Ahora parece que lleguen diez años tarde, pero en realidad fueron casi los primeros. Se cuentan con los dedos de una mano las veces que hemos escuchado hablar de Honor of Kings en occidente. Este, que es uno de los juegos más exitosos de la historia, se trata de un título que hasta ahora apenas había salido de China y que es todavía la incursión más exitosa de Tencent en el mercado de los videojuegos. Más de 15.000 millones de dólares ingresados en nueve años por tener una idea y confiar en ella cuando la mayoría de compañías no lo hacía. Lo que defendían era que el género "MOBA" también era posible en dispositivos móviles.
Las inversiones de Tencent en desarrolladoras occidentales han hecho que la compañía no tenga muy buena fama entre los fans de los videojuegos. Sin embargo, hay algo bueno que se puede decir de esta empresa: rara vez intervienen directamente en su subsidiarias. Por eso, pese a que son dueños de Riot Games, cuando quisieron hacer un MOBA para dispositivos móviles no pudieron simplemente adaptar League of Legends. Un artículo de The Information dice que los creadores del juego de PC no querían "diluir" la experiencia que ofrecían en ordenadores y que, hablando en plata, mandaron a sus socios chinos de paseo.
Esta historia os la cuento por dos motivos. El primero es que es demasiado buena como para no hablar de ella. El segundo y más importante es que es crucial para entender Honor of Kings. Este MOBA ahora disponible en todo el mundo para iOS y Android comenzó siendo poco más que un hermano pequeño de LoL. Hoy en día, sin embargo, se parece más a ese joven adulto que ha desarrollado su propia identidad y al que le da cierta vergüenza mirar las fotos de cuando era pequeño. Al menos esa es mi impresión tras jugar un poco estos días, hablar con los desarrolladores y ver qué tienen preparado para el futuro.
Honor of Kings sorprende por su buen diseño
Cuando hablamos de Honor of Kings hay que hablar de muchas cosas buenas, pero también de un par de cosas feas. Quitándonos de encima los puntos más negativos, hay que decir que el videojuego tiene un nivel de detalle gráfico inferior al de Wild Rift. Esto se debe a que salió antes (la versión china se publicó en 2015) y a que está pensado para que pueda jugarse en cualquier teléfono capaz de mover el Snake original. Esta situación, junto con la falta de localización al español de España (sí está localizado para LATAM) puede echar para atrás a mucha gente. Sin embargo, hasta aquí llegan las debilidades evidentes.
A la hora de jugar, Honor of Kings se desmarca como un videojuego excepcionalmente bien diseñado que va a encantar a todos aquellos que no tengan problemas para jugar en su teléfono y que estén mínimamente interesados por el género. El ritmo de las partidas es muy elevado, generando diferencias con respecto a sus competidores. En relación a Wild Rift, por ejemplo, nos encontramos algunas diferencias muy interesantes: hay más peleas, las partidas acaban más rápido y los campeones cuentan con solo tres habilidades.
Las diferencias con respecto a otros MOBA han hecho que Honor of Kings me parezca un juego al que resulta mucho más fácil entrar y que se ajusta más a lo que busca si quiero jugar en el móvil. Esto es una opinión un poco personal, pero a veces Wild Rift me resultaba demasiado complejo como para jugar en el teléfono. Prefiero para este dispositivo experiencias un poco más ligeras y centradas en el combate, dejándome la experiencia más estratégica de los MOBA para cuando me enfrento a los juegos de PC. Ahora, hay que decir lo evidente: esto no es ni bueno ni malo, simplemente es diferente.
Lo que más me ha sorprendido del juego, sin embargo, han sido sus personajes. Para mi este es el punto más importante de un MOBA. Los campeones, héroes o leyendas son siempre lo que más me gusta de este tipo de videojuegos. He pasado años iniciando sesión en League of Legends no porque quisiera jugar a League of Legends, si no porque quería jugar una partida con Lee Sin. En este caso, creo que hay argumentos de sobra para desarrollar la misma relación. Además, es muy interesante el hecho de que la mayoría de héroes se basen en figuras de relevancia cultural.
Sin ser una crítica, ya que es comprensible al tratarse de un juego que apenas está dando el salto hacia una versión global, sí hay que decir que la mayoría de ‘campeones’ se basan en la mitología China. Sin embargo, ya hay planes en marcha para aumentar la inclusividad. “Luara, que se inspira en la cultura Latinoamericana, se une al juego en la versión de lanzamiento [global]. Además, continuaremos añadiendo más héroes que, esperemos, lleguen a resonar con jugadores de diferentes trasfondos culturales”, me explicaban los desarrolladores.
Lo bueno sobre los campeones también es el hecho de que, al comenzar a jugar, tendremos 86 héroes desbloqueados durante un mes pudiendo, al acabar la prueba, seleccionar 29 de ellos y quedárnoslos para siempre. Esto es probablemente una de las cosas que más me ha gustado de todo el juego, ya que me ha permitido probar multitud de héroes hasta encontrar los que mejor se ajustan a mi e ir variando de posiciones. Es fundamental para poder encontrar la forma de jugar que más conecta contigo en un juego que, pese a resultar familiar para todos los jugadores de MOBA, tiene algunos elementos diferentes.
En términos generales, las sensaciones con Honor of Kings han sido muy buenas. Queda la duda de si el juego logrará asentarse en esos territorios en los que los móviles rara vez son una plataforma de preferencia para este tipo de títulos. Yo os puedo decir que este lanzamiento me ha ayudado a comprender por qué este es uno de los juegos más exitosos de la historia y, si no tenéis problemas con la idea de usar el ‘smartphone’ para jugar, creo que merece una oportunidad.
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