Acabo de salir del cine y aún sigo poniendo orden en mi mente a todo lo que ha pasado por mis ojos y oídos. Espectacular. No tengo otra palabra para calificar a la película de animación coordinada entre Illumination y Nintendo. Es un auténtico deleite para el fan de la saga Super Mario, aunque igual de disfrutable para cualquier persona que sepa algo, aunque sea poco, del mítico personaje. Son probablemente los 92 minutos más intensos que he visto en una producción de este tipo, exprimidos al máximo, con extremado cariño en cada fotograma, en cada situación, en cada referencia a los videojuegos del fontanero italiano.
Y ya que estás aquí, estoy obligado a decírtelo claramente: tienes que verla. Ya no es solamente por sus elevadísimos valores de producción o porque hace honor a la licencia (incluso encumbrándola aún más), sino porque creo sinceramente que el cine de videojuegos -históricamente denostado- alcanza una nueva cima con este film. Hay otros que lo hicieron espléndidamente en el pasado reciente, como Detective Pikachu o Sonic the Hedgehog, pero creo sinceramente que lo que he visto es el equivalente a cuando Nintendo saca un nuevo título de la serie y lo pone todo patas arriba. Es un sonoro golpe sobre la mesa.
La historia de Super Mario, contada como nunca en una película
Cuando juegas a un título de Super Mario no importa tanto lo que te cuentan como lo divertido que resulta manejar al personaje a lo largo de sus variados niveles. Es curioso, porque con la película me ha ocurrido exactamente lo mismo: Mario y Luigi, dos hermanos fontaneros, van a parar a una nueva dimensión en que deben a ayudar a Peach y el Reino Champiñón en su lucha contra el malvado Bowser. Es lo que ya conocías, pero como te digo importa mucho más cómo se cuenta, con situaciones que se acumulan a un ritmo tan voraz como virtuoso. En serio, es una maravilla cómo se desarrollan las escenas y lo rápido que se pasa de una otra. Brutal.
A esto contribuyen los diálogos, que son divertidos a más no poder, pero sin caer en la broma fácil o un tono demasiado infantil. Como película para todos los públicos, se mueve en esa delgada línea que suelen dominar tanto Pixar como los creadores de los Minions: la de introducir perlas de disfrute tanto para niños como para adultos. Todo esto acompañado de unas actuaciones de voz en que cada actor encaja a la perfección con su personaje: en especial los papeles de Chris Pratt como Mario, Charlie Day como Luigi, Jack Black como Bowser y Seth Rogen como Donkey Kong. En mi caso solo he podido ver la película en versión original, pero tengo confianza en que el doblaje en español estará a la altura.
Y no me he olvidado de Anya Taylor-Joy en el papel de Peach, porque merece mención aparte. La actriz de Gámbito de Dama me ha hecho conocer a una princesa muy diferente. Tiene mucho carácter y hasta demuestra cierta chulería. Es un personaje con mucha fuerza, alejándose poderosamente de la imagen de fragilidad que habíamos visto históricamente en los videojuegos. Si recordáis Super Mario Odyssey, ya había atisbos de un cambio de registro, y esto me lo ha confirmado. No digo que Nintendo vaya a mantener esta imagen para sus juegos, pero me ha gustado el atrevimiento.
Y lo más interesante es que lo de Peach no es algo aislado, porque otra cosa que me ha sorprendido (y fascinado) es que existan puñetazos y patadas a tutiplén. Podría ser una referencia a Smash Bros, lo sé perfectamente, pero si lo menciono es porque Nintendo ha sido históricamente reacia a todo lo que tiene que ver la violencia física… ¡y aquí verás hasta golpes totalmente gratuitos de un Toad contra Mario! También os digo que esta faceta se les va un poco de las manos hacia el final de la película (lo que menos me ha entusiasmado), pero en fin… tampoco es que esté mal.
Son probablemente los 92 minutos más intensos que he visto en una producción de este tipo
Pero si hay algo que me tiene enamorado, más allá de lo divertida que es, de las actuaciones y de lo atrevida que resulta… es la tonelada de referencias y guiños que incluye. Con el visionado que he hecho, podría llenar un artículo solo con las cosas que he visto, y si fueras fotograma a fotograma probablemente sería mucho más. Las hay más evidentes, que aparecen unas décimas de segundo, y otras directamente están para poner a prueba a los más veteranos.
Es apoteósica la cantidad de cosas que caben en hora y media. Es el universo Super Mario encajado en un solo film, como si fuese un puzle de cientos de piezas. Pero no hay nada metido con calzador, sino que todo tiene una finalidad, una razón de ser. Hay referencias desde el arcade de Donkey Kong hasta Super Mario Odyssey, pasando por todas y cada una de entregas de la franquicia Super Mario… y de otras que no son necesariamente de la licencia, pero del mundo de Nintendo, como podrían ser el caso de Punch-Out! o Kid Icarus. Para el fan es una auténtica ensalada de felicidad.
Si los juegos de Super Mario son muy rejugables, esta película es también extraordinariamente revisitable, porque está hecha para darte cuenta de todas las referencias y guiños que incluye. Las composiciones orquestadas que acompañan a las secuencias (que no son pocas) pueden incluir fácilmente más de una veintena de referencias musicales a las composiciones de Koji Kondo, que por cierto ha participado como consejero para la banda sonora. Existe una extraordinaria fidelidad visual a la hora de representar todos y cada uno de los personajes, y ya solo con los 10 primeros minutos pude darme cuenta del tremendo trabajo que hay detrás de la película.
Pero por encima de todo destaco que es divertida de principio a fin, también como los videojuegos. Sabe poner puntos de interés a lo largo de la cinta, y lo hace con una calidad visual sublime, manteniendo el espíritu tan colorido e icónico de los videojuegos. Es la constatación de que se pueden hacer las cosas bien cuando existe un buen trabajo de coordinación entre dos compañías como son Nintendo e Illumination. Los productores Shigeru Miyamoto y Chris Meledandri han hecho justo lo contrario a aquella nefasta película de 1993. Esto es una auténtica carta de amor.
La película de Super Mario Bros es más de lo que cualquier fan de la licencia podía esperar. Es divertida de principio a fin, contiene un millón de referencias a los videojuegos y la fidelidad es absoluta tanto en la representación del universo y sus personajes, como en el mantenimiento de los valores estéticos y sonoros. Illumination y Nintendo han firmado un film de extraordinaria calidad que va un paso más allá de todo lo visto en el terreno de las películas basadas en videojuegos, con un trabajo de animación fascinante que te encantará tanto si eres fan del bigotudo, como si vas al cine simplemente a dejarte sorprender.
- La representación del universo Super Mario es increíble, ¡no caben más referencias y guiños!
- Divertida de principio a fin, con un ritmo fílmico en que las situaciones ocurren a gran velocidad.
- Las actuaciones son geniales y mantienen el carisma de los personajes de los videojuegos.
- El trabajo audiovisual recrea los valores estéticos y sonoros con talento y una gran fidelidad.
- Atrevimiento para proponer cosas nuevas, que sorprenderán hasta a los fans de Nintendo.
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