de festivales. Tras haber visto varias BlizzCon, acudido al Fan Fest de Final Fantasy XIV del año pasado, cubierto la ExileCon de Path of Exile y, ahora, haberme sumergido en el aniversario de The Elder Scrolls Online, me queda claro que el género de los MMO es potente gracias a su comunidad. Antes he dicho que este finde se celebró el décimo aniversario del juego, pero más que eso, lo que se celebró fue el amor y cariño de su comunidad. En una calle de dos sentidos, los fans dejaron claro que había amor por el TESO, pero los propios desarrolladores del juego no se quedaron atrás. Aquí, lo que se sentía en el aire era el agradecimiento incondicional por haber apoyado a este RPG online durante una década.
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