No os voy a engañar, estoy que no puedo con las ganas de jugar a Assassin's Creed Shadows. Y aunque tengo clarísimo que voy a jugar todo lo posible como Naoe y seguir los misteriosos caminos de las sombras como buen ninja, la presencia de Yasuke, el legendario samurái africano, me ha dado unas ganas tremendas de recuperar uno de esos animes tan macarras herederos de las primer gran desembarco nipón en la cultura pop occidental de los años 90. Os hablo de Afro Samurai, un anime (y un manga) que mezcla un montón de ideas y recursos chulos para una historia que es tan intrascendente como exageradamente divertida.
Una mezcla extraña y explosiva
Uno de los aspectos más valorados por los fans es precisamente esa fusión de estilos y culturas. El tecno-orientalismo se manifiesta en la ambientación futurista y los diseños tecnológicos que contrastan con el paisaje feudal. La blaxploitation aporta un toque de rebeldía y resistencia que se refleja en el personaje de Afro y su viaje de venganza, y un alegre toque retro que nos recuerda mucho a la serie b de los años 70. Y claro, las pelis de artes marciales. De propina, la cultura del hip-hop impregna la serie con una banda sonora compuesta por el legendario RZA de Wu-Tang Clan, que añade una capa extra de autenticidad y molonidad a la serie.
Ken McLeod, en su trabajo sobre la hibridación en las culturas populares afroamericanas y asiáticas, destaca precisamente esta mezcla de influencias como un elemento clave para entender la formación de nueva identidades culturales en la era global. McLeod argumenta que la hibridación crea un 'tercer espacio' que trasciende las dicotomías tradicionales entre Este y Oeste, permitiendo nuevas posiciones culturales. En el caso de Afro Samurai, esta hibridación se traduce en una narrativa que combina la estética del anime japonés con temas y estilos de la cultura afroamericana. Hay que tener en cuenta de una anime que suma ya más de 20 años y que siguió la estela de iconos de la cultura popular de la época, como The Matrix.
La obra, que consta de una miniserie de anime y una peli-secuela titulada Afro Samurai: Resurrection, cuenta con la implicación y complicidad de Samuel L. Jackson como la voz de Afro. Su interpretación añade carisma y personalidad al personaje, haciendo que la experiencia sea aún más disfrutable. Además, la colaboración de RZA en la banda sonora refuerza la conexión con la cultura hip-hop, proporcionando una base rítmica que acompaña a la perfección las escenas de acción.
"Nada personal. Es solo venganza”
La trama de Afro Samurai, aunque sencilla en su premisa de venganza, se desarrolla de manera que mantiene al espectador pegado a la pantalla. Afro, armado con su espada, toneladas de mala leche, un "cigarrillo" y envuelto en su distintiva aura de determinación y melancolía, se enfrenta a enemigos de lo más pintorescos en combates que son tan visualmente impresionantes como visceralmente intensos. Los temas de honor, traición y redención se entrelazan en una narrativa que, aunque directa, no deja de tener su fondo.
El impacto de Afro Samurai no se limita solo a su narrativa y estilo visual. También ha dejado una marca significativa en la cultura popular, siendo una de las primeras producciones de este tipo en ganar un Emmy por su dirección artística en la película Afro Samurai: Resurrection. Para aquellos que aún no han tenido el placer de sumergirse en el mundo de Afro Samurai, o para los que, como yo, sienten la necesidad de revisitar esta joya del anime, os invito a darle una oportunidad en Crunchyroll. Dejad que Afro Samurai os transporte a un mundo donde el pasado y el futuro, el Este y el Oeste, se encuentran en una danza de espadas y ritmos que no os dejará indiferentes.
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