Todos sabemos quién es Gunpei Yokoi, ese genio de Nintendo que fue artífice de algunos de los productos más imaginativos y vanguardistas de la compañía nipona. Su biografía se encuentra repleta de genialidades, como la creación del Ultrahand, un juguete que se convirtió en un auténtico superventas, y de una auténtica rareza en su época como el Love Tester. Pero sin duda por lo que más se lo recuerda es por la mítica Game Boy, que supuso un punto de inflexión importantísimo en la Gran N.
Su carrera en el desarrollo de videojuegos es algo menos conocida, aunque participó como diseñador y productor en medio centenar de títulos. Y es que Yokoi en realidad era un ingeniero electrónico con una mente inquieta que siempre estaba pensando en originales maneras de entretener a los usuarios. Fue en uno de esos golpes de ingenio en que surgió una de las creaciones más importantes de Nintendo, la cual dinamitó su carrera en el mundo del ocio electrónico: la Game & Watch.
Un trayecto en coche que lo cambió todo
Uno de los protagonistas de esta curiosa historia es Hiroshi Yamauchi, ese señor de fuerte temperamento que sin saber mucho de videojuegos lograba maravillas como presidente de Nintendo. Resulta que el mandamás, dentro de su apretada agenda, tenía una cita importantísima con varios peces gordos de la industria japonesa, así que no podía faltar. No obstante, ocurrió un imprevisto: el chófer habitual de Yamauchi estaba enfermo, así que había que encontrar un sustituto para llevarlo en su flamante coche americano.
Ball fue la primera versión de Game & Watch, un juego con solo dos botones, uno para cada dirección
El único problema es que este tipo de coches tenían el volante en el lado izquierdo… ¡y en Japón lo tienen en el derecho! Por suerte, el equipo de recursos humanos sabía que Yokoi contaba con experiencia en este tipo de coches, así que le pidieron que esa tarde-noche ejerciera como chófer de su propio jefe. Al ingeniero no le hizo ninguna gracia, pero obviamente accedió. Y no solo eso… sino que aprovecharía tener un momento a solas con su jefe para proponerle una idea magnífica:
"Si pudiéramos crear una máquina para jugar tan pequeña y delgada como una calculadora, los empleados podría jugar sin ser pillados".
La verdad, no sé muy bien el sentido de estas palabras ni por qué expresó así la idea en un momento tan crucial, aunque tenía cierto sentido. Como comenta el propio Yokoi en sus memorias (el libro Gunpei Yokoi’s House of Games Returns), la invención de Game & Watch tiene su origen en un viaje en tren de vuelta a casa, cuando observó sentado a un empleado aburrido y exhausto jugando con una calculadora. Es así como pensó en lo interesante que sería la creación de un dispositivo portátil, pequeño y manejable para disfrutar de videojuegos.
Se lanzaron un montón de versiones de Game & Watch, como esta inspirada en Mario Bros
Yokoi contó con pasión su idea a Yamauchi, y ocurrió algo delirante, pero al mismo tiempo nada sorprendente si consideramos su personalidad: no contestó. De hecho, parecía como si no hubiese escuchado nada. Supongo que el ingeniero estaría descorazonado en ese momento, aunque días después ocurrió lo inesperado. El presidente de Nintendo lo llamó para que fuese a su despacho, quien lo estaba esperando junto a Akira Saeki, el mismísimo presidente Sharp, por aquel entonces el mayor fabricante de calculadoras del mundo.
"Me dijiste que querías hacer una máquina de juegos con el tamaño de una calculadora, y Sharp es buena haciendo esas cosas", sentenció Yamauchi a un Yokoi que no salía de su asombro. Así comenzó la historia del desarrollo de Game & Watch, que supuso uno de los primeros pasos de Nintendo en el mundo de las consolas de videojuegos. Desde luego, el invento fue todo un éxito, como demuestran las numerosas versiones que aparecieron a lo largo de los años 80, con varias maquinitas de Donkey Kong e incluso licencias al estilo de Popeye o Mickey Mouse.
Nintendo ha rescatado recientemente la nostalgia por Game & Watch con versiones conmemorativas
Se vendieron más de 40 millones de unidades en total, pero lo mejor es que llevó a Nintendo una de sus filosofías de diseño de hardware más importantes: el pensamiento lateral (aprovechar tecnología existente para crear nuevas experiencias). Sin Game & Watch, muy probablemente no habría llegado otro hardware como Nintendo DS, una portátil que mantenía la base de diseño de algunas de estas maquinitas.
Y otra reflexión. Puede que Yamauchi no fuese el presidente más simpático y empático de la historia, pero tenía una gran visión de negocio y sabía en quién confiar para llevar a Nintendo a la cima. El apoyo casi incondicional a las ideas de Yokoi deja claro que este era un absoluto genio, pero también que (a pesar de no controlar casi ninguno de los campos de su negocio) poseía un olfato talentoso para los negocios. Era un hombre de resultados, y eso no podrá negarlo nunca nadie.
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