Josyan, diseñador de Alex Kidd in Miracle World DX, nos trae su nueva propuesta. En esta ocasión no se trata de un remake directo de un clásico, pero sí que toma mucho de uno mitiquísimo para construir su UnderDungeon. Este videojuego tiene una estructura a lo The Legend of Zelda de NES, pero no tiene ni un mundo más o menos abierto ni es un juego de mazmorras al uso.
Manejamos a un chaval con aspecto de gato que empieza a trabajar en una gran empresa. Se encarga de hacer los repartos, por lo que primero tendrá que estar atento al teléfono para tomar nota de los pedidos, luego se mueve por las oficinas hasta la cinta transportadora, coge el paquete, viaja y llega hasta la casa del cliente. Pero darle lo que ha pedido nunca será fácil pues tendrá que pasar por un laberinto, un cementerio o un bosque antes de llegar a él.
Por lo que el juego se divide en dos partes: las gestiones que hacemos en la empresa y la resolución de la mazmorra. Voy a empezar hablando de lo que menos me ha gustado del juego: su combate. Las peleas de UnderDungeon es el motivo por el que el juego no ha acabado de enamorarme; y no es que sean malas, pero no he logrado conectar con ellas.
El combate de UnderDungeon no me ha convencido
UnderDungeon es un videojuego que apela a los Zelda clásicos con todas sus consecuencias, y eso implica ritmos de ataque algo lentos y no poder conectar bien un golpe con otro. Durante las cinco horas que me duró el juego, me costó mucho conectar bien los espadazos de mi personaje o acertar con las minas o los disparos. Cada ataque que daba me dejaba demasiado vendido, por lo que afrontaba cada batalla con mucho cuidado. Las cajas de impacto de este juego me trajeron más de un dolor de cabeza.
En lugar de pensar: "venga, un combate, vamos a liarla", me pasaba un ratito analizando la zona pensando en cómo trucar a los bichos o a los jefes finales para que no me mataran. UnderDungeon es generoso a la hora de darte nuevas armas y habilidades, y cómo el título dura entre cuatro y seis horas, la progresión va a toda velocidad. Pero tampoco me ha ido bien alternando entre pistolas y espadas. Como el juego está en blanco y negro y tiene un pixel art tan brusco, me costaba horrores comprender qué objeto tenía seleccionado en mitad de la batalla. Me ocurrió lo mismo con los objetos de cura.
Como digo, no es que las peleas sean horribles, pero creo que le faltan más finura y agilidad. Y en caso de que quieran tener este ritmo tan concreto, deberían contar con otro tipo de enemigos. Eso sí, cuando pierdes todas las vidas, el juego hace algo muy divertido con la muerte que tenéis que descubrir. Y esto es lo mejor de UnderDungeon: cuando se olvida de querer ser tan The Legend of Zelda y se parece más a Earthbound y a Undertale.
Su humor y personajes son geniales
Estos dos increíbles títulos tienen un elemento peculiar: y es que rompen con las preconcepciones de su género a través del humor. Eso lo hace genial UnderDungeon. No llega nunca al nivel de estas dos obras maestras, pero se las apaña bien para que siempre quieras seguir jugando y descubrir una nueva locura.
Hace algo que me encanta y que ocurre siempre que regresamos a la oficina a por un nuevo paquete. Los trabajadores están muy estresados y tú interactúas con ellos usando lo que has encontrado en la mazmorra anterior, y pasan cosas. Vas al cuarto de baño y también. De repente, el jefe sale de la oficina y cambia algo… Así, consigue que siempre quieras superar el nivel para ver qué va a ocurrir a tu regreso.
Además, cada nivel zeldero está plagado de secretos y de personajes muy al estilo de Shigesato Itoi, escritor de Mother. Y no es un humor que quiera hacerte reír de forma boba, sino generarte un agradable desconcierto que además sirve para darle mucho sabor al mundo de juego. Yo me he pasado Under Dungeon casi de una sentada para encontrarlos a todos.
El estilo artístico del juego ayuda mucho a darle un tono misterioso y raro a estos seres. Al ser un píxel cavernario, te obliga a que seas tú el que intuya quién es y cómo es exactamente con quien hablas. Ese desconocimiento hace que los diálogos tengan más valor y fuerza, lo que a la postre le imprime mucho sabor a la narración.
Con lo bueno y lo malo, me lo he pasado muy bien con Under Dungeon. El combate no me ha convencido porque no he conectado con él; pero su desarrollo, su humor, su mensaje y cómo usa su estilo gráfico para contar su historia sí me ha gustado. He realizado este análisis en Steam Deck, y ahí se juega de lujo. Así que si le tenías echado el ojo y sus referentes os atraen, lo pasaréis bien.
Me lo he pasado muy bien con UnderDungeon. No puedo darle un recomendado total y absoluto porque ni su combate ni su diseño de niveles me han acabado de enamorar. Y creo que también hay fricciones entre su interfaz y su jugabilidad. Sin embargo, es un videojuego muy divertido, que funciona y al que no te arrepentirás jugar. No inventa nada pero te lo beberás en un par de tardes y te quedarás tan a gustito. En Steam Deck entra sin esfuerzo, y si tenéis Game Pass ni lo dudéis.
- Tiene un pixel art en blanco y negro muy chulo.
- Usa una estructura de mazmorreo para hablar de la sociedad y echarse unas risas.
- Lo mejor es su humor heredado de Mother.
- Merece la pena morir y conocer a la muerte.
- Está lleno de secretos, por lo que lo rejugarás
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