"Konami no está en su mejor momento". Seguro que esta afirmación la habréis leído y escuchado decenas de veces en los últimos años, pero es que es una realidad como un templo. Sí, es cierto que últimamente nos ha dejado alguna cosilla que no está mal como Silent Hill: The Short Message y, también, que está tratando de reverdecer viejos laureles con los esperados remakes tanto del inolvidable Silent Hill 2 como de Metal Gear Solid 3 (uno de los más queridos). Pero lo que está claro es que la compañía nipona perdió brillo hace ya mucho tiempo. Por fortuna y como os he comentado, por lo menos está intentando cambiar las cosas poco a poco. Una de las vías que ha decidido tomar para que esto suceda es la de encargar a estudios y compañías externas la creación de nuevas entregas para algunas de sus series más queridas. Y, sin duda, Contra entra de lleno en ese saco. Una saga que regresa de forma triunfal gracias a Contra: Operation Galuga, título que ya está disponible en todos los formatos actuales y que me ha dejado una buena impresión en general.
Infierno run'n gun
Contra fue uno de los mejores títulos dentro de su género de los que aparecieron durante toda la década de los 80. Un run'n gun de libro que destacó por multitud de cualidades, desde su impecable control al fantástico diseño de niveles y, por supuesto, a su legendario nivel de dificultad. Unos elementos que, en su mayoría, han sido recuperados por el estudio WayForward, autores de la saga Shantae entre otras, añadiendo una buena remesa de innovaciones por el camino.
Lo primero que es necesario dejar claro de esta nueva entrega de la franquicia de Konami es que se trata de una especie de reimaginación del clásico de 1987. Un título que sigue las bases del original y que recupera buena parte de sus elementos como a sus dos protagonistas, a muchos de sus enemigos o la estructura de una buena parte de los ocho niveles que nos depara el juego. Pero a esta base principal se han incorporado diversas mejoras y novedades, como por ejemplo la posibilidad de poder elegir entre cinco niveles de dificultad. Una forma de tratar de captar la atención de un mayor grupo de usuarios y que no me parece una mala idea, dado que aquellos puristas que quieran sentir el escalofriante y salvaje nivel de exigencia que puede depararles esta propuesta, los dos últimos de estos niveles de dificultad colmarán sus ansias… y con creces además. Eso es, porque al margen de poder seleccionar el nivel de crudeza que nos espera en la isla de Galuga, se trata de un juego bastante exigente ya de por sí y que puede suponer un desafío bastante serio incluso en el nivel de dificultad intermedio. Tened esto en cuenta.
A la hora de meternos de lleno en la acción, podemos optar por varias modalidades, siendo el modo Historia la principal. Una opción que, como era deseable, es posible acometer a dos bandas… y controlando a los dos personajes clásicos de esta obra como son Bill Rizer y Lance Bean. Dos tipos a los que, eso sí, van sumándose compañeros de viaje adicionales (tanto nuevos como algunos viejos conocidos) a medida que avanzamos y superamos las distintas fases. Uno de los muchos alicientes y novedades que ofrece esta entrega.
Pero no es la única innovación que presenta, en absoluto. El esquema de juego se ha respetado totalmente, por lo que cada nivel es lineal y de lo único que debemos preocuparnos es de avanzar de un punto A hasta otro B del escenario, acabando a tiro limpio con cuantos indeseables se interponen en nuestro camino. ¡Y no son pocos! Oleadas enteras de rivales se agolpan en la pantalla esperando a despacharnos con todo tipo de ataques directos o proyectiles, siendo necesario también eliminar a los correspondientes enemigos especiales como los jefes a mitad y final de cada nivel. Unos oponentes formidables que son capaces de atacarnos hasta con las orejas y que ponen a prueba nuestra pericia con el pad en nuestras manos.
Por fortuna, los desarrolladores han integrado un sistema de mejoras o perks para los personajes que me ha parecido todo un acierto. Al completar cada nivel y en función de lo bien que lo hagamos, somos recompensados con créditos que podemos invertir en la tienda correspondiente para hacernos con algunas de las mejoras que están a la venta. Salud extra para los personajes, invulnerabilidad temporal expandida tras un respawn, el hecho de conservar las armas después de morir o que cada arma que empuñemos esté potenciada de serie son algunas de estas perks que es posible adquirir. Y lo más interesante de todo es que hay un buen número de estas mejoras y algunas son exclusivas para cada uno de los personajes.
Siguiendo con las armas, esta entrega también incorpora un nuevo sistema de armamento que nos permite portar dos a la vez, pudiendo alternar entre una y otra (misiles teledirigidos, lanzallamas, etc.) según nos convenga. Un sistema que, como guinda, también nos posibilita usar dichas armas de una forma alternativa para desencadenar un ataque especial, el cual causa estragos entre los adversarios pero, como contrapartida, perdemos dicho artefacto. Unas innovaciones a las que también hay que añadir las habilidades de nuevo cuño que también pueden realizar los personajes, como el doble salto o el dash.
La acción más intensa
En cuanto a los niveles, estos se basan tanto en los plasmados en el juego original como en otras entregas clásicas de la saga (como el fantástico Super Probotector), pero son más extensos y añaden numerosas zonas y elementos inéditos. No son los más originales del mundo, pero están bien diseñados y de vez en cuando cambian un tanto su estructura para permitirnos controlar a unas motos futuristas. ¿Y cuánto tiempo es necesario invertir para superar todas estas fases? Pues eso depende del nivel de dificultad seleccionado y, por supuesto, del nivel de habilidad de cada uno. Pero, así en general, es posible llegar hasta los créditos en una o dos horas. Una "duración base" a la que hay que sumar muchas horas extra que son propiciadas por los modos de juego adicionales que también presenta el título.
Al ya citado modo Historia se une un modo Arcade, el cual viene a ser exactamente el mismo que el anterior pero va más al grano. ¿En qué sentido? Pues que deja de lado todas las charlas y secuencias que es posible contemplar en el modo Historia para ofrecer un enfoque más cercano al de una coin-op. ¡Pero no sólo eso! La característica más atractiva que ofrece esta modalidad es que incluye modo para cuatro jugadores simultáneos, otra novedad que me parece muy elogiable. Y junto a estas opciones también encontramos el modo Desafío, un auténtico infierno para uno o dos jugadores en el que se nos marcan objetivos muy difíciles de llevar a cabo, como superar una fase en un límite de tiempo súper ajustado o eliminar a un jefe final bajo unas condiciones muy extremas.
Pero existen más razones para seguir jugando a Contra Operation Galuga tras contemplar la escena final, como por ejemplo completarlo con los diferentes personajes jugables, los cuales poseen alguna que otra habilidad única. Y a esto se unen los tradicionales speed runs tan habituales en este tipo de títulos (se prestan mucho a ello) así como el desafío que supone tratar de obtener las puntuaciones más altas. Por lo tanto, estamos ante el típico título corto pero muy rejugable al que es posible echar multitud de horas adicionales una vez completado el modo de juego principal.
Un esquema jugable que, bajo mi parecer, es muy solvente y respetuoso con la saga y que ha sido bien arropado por unos valores de producción bastante meritorios. Es cierto que a determinados usuarios (entre los que me incluyo) les hubiera gustado encontrarse con un apartado técnico completamente 2D. Pero más allá de los gustos personales de cada uno, es justo afirmar que el modelado de los personajes y enemigos es muy notable y que sus animaciones no sorprenden pero están bien ejecutadas. En cuanto a los escenarios, estos gozan de un nivel de detalle meramente funcional, ni más ni menos, pero dan cabida a auténticos festines de tiros y explosiones que se mantienen a una tasa constante de 60 cuadros… salvo en el caso de Switch, versión que sufre de diferentes problemas técnicos.
Y para terminar, el sonido se encuentra a un nivel aceptable, con un buen trabajo de doblaje (en inglés con subtítulos) y unas melodías que no van a pasar a la historia pero que se amoldan perfectamente a la acción.
WayForward ha sabido acometer la tarea de trasladar a los tiempos actuales toda la magia y la espectacularidad que presentaba la recreativa original de Contra. Esta entrega es una especie de reinterpretación de ese mismo título que añade numerosas innovaciones técnicas y jugables para dar vida a un juego realmente entretenido… mientras dura. Y es que los ocho niveles se quedan algo cortos, aunque es cierto que se trata de una obra muy rejugable debido a los modos de juego complementarios que también incluye así como a la gran cantidad de coleccionables y desbloqueables que alberga. Un título bastante meritorio y recomendable.
Comprar Contra: Operatin Galuga- El título consta de ocho niveles.
- Es posible elegir entre cinco niveles de dificultad.
- Se trata de una reimaginación del título original de arcades con numerosas mejoras e innovaciones.
- Es posible ir adquiriendo distintas perks para los personajes a medida que avanzamos.
- El sistema de armas es nuevo y funciona realmente bien.
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