No solo en América y Asia se hacen buenos videojuegos, y es que en Europa tenemos mucho de lo que presumir. Polonia, concretamente, a día de hoy se suele asociar con CD Projekt, pero en el país del este hay más equipos creando obras únicas. Fool's Theory son los protagonistas hoy, y es que su nuevo juego, The Thaumaturge, es un RPG con mucho que decir a su favor. Me he sumergido en su propuesta curiosa de narrativa, roleo y gestión de criaturas, y lo que me he encontrado ha sido un juego verdaderamente especial. Lo que me hace tener más fe en ese remake de The Witcher en el que trabajan.
The Thaumaturge, un RPG abiertamente político y personal
Ambientado en una versión alternativa de la Varsovia de 1905, The Thaumaturge es un RPG de talante narrativo que te pone en la piel de Wiktor Szulski, un taumaturgo. Gracias a sus poderes, puede hacer contacto con los Salutors, o demonios que se esconden en las sombras de esta realidad, además de percibir los sentimientos residuales que las personas dejan en los objetos. Esto lo convierte no solo en un poderoso domador de espíritus, sino también en una especie de detective paranormal.
Tras irse de la capital polaca por la negativa de su padre a aceptarlo, durante uno de sus viajes se entera del fallecimiento de su progenitor, ante lo cual regresa a la capital polaca, ocupada por el imperio ruso, para descubrir qué ha pasado y reconectar con su hermana. Será durante esta aventura donde varios mundos y dilemas converjan, y es que The Thaumaurge es un título que apuesta por superponer lo paranormal, lo político y lo personal en pos de crear una narrativa temáticamente compleja y rica en sabores. Aun así, aunque he dicho que este es un título de talante narrativo, eso no significa que haya renegado del combate, es solo que este ocupa un cómodo segundo lugar para dejar que el RPG se recree en lo que mejor hace: contar historias.
Con un elenco de personajes diverso y bien construido, esta es una trama de tintes que convergen en un único punto. La infancia de Wiktor, la turbulenta relación con su difunto padre y las consecuencias de su exilio son una parte central del protagonista y del juego, pero no acaparan toda la atención, sino que funcionan como hilo conductor para sus hechos paranormales y políticos. Este último presenta una visión muy interesante de la historia de Europa, una que normalmente en la parte más occidental se nos escapa.
El RPG como pilar, pero sin muchas pretensiones
En cuanto al combate, no voy a decir que sea malo, porque no lo es, pero resulta evidente que no es el centro. A lo largo de la aventura, podrás reclutar Salutors, criaturas paranormales que pueden influir en el comportamiento de la gente aprovechándose de sus sentimientos, algo que es conocido como una Marca. Wiktor podrá capturarlos y usarlos en las batallas por turnos, ampliando así su repertorio de ataques para poder hacer frente a las amenazas, tanto tangibles como sobrenaturales, que se le planten delante. Que el combate no sea extremadamente complejo no significa que sea malo, porque lo que carece de complicado lo suple con originalidad. En un baile de demonios, estados alterados y enemigos, tendrás que elegir el Salutor correcto para neutralizar las fortalezas de tus contrincantes —como defensa aumentada o recuperación de vida— a la vez que aplicas estados alterados para no rebajar la presión y derrotarlos.
Como juego de rol jugable, The Thaumaturge no te va a traer grandes redes de sistemas que se entrelazan como Baldur's Gate 3, sino que opta por una progresión atada a la exploración, y no a los combates —de los cuales, de hecho, no hay tantísimos a lo largo del juego—. Conociendo la ciudad, además de a sus habitantes y secretos, conseguirás experiencia que te servirá para potenciar las cuatro estadísticas de Wiktor. Estas no solo mejorarán tus capacidades dentro del combate —permitiendo añadir efectos secundarios tácticos a tus golpes—, sino que también definirán cuánta información puedes conseguir usando tus poderes de taumaturgo. Como prácticamente todo en este juego, es la mecánica al servicio de la narrativa lo que prevalece, y, francamente, no tengo ninguna queja ahí.
Varsovia, una ciudad con vida propia
A partes iguales juego de rol y aventura gráfica, The Thaumaturge pone la parte menos personal de su foco narrativo en el conflicto latente entre los polacos y los rusos ante la ocupación de su capital por parte del zar Nicolás II. Wiktor, tras sus viajes, vuelve a su ciudad natal para encontrarse un lugar tan familiar como cambiado. La ciudad y su contexto son tremendamente importantes para el juego, tanto que hasta me atrevería a decir que es la coprotagonista del juego junto al titular taumaturgo.
La ciudad y su contexto son tremendamente importantes para el juego, tanto que hasta me atrevería a decir que llega a ser coprotagonista
Recreada con Unreal Engine 5, la capital es mucho más que un escenario en el que ocurren sucesos, es el nexo entre el pasado de Wiktor, el descontento polaco ante la ocupación y la presencia sobrenatural que rodea la cara oculta de sus calles. Durante tus paseos, vas a poder toparte con montones —y créeme que no uso esta palabra a la ligera— de documentos, notas y periódicos que te hablarán sobre la situación actual de esta urbe. The Thaumaturge no tiene miedo a hacerte leer en pos de aumentar la inmersión a través de lo anecdótico y mundano. Por otro lado, también puedes disfrutar de vistas icónicas de la ciudad y muchos, muchos elementos típicos de aquella época, que, presentados con cierta solemnidad e incluso nostalgia, te obsequian bocetos de cómo era la vida típica en la capital polaca a principios del siglo 20. Si hay algo que transpira aquí es el amor que desde Fool’s Theory profesan por su ciudad, y es este cariño el que, precisamente, hizo que me metiera tanto dentro de la acción que ocurría en sus calles.
Eso sí, esto no se queda en algo simplemente anecdótico, sino que investigar todos los rincones de la urbe y desentrañar sus secretos te dará acceso a toneladas de contenido secundario. Husmeando te harás eco de historias curiosas, podrás asistir a talleres y charlas de lo más variopintas y desbloquearás varias horas de contenido optativo que tiene solo una misión: desarrollar la ciudad como entidad, alejándose un poco de la misión de Wiktor y su conflicto personal y político.
Es un videojuego que atrapa a quien quiere un mundo desarrollado hasta el más mínimo detalle
Como si de varios juegos en uno se tratara, este RPG se recrea en darte facetas perfectamente divididas de su ser que acaban convergiendo en una experiencia profunda en lo narrativo y algo superficial en lo jugable. Los diálogos tienen peso, las misiones hacen menos uso de "acaba con estos enemigos" y se amparan en "descubre qué es lo que está sucediendo y juega bien tus cartas", dándonos montones de objetivos alternativos para poder completarlas. Como a medio camino entre Baldur's Gate 3 y Disco Elysium, es un título que atrapa a quien quiere un mundo desarrollado hasta el milímetro, aunque a veces peque un poco de contarnos su trasfondo a través de texto, en vez de enseñarlo de manera orgánica.
En todo este contenido entra uno de los aspectos que más me han hecho dudar del título: su localización al castellano. A nivel de tono es efectiva, no tiene problemas para encajar en el contexto y siempre es de agradecer poder contar con ella en un título con tantísimo texto. El problema viene cuando hablamos de sus fallos, como errores de maquetación que dejan ver en algunas líneas de código, e incluso un par de líneas de diálogo y descripciones que, simplemente, se quedaron en polaco. Aun así, esto no es nada difícil de parchear, y me voy a repetir diciendo que es una gozada saber que en un videojuego tan narrativo y con tanto diálogo como este se puede contar con una traducción a nuestro idioma.
Imperfecto no significa malo
Es curioso todo el esfuerzo puesto en hacer que Varsovia se sienta tangible y real a nivel narrativo, porque este hecho llegó a eclipsar la propia trama del juego durante mi partida. No me malinterpretes, la historia de The Thaumaturge está a años luz de ser mala, pero su presentación a veces se siente algo cruda, sin el esplendor del que presumen otros apartados del título. Aun así, eso no le quita sus cualidades: es una historia interesante, llena de misterios que descubrir, personajes carismáticos y con un talante diferente a lo que estamos acostumbrados gracias a ese baile de prioridades temáticas.
Desde el minuto uno de mi aventura, una cosa que me quedó clara sobre el título es que lleva sus asperezas a flor de piel, más como una medalla al honor que como una imperfección a pulir. Hay mucho que mejorar en sus animaciones, sus gráficos son irregulares y sus mecánicas no son las mejores, ¿pero sabes qué? No creo que esto sea una tragedia. En un contexto donde cada vez está más claro que los videojuegos milmillonarios cada vez son menos factibles, me encanta ver una apuesta que no parece tener miedo a recortar donde haga falta para poder emplear sus recursos de manera inteligente para maximizar sus fortalezas.
Es una obra compleja desde su planteamiento, con una profundidad sentimental y adulta que tanto se echa en falta
The Thaumaturge es una obra compleja desde su planteamiento, con una profundidad sentimental y adulta que a veces se echa en falta dentro de este medio. Si a esto le sumamos un talante político que refleja una realidad histórica desde una ficción alternativa, lo que queda es un título sorprendente y único para el que no me faltan elogios. Si lo que busca es una enorme obra que vaya a revolucionar el medio —ya sea a nivel gráfico como siendo el siguiente blockbuster—, busca en otro sitio, pero si quieres descubrir un videojuego genuino, aquí lo tienes.
The Thaumaturge es un videojuego ambicioso, pero de una manera diferente a lo que estamos acostumbrados en esta industria. Lejos de ser un RPG con gráficos rompedores o un mundo abierto con 200 horas de contenido, sus objetivos se centran en traer una historia de varias capas, tan personal como política, y traernos una representación poderosa de la Varsovia del año 1905. Quien quiera mecánicas complejas, no va a hallar lo que quiere aquí, pero sería faltar a la verdad decir que eso es lo único que importa. Solo por su valor narrativo y su originalidad, lo nuevo de Fool’s Theory es fácil de recomendar.
Comprar The Thaumaturge- El juego cuenta con varios finales y tus decisiones van a tener peso.
- Tiene montañas de contenido optativo para que te sumerjas en Varsovia.
- Su sistema de combate es ligero y fácil de entender, además de contar con 3 dificultades distintas.
- La relación de Wiktor con los personajes del juego es extremadamente importante.
- Sus autores trabajan en el remake de The Witcher junto a CD Projekt.
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