Si hay un creativo curioso, por llamarlo de esa manera, y sin pelos en la lengua, ese es Hideki Kamiya. El padre de Bayonetta se ha ganado aliados y enemigos a uno y otro lado del globo, ya no por sus juegos sino por sus palabras. Esta semana, el japonés se ha reunido con Ikumi Nakamura, artista de The Evil Within, para ahondar en su pasado, hablar de su situación actual de desempleado y discutir la fijación de Kamiya por los bloqueos en redes sociales, algo que se ha convertido en una afición para él y que le ha hecho "infundir respeto".
La dupla Kamiya-Nakamura en realidad no es desconocida. Aunque la trayectoria de ambos ha sido dispareja, la artista trabajó bajo el mando del creativo japonés en Ōkami, pero también en Bayonetta, donde participó como artista conceptual. Sin embargo, y lejos de saturar su canal de YouTube, el creativo se ha ido a la "casa" de su excompañera para acoger un formato de charla distendida donde el propio Kamiya se ha defendido de su mala fama en redes sociales.
Con una sección del vídeo dedicada enteramente a hablar de sus bloqueos, el japonés ha mencionado sin cortapisas que es aficionado a bloquear a gente, algo que, si conoces su figura, hace incluso en otras redes sociales. No obstante, ha pecado de sincero y ha querido dejar claro que no es un villano, sino que también es "fan de desbloquear a gente", a veces incluso sin que hayan interactuado con él. Incluso, menciona que si le pides que te desbloquee a través de un amigo, te desbloqueará sin mediar palabra.
Un agente del caos que, según sus propias palabras, ha cogido el gusto a bloquear a usuarios en Twitter cuando está "cansado de que no paren de mencionar siempre lo mismo, las mismas preguntas en todo momento". De hecho, él ve a Twitter como un izakaya (lugar para pasar el rato) donde puedes hablar libremente con personas como amigos y ser más franco con ellos. Además, considera a estos usuarios como "insectos", una forma algo despectiva, aunque menos faltona que usar la palabra "baka", idiota en japonés.
El fracaso de Ōkami fue por culpa de lo débil que fue su equipo
Ōkami, lanzado por el desaparecido Clover Studio hace 18 años, es visto como una obra maestra olvidada. Originalmente planeado con un estilo fotorrealista, adoptó una estética sumi-e japonesa, destacándose en una industria enfocada en el realismo. Un fracaso comercial, no por su calidad, que ha llevado a Kamiya a considerar que se debió a que el equipo de Clover Studio fue "débil" durante su desarrollo.
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