Honey, I Joined a Cult es un juego de gestión estratégica que te pone al frente de tu propia secta, con varias opciones de construcción, pero también de administración interna. Puedes crear tus propios edificios y planificar las distintas salas, incluyendo los dormitorios, la cocina, los baños y por supuesto los espacios de adoración. Además, incluye la opción de identificar fieles, entrenarlos y captarlos para seguir adelante con la sexta, ganando dinero.
El juego está adaptado a muchos tipos de jugadores gracias a su dificultad personalizable, y contiene una rejugabilidad basada en crear varias sectas cuando la que tenías ya no tiene opción de seguir adelante. Con un árbol de progresión bastante ambicioso, y cantidad de posibilidades para manejar a tus adeptos, es un título indie orientado a los amantes de la estrategia y la gestión, en este caso con un toque de comicidad.