Nunca antes en la historia de la franquicia Zelda se había conseguido un éxito similar al que se está obteniendo con Breath of the Wild y Tears of the Kingdom. El primero ha vendido cerca de 30 millones de copias, mientras que el segundo ha arrasado en ventas durante sus primeras semanas, llegando a superar a su predecesor. Son cifras que llegan a triplicar las ventas de los títulos más vendidos de la licencia, demostrando una mejora en popularidad, que en estos casos vienen además acompañados de un salto cualitativo muy importante.
Esto no ha pasado desapercibido en Nintendo. Con BOTW realizaron una inversión millonaria, con el presupuesto más ambicioso jamás dedicado a un videojuego en la compañía japonesa. Ni siquiera los últimos juegos de Super Mario han contado con tantos recursos y tiempo de desarrollo. Pero es que con TOTK no se han quedado atrás, con más de 10 años de desarrollo desde su planificación. Así, y mientras seguimos disfrutando de las locuras y los secretos que nos depara la última aventura de Link, a mi mente ha llegado la pregunta de qué será lo próximo y en qué manera la saga Zelda nos volverá a sorprender en el futuro.
Un nuevo gran juego de Zelda, remakes y remasterizaciones
Lo primero que tengo que decir es que ya tenemos algunas pistas importantes de cómo será la experiencia central de los juegos de Zelda en los próximos años (o al menos en el próximo gran juego de la serie). Eiji Aonuma ya decía hace 10 años que la serie necesitaba cambiar para sobrevivir, rompiendo moldes que nos han llevado precisamente donde estamos ahora. Una vez rotas las convenciones, el futuro pasa por mantener la línea marcada por BOTW y seguida por TOTK, es decir: seguir confiando en los mundos abiertos.
No me lo invento yo, lo dice el propio Aonuma en una entrevista con Famitsu, y tiene mucho sentido. La explosión de libertad presente en los últimos juegos ha favorecido la expansión de la saga, llegando a nuevos usuarios. Estamos en la era de los mundos abiertos, y Nintendo ha sabido adaptarse a la situación con un concepto "open air" que implica el libre albedrío del jugador, dándole la oportunidad de controlar a Link dentro de un entorno repleto de oportunidades de exploración, combate y resolución de problemas. Todo con herramientas de lo más originales, valiéndose de poderes y herramientas que permiten resolver situaciones de maneras impredecibles (a veces desconocidas hasta por los propios desarrolladores).
Es un concepto de jugabilidad sistémica que veremos expandido en futuras entregas, un camino que ya no tiene marcha atrás. Y no digo necesariamente que el próximo gran juego de Zelda aproveche el mapeado de BOTW o TOTK. Puede ser otra cosa distinta, por qué no, pero manteniendo la misma filosofía de dejar que el jugador se exprese en sus partidas. Eso creo que es clave para el futuro de la licencia, porque ha funcionado extraordinariamente bien en los últimos títulos. Perderte en el escenario, tener mil razones para ir de un lado para otro, sorprenderte con cada nueva localización… y todo sin perder la esencia de la franquicia.
Incluso si Nintendo decide aprovechar el material de ZBOTW o ZTOTK, la potencia añadida que nos dará Nintendo Switch 2 ya representará un importante salto en calidad. Imaginaros Hyrule sin las limitaciones gráficas impuestas por la actual consola, con una mayor distancia de dibujado, texturas de alta calidad y entornos más detallados. Es una proeza lo que se ha hecho con el hardware disponible, pero estoy seguro de que una mayor potencia vendrá sensacional para plantear todo lo que tienen en mente en la desarrolladora japonesa.
Una mayor potencia vendrá sensacional para plantear todo lo que tienen en mente en la desarrolladora japonesa
No lo dudéis. Nintendo ya sabe cómo será su próxima plataforma y está ya trabajando en este nuevo título. Nos quedan, no obstante, varios años para verlo. ¿Qué ocurrirá hasta entonces? Pues algo que es fácil intuir: sacarán otros títulos de la franquicia para seguir alimentando la pasión (y las ventas). Veo fácil que hagan algún nuevo remake al estilo de Zelda: Link's Awakening -aprovechando su genial motor gráfico- y a mí en particular me viene a la cabeza el magnífico Zelda: A Link to the Past de SNES, aunque tampoco me parecería raro que se rescatara el más reciente Zelda: A Link Between Worlds de Nintendo 3DS.
Luego podríamos hablar de las famosas remasterizaciones. Recientemente, hemos tenido en Nintendo Switch la llegada de Zelda: Skyward Sword, pero parece más que lógico que -tarde o temprano- lleguen otros remasters como el de Zelda: The Wind Waker o Zelda: Twilight Princess. Ambos gozaron de versiones en alta definición para la consola Wii U, así que no es descabellado pensar en un regreso (que podría producirse antes de lo que pensamos). ¡Ah! Y no nos olvidemos de spin-off como Cadence of Hyrule o Hyrule Warriors, los cuales han gozado de no poca popularidad entre los fans.
The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom
En definitiva, tenemos Zelda para rato. La próxima gran entrega tardará en llegar, pero mantendrá la línea establecida en los últimos juegos (será otro título de gran presupuesto, dispuesto a revolucionar). Por otro lado, es seguro que recibamos otros juegos menores, pero igualmente importantes, que sacien la sed de los seguidores. Y tú, ¿qué piensas? ¿Cómo ves el futuro de la saga Zelda y su próximo videojuego? ¿Qué remasterizaciones te gustaría ver? ¿O tal vez algún remake? Cuéntalo en los comentarios.
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