Cuando la industria empezó a apostar por el 3D, lo cierto es que se traicionó un poco a ese estilo visual tan querido hoy por muchos jugadores: las dos dimensiones. Creíamos que ya lo habían dado todo, y decidimos pasar a otra cosa. En los años sucesivos y hasta nuestros días, el 2D nos demostró que todavía tenía mucho que decir si se le añadían todo tipo de efectos y técnicas avanzadas. Todavía en esta década me sigo sorprendiendo con algunos juegos que apuestan por la bidimensionalidad.
Con Hi-Fi Rush, me ocurre algo parecido. Su estilo y diseño se asemeja a un juego de hace tres generaciones, pero que en absoluto lo es. Sí, casi podrías imaginarte el logo de la Xbox original encima de su carátula, junto a otras como Jet Set Radio Future o el primer Psychonauts. Pero no. Hi-Fi Rush es como ese 2D latente deseando demostrar que todavía tenía mucho que ofrecer. Es un Hack and Slash bien diseñado, con un cel-shading precioso, una mecánica que, si bien no es nueva, la adapta a su personalidad y un carisma a menudo olvidado en las modernas y serias generaciones. Puede que, por todo esto, la nueva obra de Tango Gameworks te haga sentir como antaño, pero en absoluto es un juego anticuado, sino la gran sorpresa de 2023.
Lo notas cuando las mismas sensaciones de los grandes hack and slash vienen a ti. Sobre todo en los últimos compases de la aventura. Cuando estás en el último tercio de un Devil May Cry 5 o un Bayonetta 3, lo primero que piensas es: "vale, ahora sí se jugar. Qué ganas tengo de empezar una partida nueva ahora que he dominado todas las técnicas". Así es el espíritu de este género, que Hi-Fi Rush traslada además al juego rítmico. Al principio, me costó mucho coger el compás a las canciones para hacer buenas puntuaciones, pero una vez que empiezas a sentir la música, que ese beat acelerado forma parte de ti, los combates se transforman. Ya no solo luchaba al golpe de la música. Saltaba y avanzaba movido por la melodía. Quería sincronizar todas las acciones que podía hacer con Chai.
Al compás: ¿De qué va Hi-Fi Rush?
Puede que la historia de Hi-Fi Rush no sea lo más destacado, pero tampoco tiene por qué serlo. De hecho, es divertida en muchas ocasiones y, aunque no cuente mucho, despliega personalidad y carisma en cada una de sus secuencias. La historia sigue a Chai que, como todo habitante de la región, venera a la corporación Vanderlay, cuyos avances biomecánicos han mejorado la vida de los ciudadanos. Pero hay algo podrido dentro de la empresa, y Chai lo descubre por las malas cuando su implante no se acopla como es debido debido a la irrupción de su reproductor de música. Considerado una anomalía, tendrá que luchar por sobrevivir y detener a la corporación antes de que lleve a cabo su plan secreto.
Lo dicho: una historia funcional que, sin embargo, es muy llevadera gracias a que Tango se ha trabajado aquí unas animaciones verdaderamente notorias. Puede ser fácilmente uno de los cel-shading más expresivos que hemos visto en la larga trayectoria de esta técnica gráfica. El color y el movimiento abarca todos los escenarios del juego, que se mueven al ritmo de la melodía. Lo notas en los pequeños detalles, como la aplicación de la técnica de semitono para los contornos de iluminación y los reflejos; o lo cuidados que están cada uno de sus efectos visuales.
Hi-Fi Rush posee un despliegue de partituras tanto propias como licenciadas que se acoplan perfectamente a su espíritu
La música es aquí protagonista principal y Hi-Fi Rush posee un despliegue de partituras tanto propias como licenciadas que se acoplan perfectamente al espíritu de la obra y también a las mecánicas de juego. Pero me gustaría destacar, y por fin para bien, el trabajo de doblaje que se ha hecho en este juego. Vale que quizá (solo quizá) sea algo más sencillo interpretar una historia de estilo cartoon que un drama realista, pero es que el doblaje al español es perfecto. Grandes voces que saben hacer las inflexiones adecuadas para captar la comicidad de cada escena, los chistes y juegos de palabras... Destaca el propio Chai y cómo expresa cada una de las múltiples tortas que se va a dar.
Beat and Slash. ¿Cómo se juega a Hi-Fi Rush?
Pese a que sigo disfrutando del Hack and Slash como del primer día, lo cierto es que no es el género que más ha evolucionado en cuanto a su diseño de niveles. Hasta los últimos exponentes siguen apostando por arenas en las que mantener el control del combate y escenarios algo sencillos que las conectan. Y sí, Hi-Fi Rush sigue utilizando el planteamiento de arenas de combate, pero todo lo que hay fuera de ellas está tratando con un mimo especial, apoyándose en las plataformas como elemento mecánico principal.
Su gran acierto es la variedad. Tango ha decidido que cada capítulo, o pista como ellos lo llaman, sea su propio microcosmos jugable. Así, no solo cambia el escenario, sino la forma de recorrerlo. En algunos tendrás que moverte al ritmo para evitar ser aplastado o subirte a plataformas móviles. En el siguiente, el gancho cobra protagonismo absoluto. Luego el bloqueo es la estrella. En otros escenarios, se te anima a escalar una torre gigante con láseres a esquivar. En uno, incluso, se aprovecha para dar más pinceladas de la historia y ofrecer contexto.
Pueden parecer simples, pero lo cierto es que los doce niveles tienen siempre caminos alternativos en los que encontrar secretos para acumular piezas de repuesto, mejorar nuestras barras de salud y energía, o mejoras permanentes. También te encontrarás con puertas completamente cerradas, que ya te indican que el juego está planteado para una segunda vuelta más desafiante.
Al tratar todos los niveles como experiencias únicas, consigue que el jugador no tenga nunca la sensación de repetitividad, mientras que espera con ansias con qué le van a sorprender a continuación. Es la misma sensación que ofrecen los enemigos, que poco a poco van poniendo a prueba nuestras nuevas habilidades. En Hi-Fi Rush, no solo atacaremos con nuestros combos de ataque rápido y fuerte. A ellos se le suma el esquive y el bloqueo, y también el añadido más personal, llamar a los amigos que irá haciendo Chai a lo largo de la aventura para contrarrestar las capacidades especiales de algunos robots.
Algunos de los enemigos entran en un estado de rabia, y ponen a prueba tus nervios. Proponen una combinación de ritmo de bloqueos y esquives que no perdona. Un doble o nada. Si la contrarrestas, podrás atacar y acabar con ellos de un plumazo. Pero también son capaces de acabar con toda tu vida si te despistas. Y ojo, porque en esto Hi-Fi Rush no perdona. Te hará repetir el combate de nuevo desde el principio. Como decía antes, es lo que más problemas me dio hasta pillar el ritmo, pues es un compás muy acelerado y exigente en su ventana de reacción. Todo esto está hecho, claro está, para no perdonar vicios y que luches contra la tentación de machacar el botón.
Al terminar Hi-Fi Rush, me dio la sensación de que lo poco que fallaba del juego era yo mismo. El juego tiene muchas cosas que enseñarte y se toma su tiempo para ello con una buena cantidad de tutoriales, y el jugador necesita un periodo de aclimatación para controlar todas las posibilidades. Una vez que lo hice, mi clasificación apenas bajó del A y estaba completamente metido en el compás. En su estimulante combate. Con sus atractivos jefes finales, que son capaces de reinventarse toda la partida y con los que es un placer descubrir sus fisuras.
Todavía estoy escribiendo este análisis con el ritmo en la cabeza. Esta es la grandeza de Hi-Fi Rush. Tanto por su calidad como por su anuncio ha sido una auténtica sorpresa, y es ya uno de los mejores trabajos de Tango Gameworks. Además, tiene potencial para seguir experimentando con la idea. Pero, mientras eso ocurre, yo ya pienso, a un compás de cuatro tiempos, en volver a él para sacarle el máximo partido a sus posibilidades.
Hi-Fi Rush ha resultado ser una verdadera sorpresa que se ha colado instantáneamente entre los mejores Hack and Slash de los últimos años. Lo hace aliándose con el ritmo para potenciar los ataques, pero también con un diseño que funciona tanto dentro como fuera de las arenas de combate. Sus niveles saben ser variados y esconden muchos secretos y opciones a ser rejugados. Sus enemigos nos ponen constantemente a prueba, mientras que los jefes finales son estimulantes y muy divertidos. Si a ello le sumas un apartado visual encantador y muy cuidado con sus animaciones, tienes un juego redondo para los amantes del género.
- Es un Hack and Slash en el que tan importante como golpear es hacerlo al compás.
- Su estilo visual cel-shading es vibrante y con unas animaciones fabulosas.
- Hay un gran diseño tanto dentro de las arenas de combate como fuera de ellas en secciones de plataformas.
- Su historia es funcional, pero es divertida y sus personajes tienen carisma.
- Como todo buen Hack and Slash, se domina en los compases finales, y se fomenta la rejugabilidad.
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