Tengo que reconocer que me daba un poco de pánico jugar a RIDE 5. Soy un poco negado con las motos y me imponen mucho respeto. No obstante, hubo algo de esta entrega que me llamaba la atención. Desde Milestone proclamaban que sería un juego para todo el mundo… y no me lo creía del todo. Lo digo por lo exigente que ha sido esta licencia a lo largo de todos estos años. Se trata de un simulador de motos realista que desde sus orígenes ha buscado transmitir lo que se siente al subirte a estos poderosos vehículos sobre dos ruedas. Destaca por la recreación de las físicas, pero también por el manejo, suponiendo una de las alternativas más recomendables dentro del género.
Por eso digo que, dadas las circunstancias, intentar llegar a más jugadores (y no solo los veteranos de este tipo de experiencias) es algo digno de alabanza. Desde luego, una de las mayores críticas de RIDE 4 fue precisamente no tener compasión con los que careciesen de experiencia, como yo. Para esas personas tengo buenas noticias, porque ahora hay un montón de asistentes para frenar, acelerar y en definitiva no darte un piñazo en la primera curva. Yo por lo menos lo he visto como un completo acierto, ya que además no interfiere con aquellos jugadores que quieren desactivar todas las ayudas y vivir una experiencia realista al 100%.
Las motos realistas de RIDE 5 se abren a todos los públicos
Los propios desarrolladores de Milestone manifiestan que es "un juego asequible, con una curva de aprendizaje menos pronunciada y un desafío adecuado a tu nivel". RIDE 5 se centra en este aspecto, pero eso no quiere decir que sea más sencillo. De hecho, sigue siendo más realista si cabe. ¿Cómo? Pues haciendo algo lógico: ahora es un juego pensado para la nueva generación de consolas. RIDE 4 adoleció de ciertas irregularidades en el terreno gráfico por ser un lanzamiento intergeneracional, pero ahora empieza a verse una evolución real, sobre todo en las motos (mayor poligonización, mejor renderizado y un mayor detalle en aspectos como los cristales).
Esto he podido experimentarlo al cambiar a la vista en primera persona y comprobar cómo vibraba el cristal de la moto por el efecto aerodinámico. Es una gozada. Los desarrolladores aseguran que han contado con los documentos de diseño originales de los fabricantes para recrear los modelos con la máxima fidelidad. Hay motos de competición, pero también las que podemos ver en cualquier concesionario. En total, se prometen más de 200 motos en la versión final.
Gracias al poder de la nueva generación de consolas se ha mejorado el sistema de físicas, haciendo que las sensaciones de conducción sean todavía más precisas. Desde luego, aspectos como el balanceo de la moto son difíciles de encontrar en otros exponentes similares. Si miras hacia el cielo, también verás cambios, con la integración de nubes volumétricas, que reaccionan a cambios de iluminación, dando lugar a escenas complejas. ¡Hasta se calcula la temporatura del asfalto en todo momento! Esto, unido a la climatología dinámica, otorga una nueva dimensión a las más de 30 pistas existentes.
Y luego tenemos los avances en IA, que también se promete que son importantes, dotando de un diferente grado de agresividad a nuestros contrincantes (podemos tener hasta 20 competidores en pista). Como ves, todo está pensado en torno al concepto de realismo, pero eso no quita que esto sea un videojuego y deba tener un par de ayudas. Por ejemplo, en el modo resistencia se nos ha dicho que podremos guardar la carrera e incluso usar el rebobinado para minimizar al máximo el nivel de frustración.
Por todo lo demás, el juego incluye aspectos que ya conoceréis de otras entregas, como la carrera, los eventos, los créditos que obtendrás para comprar motos y mejoras, y las tablas de clasificación. Luego hay un editor de monos y pegatinas, aparte de un modo online (juego cruzado) para hasta 12 jugadores… y la pantalla dividida en modo local para un máximo de 2 jugadores. En definitiva, un buen compendio de contenidos para mantenerte atrapado durante días, semanas y meses.
Necesito más tiempo para habituarme al control y dominar las motos (y que ellas no me dominen a mí), pero RIDE 5 me parece que hace muy bien los deberes, escuchando las críticas y actuando en consecuencia. La mayor accesibilidad propuesta, y el avance en cuestiones técnicas gracias al poder de la nueva generación, otorgan renovadas sensaciones a esta entrega, la cual estará con nosotros dentro de muy poco: el próximo 24 de agosto.
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