Algo está cambiando en el sector gaming de PC, y lo hace a marchas aceleradas. Steam Deck ha ayudado a popularizar y poner en manos del gran público una consola portátil con unas características muy equilibradas. Le han seguido varios competidores, tratando de buscar un hueco en un mercado emergente y que ahora mismo es imposible prever cuál será su alcance. Las hay más económicas, más caras, con mejor ergonomía, con Windows incorporado… y todas tienen algo en común: buscan su nicho de usuarios.
A mis manos ha llegado Lenovo Legion Go, y desde que la sostuve por primera vez la pregunta a responder es para qué tipo de jugador ha sido ideada. Su pantalla es de las más grandes que existen, la calidad de construcción es notable, la potencia por encima de la media y además trae algunas características no vistas en la competencia, como unos controladores desacoplables (al estilo Joy-Con) y hasta la posibilidad de usar uno de ellos como si fuese un ratón de ordenador. ¿Te llama la atención? Pues espérate porque esto es solo el principio.
Una bestia portátil
Lo que más sorprende de Lenovo Legion Go es su tamaño. Acostumbrado a mi Nintendo Switch OLED, el cambio es sencillamente brutal. No es para menos. Hablamos de una pantalla de casi 9 pulgadas, cuya calidad no admite ningún tipo de crítica. Es prácticamente lo mejor de este dispositivo, con un muy buen brillo, y es una auténtica gozada disfrutar de títulos gráficamente exigentes mientras estás recostado en el sofá de tu casa. El tratamiento de los colores es muy bueno, y el brillo resulta suficiente (500 nits) para adaptarse al juego en interiores.
Por contra, no creo que sea una consola tan pensada para jugar al aire libre. Su aspecto voluminoso (casi 30 centímetros de largo) requiere que lleves un bolso grande o mochila, y su peso es de los más elevados que recuerdo (854 gramos). No obstante, tal vez el mayor obstáculo sea su escasa batería, que en juegos exigentes puede esfumarse en cerca de una hora. Es el precio a pagar por disfrutar del juego portátil a máxima potencia, como ocurría en el caso de Asus Rog Ally. Probablemente, esto mejorará en el futuro con chips más eficientes, pero actualmente esto es lo que tenemos. Como punto positivo, la batería se carga completamente en aproximadamente una hora, gracias a la tecnología Super Rapid Charge.
Un detalle importante es que puedes controlar manualmente el grado de desempeño de la máquina. Mediante un menú rápido, se cambia al modo rendimiento, equilibrado o eficiente, o bien ajustar los vatios de potencia desde los 5W hasta los 30W como máximo. También puedes tocar otros ajustes que pueden ayudarte a explotar (u optimizar) el potencial de la consola, como optar entre los 60Hz o los 144Hz, así como bajar hasta los 1280x800 o subir a los 2560x1600 píxeles de resolución.
Se agradece esta versatilidad (y facilidad) a la hora de optimizar el funcionamiento del hardware, muy a pesar de que, por lo general, no te vas a librar de unos ventiladores bastante ruidosos. La consola incorpora una opción silenciosa, pero es algo solo posible en software y juegos poco demandantes. Para fortuna de Lenovo, este problema no es exclusivo de este dispositivo, y menos con unas características de hardware tan potentes, montando un chip AMD Ryzen Z1 Extreme, que es de lo más puntero en la actualidad para este tipo de dispositivos portátiles.
Debido a sus características, y a los 16GB LPDDR5, hablamos de un dispositivo que puede usarse perfectamente como PC. Conectado a un monitor, puedes realizar con soltura tareas de navegación y ofimáticas. Tampoco le exijas demasiado, pero para las funciones básicas y habituales puede funcionar con fluidez como ordenador de sobremesa. No obstante, obviamente la Lenovo Legion Go está pensada para su uso intensivo como consola de videojuegos, y por esa parte se desenvuelve con soltura con la mayor parte de juegos que actualmente existen en el mercado, incluso los más actuales y demandantes.
Al disponer de Windows 11 Home integrado, puedes tener acceso a tus bibliotecas de Steam, GOG, Epic Games, Game Pass… y en definitiva a todo lo que juegas en cualquier PC. Esta compatibilidad es el gran punto a favor en cuanto a hardware. Lenovo es consciente de ello, y por eso hace algo muy curioso, y es que incluye preinstalado un software propio (Legion Space), que concentra todos tus juegos en un mismo sitio. Es algo similar a lo que ya hacen programas como Playnite, pero peor. No es que esté mal, pero actualmente tiene errores de funcionamiento y la interfaz no me termina de convencer.
Poniendo a prueba los juegos
Lenovo Legion Go viene con un disco de 512GB, con la posibilidad de ampliar mediante una Micro SD de hasta 2TB. En cuanto al rendimiento, es bastante rápido, tanto en términos de lectura de datos como en la ejecución de los propios juegos. Títulos que demandan pocos recursos, del estilo de Celeste, Axiom Verge, Sea of Stars o clásicos retro como Jet Set Radio he comprobado que obviamente se mueven al máximo frame-rate, con incluso la opción de jugarlos en modo silencioso, ya que no requieren un trabajo excesivo por parte del hardware.
Subiendo el escalón, Dirt Rally en "ultra" se movía genial también, al igual que ocurre con juegos como Batman Arkham Asylum. Con estos títulos que tienen ya unos años tampoco tendrás ningún problema, se juegan estupendamente. No obstante, en estos casos tienes que ir pensando ya en optar por el modo rendimiento y aguantar el ruido del ventilador, como es el caso de Tunic, que no pasa de 30 FPS en modo silencioso, pero se pone a 60 FPS estables cuando activas el máximo potencial de la consola.
Donde vienen más problemas es en los juegos más actuales y demandantes. Resident Evil 7 se juega muy bien, pero ya bajando ligeramente algunas opciones gráficas. Hi-Fi Rush se ejecuta con mucha suavidad a máxima calidad, solamente con levísimas bajadas de frames. En cuanto a Deathloop, le cuesta mantener el tipo, incluso bajando varias de sus opciones gráficas. Pero lo dicho, la mayor parte de juegos son perfectamente jugables, aunque deberás acostumbrarte a configurarlos manualmente para obtener la mejor experiencia.
Dicho esto, mencionar también que las descargas han ido bastante rápidas gracias al estándar Wi-Fi 6, con lo que si tienes una buena conexión en casa lo agradecerás. En general, es una consola muy bien equipada, con altavoces de calidad más que aceptable, así como micrófono. Dispone además de dos puertos USB-C, que sirven para cargar la consola, o si quieres también para conectar la máquina al televisor. A este respecto, me ha parecido un mal detalle que no se incluya el cable de USB a HDMI, o un adaptador… así que tendrás que comprarlo por tu cuenta.
Lenovo Legion Go también destaca por los conocidos como controladores TrueStrike, que se acoplan y desacoplan de la consola como si fueran los Joy-Con. El mecanismo de acoplamiento funciona bien (aunque hay que hacerse un poco a ello) y jugar en modo table-top como en Nintendo Switch es una característica muy bienvenida, ya que incluye un soporte ajustable muy parecido al del modelo OLED.
Si decides jugar con la consola en las manos, en modo portátil, puede que percibas que la máquina es demasiado voluminosa, pero yo me acabé acostumbrando. De hecho, la ergonomía es excelente y en largas sesiones de juego la sensación es de comodidad. A esto acompaña el tacto de los materiales, con sticks muy confortables y botones que responden a la perfección. Tal vez el único punto negativo es que los controladores disponen de demasiados botones para mi gusto, especialmente los laterales y traseros, que tienden a presionarse de forma accidental mientras juegas.
En cualquier caso, es digno de reconocimiento que Lenovo haya querido experimentar en un campo tan sumamente explotado. Lo digo también por la opción de convertir el TrueStrike derecho en un mouse de ordenador. Colocándolo sobre un pequeño soporte, emula la sensación de estar manejando el puntero como lo haces en tu PC de sobremesa. Es algo precisamente diseñado para jugar a shooters en primera persona, y aunque a mí personalmente no es algo que me haya convencido, la opción está ahí para quien quiera usarla.
Realmente, no son pocas las características que definen a Lenovo Legion Go, y que la distancian de otros dispositivos como Steam Deck o Asus Rog Ally. Juegan en la misma liga, pero pertenecen a distintas clases, y sobre todo tratan de encandilar a distintos usuarios. Tras haberla probado en profundidad, la consola de Lenovo considero que busca a un jugador que quiere la máxima potencia portátil, y además con la tecnología más vanguardista. No es necesariamente la máquina con mejor equilibrio del repertorio, y tiene bastantes cosas por pulir, pero sin duda es otra alternativa importante a considerar.
Lenovo Legion Go - Consola Portátil Gaming 8.8" WQXGA (AMD Ryzen Z1 Extreme, 8C, 16GB RAM, 512GB SSD, Tarjeta Gráfica Integrada, Windows 11) Negro, Sistema de enfriamiento Legion Coldfront
La consola viene de hecho en un pack de aspecto premium, con una caja muy elegante y una funda de calidad. Después de todo, su precio no es precisamente económico: 799 euros que deberás sopesar si te compensan a cambio de lo que ofrece la marca Lenovo. Todo dependerá de qué es lo que buscas y por supuesto si estás dispuesto a dar el salto por semejante desembolso. Desde luego, es un hardware de pantalla sorprendente, un rendimiento portátil por encima de la media y unas ideas tecnológicas en algunos casos muy bien implementadas.
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