Como alguien que no es fan de la serie Spy x Family, debo admitir que esta película me ha sorprendido para bien. Aunque no estoy familiarizado con las tramas y los personajes, es imposible no conocer este anime, ya que se trata de uno de los grandes éxitos de la animación nipona de los últimos años. Cosas de la globalización y la universalidad de la cultura pop. A pesar de mi falta de conocimiento previo, he disfrutado de esta película abrazando su insustancialidad y divirtiéndome con su cúmulo de tonterías.
Espías, matrimonios, poderes psíquicos y perretes
Para aquellos que como yo hasta hace unas horas, puedan no estar familiarizados con el fenómeno Spy x Family, tiro de Wikipedia para hacer un breve repaso. La serie sigue las aventuras de Loid Forger, un superespía conocido como Twilight, que se ve obligado a formar una familia falsa para cumplir una misión secreta. Su esposa, Yor Forger, es en realidad una letal asesina, mientras que su hija adoptiva, Anya Forger, posee habilidades telepáticas. La serie combina elementos de comedia doméstica con intriga de espionaje, y ha logrado convertirse en un éxito en Japón como en el extranjero.
Como os decía, algo de esa popularidad me llegó y me motivó lo suficiente como para adentrarme en esta película. Me sorprendió gratamente descubrir que Spy × Family Código: Blanco puede disfrutarse perfectamente sin conocer la serie. Si bien es cierto que el disfrute será mayor para aquellos que estén familiarizados con los personajes y las tramas, la película ofrece suficiente diversión y entretenimiento para todos. La trama de Spy × Family Código: Blanco sigue a Loid Forger en una nueva misión mientras intenta mantener su papel como superespía y su vida familiar falsa. Cuando se le asigna la tarea de ayudar a Anya a ganar un concurso de cocina en la escuela, Loid se embarca en una divertida aventura que lo lleva a enfrentarse a una conspiración militar que amenaza la paz mundial con ciertos toques gastronómicos. Tan disparatado como eso, y no pasa nada, tampoco la película pretende que nadie se la tome demasiado en serio.
Su despreocupación y su simple espíritu de divertimento son su punto fuerte.No he podido evitar reírme a mandíbula batiente con algunas de las más divertidas, y escatológicas, escenas de la película. Y es que todos hacemos caca y es imposible resistirse al carisma de Anya. Sin embargo, la película también presenta algunos puntos más flojos. Su dependencia argumental de la serie original puede hacer que los espectadores que no estén familiarizados con ella se sientan un poco perdidos al principio, ya lo he comentado. Además, su apuesta por fortalecer la relación entre Loid y Anya relega a un segundo plano al personaje de Yor Forger, preocupada por ser una buena esposa para su siempre "molón" marido mientras este solo se preocupa por su misión y por lo que viene a ser, básicamente, eso, "molar".
Spy × Family Código: Blanco la disfrutarán más los fans que acudan al cine que sus acompañantes no versados en este disparatado universo, pero tanto unos como otros pararán un buen rato con las espectaculares peleas (con guiños a Capitán América: Soldado de Invierno y Misión: Imposible incluídos) y su delirante sentido del humor. Una película tonta, irrelevante y muy divertida que cuyo estreno en España el 19 de abril es una excelente oportunidad para sumergirse en este loco mundo de espías y humor absurdo. Además, es uno de los éxitos de la plataforma de streaming especializada en anime Crunchyroll, por si algún lector se anima a ponerse al día con la serie antes de ir al cine.
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