La saga cinematográfica de Mad Max no es simplemente una serie de películas de acción y ciencia ficción postapocalíptica que definió los años 80. Hoy en día, sigue siendo una de las propuestas más vibrantes del género gracias a su última entrega, Furia en la Carretera. Las expectativas para su precuela directa, Furiosa, solo subrayan que detrás de esta saga está el trabajo de un director de cine y un creativo visionario: George Miller. Sin embargo, el destino de Mad Max podría haber sido muy diferente al que conocemos hoy. Durante mucho tiempo, los derechos de estas películas han estado en entredicho. ¿Pertenecen a Miller como creador de la saga o a Warner Bros.?
"Mi nombre es Max. Mi mundo es fuego. Y sangre."
La clave para comprender la disputa radica en el fallido rodaje de otro clásico de la ciencia ficción: Contact. En este contexto, la relación de George Miller con el rodaje Contact es crucial. Aunque finalmente fue despedido del proyecto, en su compensación legal por este hecho pudo haber tenido un peso significativo en los derechos de Mad Max.
Contact fue finalmente dirigida por Robert Zemeckis y basada en la novela de Carl Sagan. La trama sigue a la doctora Ellie Arroway, interpretada por Jodie Foster, una científica que busca señales de vida extraterrestre. George Miller estuvo inicialmente vinculado al proyecto como director en las primeras etapas de la producción, pero fue despedido debido a diferencias creativas.
Aunque se desconocen los pormenores, es importante entender cómo los términos del acuerdo de compensación de Miller con respecto a Contact podrían haber influido en la propiedad de los derechos de la saga de Mad Max. Sin conocer los detalles del acuerdo entre las dos partes, sí se sabe seguro que los derechos cinematográficos de la saga Mad Max pertenecen a Kennedy Miller Mitchell, la compañía de producción de George Miller, y que la saga de Mad Max se desarrolla siempre en asociación con Warner Bros.
El texto del periodista Zack Sharf proporciona una mirada detallada a la complicada relación entre George Miller y Warner Bros. en 2018. El litigio entre la compañía del director, Kennedy Miller Mitchell, y Warner Bros. amenazó el futuro de la franquicia de Mad Max. La demanda de Kennedy Miller Mitchell acusó a Warner Bros. de negarse a pagar a la productora el bonus que le correspondía por entregar la película por debajo del presupuesto acordado. Este conflicto subraya la delicada naturaleza de la relación entre Miller y el estudio cinematográfico, que durante todo el rodaje de esta película estuvo muy preocupado tanto por el presupuesto como por los tiempos de producción. La relación de Miller con Warner, aunque continúa durante las últimas décadas, no ha dejado de tener este tipo de roces, como la cancelación del proyecto de Miller para llevar a la JLA al cine antes de la llegada del Universo Cinematográfico de DC iniciado por Zack Snyder.
En una entrevista exclusiva para la revista Time, George Miller ofrece su visión única sobre la saga Mad Max y su futuro. Destaca la dificultad que enfrentó al decidir hacer otra película de Mad Max después de haber hecho tres, y tras una relación poco amigable con Warner durante el rodaje de la tercera de ellas, Mad Max: más allá de la cúpula del trueno. Pero en esa misma entrevista revela cómo la idea de una cuarta entrega continuaba regresando a él. La vinculación de Miller con la franquicia sigue vigente con una quinta película, Furiosa, pendiente de estreno, y ya con planes de una nueva sexta entrega, de nuevo, con el apoyo de Warner.
Una de las evidencias del cambio de relación entre Miller y Warner tras el acuerdo derivado de Contact, es que Miller ha logrado un mayor control creativo sobre la licencia, lo que permitió a Miller rodar la cuarta película de Mad Max, Furia en la Carretera, ciñéndose a su propia visión creativa sin interferencias por parte de Warner Bros. como en ocasiones anteriores. Para comprobar hasta qué punto el talento de Miller lleva el espectáculo de Mad Max a nuevas cimas solo nos queda esperar hasta el próximo 24 de mayo para regresar con Furiosa a los cines y al polvoriento futuro de Mad Max.
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