El género de la estrategia tuvo muchas ramificaciones en la década de los 90, desde los juegos de estrategia en tiempo real, con construcción de bases, hasta los tácticos más centrados en las unidades. Entre ellos, Heroes of Might and Magic se colocó en un terreno intermedio en el que quería un poco de todo y, con su tercera entrega, logró conquistar a sus aficionados que siempre han tratado de encontrar un sucesor espiritual que le hiciera justicia.
Quizá Songs of Conquest sea uno de los más logrados. Atractivo no le falta, ya que el juego de Lavapotion logra captar rápidamente las miradas con su aspecto visual tan conseguido. Lo logra con una mezcla de pixel art y un sutil 3D para el terreno que se beneficia de la tridimensionalidad para aplicar a los sprites todo tipo de efectos lumínicos y de sombras con los que respiran vida propia. Aunque este tipo de técnicas suelen "manchar" el pixel art, la cámara cenital es tan alejada que el efecto es cautivador: un terreno de juego sugerente y oscuro en el que movernos por turnos a medida que vamos conquistando el terreno, mejorando nuestros asentamientos y luchando en batallas que requerirán cada vez más estrategia y preparación.
En Songs of Conquest la fuerza por sí sola no es lo más importante
Songs of Conquest no pilla por sorpresa, ya que el título lleva un tiempo en Acceso Anticipado, pero desde el 20 de mayo se encuentra disponible su versión 1.0 que completa las cuatro campañas con la inclusión de los Barya así como muchos añadidos y mejoras, entre los que destaca una mejor inteligencia artificial para las unidades enemigas. Así, el menú se divide en las cuatro campañas disponibles que componen la historia del juego, una por cada facción, el modo Conquista, que permite jugar a mapas aleatorio y personalizados, opciones multijugador e incluso la opción de crear nuestros propios mapas con la misma herramienta que han utilizado los propios desarrolladores para el juego principal.
Conquista casilla a casilla
Pero lo interesante viene cuando estamos en el campo de batalla. Se nota el pulido de Songs of Conquest y el equilibrio que consigue a medida que vamos progresando en cada capítulo de la campaña. Vamos aprendiendo poco a poco las mecánicas tanto de combate como de la parte estratégica y vemos cómo contiene su propia personalidad, que no es exactamente ni la de un RTS ni un juego de gestión ni un Tactics. Hay un poco de todo: nos movemos por turnos, con un alcance limitado, recolectamos recursos y construimos nuestro asentamiento para conseguir más unidades y materiales, pero todo lo hacemos con nuestro héroe principal, sin unidades secundarias que manejar.
Si eres aficionado a Heroes of Might and Magic III, no hay mejor título para entender su fama que Songs of Conquest
Así, vamos mejorando nuestro ejército para enfrentar a las tropas enemigas que cada vez serán más numerosas, variadas y desafiantes. Aquí entra en juego un mapa con las clásicas casillas hexagonales, que irá haciéndose más complejo aportando zonas elevadas o inaccesibles, por ejemplo. Y es que en Songs of Conquest la fuerza por sí sola no es lo más importante, sino que el correcto posicionamiento de las tropas es crucial, protegiendo a las unidades a distancia, aprovechando las de apoyo y sacando el máximo partido del cuerpo a cuerpo. Además, nuestra unidad líder, el esencialista, tiene varios hechizos que lanzar en la batalla. Quizá no sean tan definitorios al principio como nos gustaría, pero sin duda apoyarán a las tropas en los momentos que más lo necesiten.
El combate crea una dinámica muy interesante, pero Lavapotion ha añadido un botón para saltarlo y lidiar con el resultado si estás más interesado en la parte de gestión del título, que poco a poco se va intrincando más a medida que expandimos nuestro asentamiento. Y la verdad, es una maravilla ver la variedad de mapa que el estudio ha dispuesto, con una gran cantidad de detalle y paletas de color, que transmiten perfectamente la ambientación de fantasía que busca. Quizá sea la historia la que menos peso tiene dentro del título. Hay mucho diálogo, y se agradece que la localización lo interprete en los textos con una prosa clásica que ayuda a la ambientación, pero tampoco hay que esperar de esta guerra de facciones una historia verdaderamente emocionante. Eso sí, Lavapotion le intenta sacar todo el partido incluyendo algunas canciones folclóricas medievales, con baladas que narran las hazañas de nuestros héroes. Al fin y al cabo, el juego se llama Songs of Conquest.
Lo cierto es que si eres aficionado a Heroes of Might and Magic III no hace falta decir más. Lo más probable es que ya conozcas el título y te hayas lanzado a él. Pero si quieres descubrir por qué tanta gente atesora este estilo y por qué es tan característico no hay mejor título para entenderlo en el presente que Songs of Conquest. Eso sí, mide bien la dificultad si no estás acostumbrado, ya que esta va escalando hasta ser implacable si no tienes experiencia y no estás lo suficientemente preparado. Pero esto también es lo que consigue que cada misión y campaña se sienta realmente como una conquista.
Ver 3 comentarios