He jugado a Pokémon Escarlata y Púrpura y estoy más contento de lo que esperaba: esto es lo que puedo contarte

He jugado a Pokémon Escarlata y Púrpura y estoy más contento de lo que esperaba: esto es lo que puedo contarte

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Pokémon Escarlata / Pokémon Púrpura

Hablando de un fan a otro, permíteme ponerte los dientes largos: hace unas semanas, estuve visitando las oficinas de The Pokémon Company en Londres (es un espacio súper chulo, por cierto; tienen estanterías llenas de merchandising y salas diseñadas en torno a criaturas como Bulbasaur) para jugar a Pokémon Escarlata y Púrpura. En pos de la transparencia, eso sí, debo reconocer que tuve algunas limitaciones: era una versión en desarrollo, por lo que aún admite cambios en varias áreas respecto al producto que llegará a tiendas el próximo mes; solo tuve una hora a los mandos y además existen algunos temas de los que no puedo hablarte —como especies nuevas que aún no se han anunciado— debido a los acuerdos de confidencialidad que son el pan de cada día en el mundillo de la prensa.

Dicho esto, lo que sí puedo decirte es que en mi tiempo hice cinco cosas: exploré el sureste de Paldea a lomos de Koraidon, completé el gimnasio de Brais (el líder especializado en Pokémon de tipo planta), despejé una base del Team Star, probé el multijugador cooperativo y fallé una Teraincursión. Con total sinceridad, ¿ves? El caso es que, con la experiencia que tengo ahora mismo, la conclusión a la que llego es que la novena generación de monstruos de bolsillo viene algo mejor preparada de lo que esperaba: indudablemente, a nivel gráfico aún deja mucho que desear, sí; pero más allá de eso, creo que hablamos de uno de esos juegos a los que no cuesta dedicarles cientos de horas si es lo que te gusta. Esta vez, hay vida más allá de la campaña principal; y no hablo solo de abrir huevos hasta el hartazgo.

Explorar Paldea es la mar de divertido

Montar a Koraidon —entiendo que el funcionamiento de Miraidon será virtualmente idéntico— ha sido interesante, cuanto menos. Parece que hasta ahora nos lo habían vendido como una suerte de "vehículo todoterreno" capaz de transformar su cuerpo para servirnos como transporte por tierra, mar y aire; pero no me imaginaba que también tendría un corazoncito. Game Freak se ha asegurado de que el legendario de la portada sea un personaje más, así que verás cómo se marea si volteas bruscamente la palanca del Joycon, o cómo adelanta sus patitas si le obligas a frenar en seco después de correr, o cómo tarda un poco en recuperar la compostura si aterriza desde un lugar elevado. También tiene animaciones para lamerle la cara a ciertos personajes amistosos, pero ese es un asunto de historia y narrativa del que no hablaré aquí: de momento, basta con que tengas en cuenta que ese Pokémon es más de lo que parece.

Pokémon Escarlata / Pokémon Púrpura.

Un poco como Trico de The Last Guardian (2016) salvando las más que evidentes distancias a nivel técnico y temático. Otro punto que también me llamó la atención es que la navegación es realmente ágil. Koraidon corre bastante rápido, salta bastante alto y no le cuesta nada pasar de un medio a otro sobre la marcha; de tal modo que si estás escalando una montaña y te descuelgas para salir volando, la maniobra se resuelve en un pispás. Lo que no me gusta tanto es que esa velocidad tiene un precio a pagar: a menudo "atropellas" Pokémon más pequeños que cuesta localizar a simple vista, así que he entrado en muchos combates en los que tenía interés nulo. No sé si los repelentes están de vuelta o no, pero en caso afirmativo te recomiendo comprar todos los que puedas o correr un poco menos.

La ropa ya no tiene vínculos de género: viste a tu entrenador como más te guste con todas las prendas disponibles

Por otro lado, me ha gustado comprobar que Escarlata y Púrpura han sabido dosificar (hasta donde yo he visto, al menos) la cantidad de nuevas especies, de tal forma que no es necesario rebuscar especialmente para conseguir un equipo lleno de Pokémon debutantes. Ni sé cuántas nuevas especies hay ni tengo autorización para discutir ese tema, pero a modo de anécdota: cada pocos minutos estaba sacudiendo a mi compañero Sergio Cejas, de Vidaextra, que se sentaba a mi lado. "¡Mira eso, tío!" le gritaba cada vez que salía un monstruo que no conocíamos. Es parte del encanto de la franquicia, claro, no es nada nuevo; pero quizá te interese tener en cuenta que en estas entregas hay muchos momentos así. Sobre los monstruos de los que sí puedo hablar, por cierto, te diré que el Farigiraf que me dieron tenía muchos PS y el resto de sus estadísticas eran algo mediocres; mientras que de Armarouge destacaba su ataque especial. Me figuro que Ceruledge será igual, pero a la inversa.

Pokémon Escarlata / Pokémon Púrpura.

Explorar la región de Paldea es toda una experiencia. Viajar a lomos del Pokémon legendario de turno se siente genial, no faltan las especies nuevas para descubrir y el juego propone una gran cantidad de cosas interesantes para hacer constantemente. Incluso si dejas de lado el progreso de cada una de las tres campañas (dedicadas a la Liga, las leyendas y los villanos) el juego te bombardea con ideas como encuentros contra individuos teracristalizados, criaturas cercanas que tal vez aún no hayas visto, manadas de monstruos salvajes, incursiones o encuentros contra entrenadores, que ahora son cien por cien opcionales. Nada rompedor en realidad, como puedes comprobar, pero el cómputo general no está nada mal. Doy por hecho que pasaremos mucho tiempo fuera haciendo cosas inherentemente divertidas como un pícnic donde cuidar de nuestros Pokémon, y menos dando vueltas en bici para abrir huevos.

El salto generacional de Pokémon: dos pasos hacia delante, uno hacia atrás

Otro minipunto a favor de Game Freak (van unos cuantos, ojo) va para la interfaz, que se siente increíblemente orgánica; con una única excepción muy concreta de la que hablaré un poco más adelante. La parte buena, decía, está en que ahora tenemos muchas menos interrupciones que antes: cosas como las barras de experiencia al terminar un combate, la recogida de objetos —hay muchísimos de esos repartidos por ahí, ojo— o el hecho de que la gestión completa de todo tu equipo esté al alcance de un único botón son cambios que sientan genial y claramente son fruto de la iniciativa que tuvo Leyendas Pokémon: Arceus unos meses atrás. El resultado es más intuitivo y agradable de manejar que nunca. El gran "pero" al que me refería antes es el de los diálogos y las cinemáticas: no me cabe en la cabeza que en pleno 2022 sigamos teniendo el mismo sistema que tuvo Pokémon XY hace casi una década. La cámara, la velocidad a la que pasa el texto, las animaciones… todo eso se está quedando anticuado. Descuidado. Desfasado. Y chirría, porque todo lo demás ha mejorado bastante.

Pokémon Escarlata / Pokémon Púrpura.

Lo mismo ocurre con el apartado gráfico: el nivel está bastante por encima del de PLA, también hay que decirlo (no era muy difícil de mejorar) pero cosas como la definición de muchos modelados tridimensionales, texturas o animaciones siguen quedándose descaradamente atrás. Si te preguntas en qué se ha avanzado, la respuesta está en que ahora los personajes cercanos a tu oponente permanecen visibles durante las secuencias de combate, incluidos los Pokémon salvajes; y en que la densidad de objetos en la pantalla está bastante mejor. Tiene sus más y sus menos, pero ya no hablamos de escenarios acartonados que ni siquiera transmiten la fantasía de la franquicia como ocurría con el juego anterior. Por concretar un poco el asunto, si tuviera que evaluar los gráficos de Escarlata y Púrpura ahora mismo, daría un aprobado justito. Me apena que ya no tengamos contacto físico entre los oponentes, o que sus patas no se amolden a la superficie donde luchan. Pero eran solo eso, detalles.

Por cerrar este asunto de forma positiva, debo admitir que el multijugador cooperativo es un avance increíble y sospecho que de aquí a unas semanas tendremos muchos servidores de Discord dedicados a formar escuadra. Hasta cuatro personas pueden compartir la misma sesión, incluso si sus personajes están físicamente muy alejados. Ver a tu amigo a tu lado en la misma pantalla tiene su gracia, pero aquí lo interesante es que una vez puesta la contraseña, acortas algunos procesos que antaño eran obligatorios a la hora de intercambiar Pokémon o entablar combates. Y entiendo que la magia de hacer equipo y hablar mientras solucionas una incursión contra un monstruo teracristalizado u organizas un combate múltiple (2 vs. 2 jugadores) va a darle varias capas de interés adicional al cartucho que elijas. Sumando el hecho de que el modo foto está bastante completito y que la personalización no está tan mal como se venía diciendo en internet, sospecho que esta función ha venido para quedarse.

Ahora puedes sacar al líder de tu equipo en cualquier momento para que te acompañe presionando ZR

Hablando de esto, ya puestos: las incursiones han cambiado bastante. Como seguramente sepas, el planteamiento es bastante similar al que tenían en Pokémon Espada y Escudo (unos entrenadores uniendo fuerzas contra un solo contrincante) pero ahora se desarrollan en tiempo real: no tienes que esperar a que tus compañeros elijan movimiento para seguir luchando. Un reloj de arena te dice cuánto tiempo tienes para ganar, y mientras transcurre ese periodo, puedes comandar a tu equipo con normalidad. Es buena idea tomar buena nota de cuándo llegan y se van los buffs, porque si la versión final es como la que he jugado yo, con machacar el botón A no vas a ganar. Toca pensar un poquito, tener en cuenta la afinidad elemental del Pokémon enemigo y si procede, hablar las cosas con tus aliados. En mi caso, un Hypno de tipo eléctrico logró dormir simultáneamente a tres de nuestros cuatro Pokémon, así que el tiempo límite le dio la victoria. Imagino que un equipo bien entrenado tendrá resultados muy distintos —ni siquiera sé si nuestros compis tenían algún reparto de EVs/IVs.

Tres campañas con sabores distintos

No tuve ocasión de luchar contra un titán, porque se nos advirtió que era una secuencia bastante larga y el tiempo del que disponíamos durante la sesión de prueba era bastante limitado; pero sí que probé las otras dos campañas de Pokémon Escarlata y Púrpura. Respectivamente, el encuentro contra Brais en Ciudad Altamía iba precedido de un minijuego ("examen de gimnasio" siendo precisos con la terminología del juego) tan sencillo como es encontrar a cierto número de Sunflora en el lugar. Algunos de ellos proponen un combate, y otros solo descansan por ahí. La base del Team Star es más bien una suerte de coliseo abierto en el que sacamos partido a la función de "enviar a combatir" antes de un duelo contra un jefe —en este caso, Melo del Escuadrón Schedar. ¿Y bien? Pues la verdad es que, aunque suene un poco desilusionante, sin más: creo que en Game Freak han querido hacer las cosas de una manera algo distinta, y yo que les aplaudo; pero el producto final no me ha dicho nada especial en ninguno de esos dos frentes. Habrá que ver cómo está el resto de cada campaña.

Pokémon Escarlata / Pokémon Púrpura.

No puedo (ni quiero) desvelar información sobre la historia, pero sí te diré que Mencía gestiona tu avance por la Liga Pokémon y tiene ese espíritu competitivo e infatigable de los rivales de toda la vida; mientras que los nuevos compis Noa y Damián llevan las campañas del Team Star y los titanes, en ese orden. Creo que al repartir roles de esta manera, en Game Freak confieren cierta personalidad distintiva a cada questline; lo cual tiene bastante sentido porque como iba diciendo, el funcionamiento de cada una también es distinto. Incluso si no me agradó especialmente el "rompecabezas" de Ciudad Altamía y la base de los villanos se redujeron a comandar a mis dos mejores Pokémon hacia adelante una y otra vez, al menos agradezco que exista esa variedad de tareas. Pero suponiendo que el resto de pasos importantes de cada recorrido sea similar, entonces me atrevería a decir que el mayor atractivo de esta novena generación está en explorar el mundo, completar la Pokédex y el apartado competitivo, claro.

La saga Pokémon ya ha sabido dar un paso crucial hacia el futuro con esta máxima del mundo abierto: se veía venir desde hace años, y ahora está entre nosotros. Hacer de la experiencia de capturar monstruos, entrenarlos y compartir con amigos esas emociones es genial, un éxito rotundo. Ahora, lo que nos falta es un poco de interés por pulir el apartado técnico y modernizar definitivamente todo lo que respecta a los diálogos y las herramientas de desarrollo que tienen los nipones para que el recorrido principal sea de verdad interesante. Es una batalla que va para largo, así que por ahora toca conformarse con saber que la intención de hacer las cosas bien está ahí. Como recordatorio, Escarlata y Púrpura llegan a tiendas el próximo 18 de noviembre: estarán disponibles exclusivamente en Nintendo Switch.

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