Es común para muchos jugadores disparar unas cuantas balas y sentir la imperiosa necesidad de recargar nuestra arma. Es una acción que está considerada de novato, pero los jugadores que la practican no solo tienen esta tendencia por una falta de experiencia A todos nos ha pasado. Bueno, más bien a los que se nos ocurre acercarnos a un shooter multijugador o retransmitimos nuestra partida y, de pronto, salta el mensaje: ¿por qué recargas ya tu arma? Menudo noob. Y sí, en el fondo tienen razón: muchas de las armas en estos juegos tienen un cargador lo suficientemente abultado como para que no tengas que andar todo el rato pulsando el botón de recargar.
Sin embargo, una vez que logras una muerte, incluso aunque hayas disparado tres balas, el demonio de la recarga aparece en tu hombro para sugerirte que deberías recargar tu arma, no vaya a ser que la próxima vez que tengas un encontronazo contra un rival te quedes justo sin balas. Y lo cierto es que estas situaciones son mucho menos probables a que te pillen en mitad de una de tus abundantes recargas.
El síndrome del recargador compulsivo
Si tú también tienes este problema, no te preocupes, porque ahora no tienes por qué excusarte en la falta de experiencia. Ahora tenemos una razón mejor: el Síndrome del Recargador Compulsivo, una afección que sufren muchos jugadores y por la que, aun sabiendo que deben recargar, lo hacen igualmente. Cada vez que disparan su ametralladora de turno, acaben con un enemigo o no, se pulsa R, cuadrado o equis y sientes como la dopamina fluye de nuevo.
Hay jugadores que sufren esta condición y es difícil desembarazarse de ella
Es cierto, hay jugadores que sufren esta condición y es difícil desembarazarse de ella. Tiene mucho que ver con ese trastorno obsesivo compulsivo que afecta en mayor o menor medida, aunque no se tenga el trastorno, a un gran número de la población. Simplemente, nos gusta ser ordenados. Necesitamos tener un poco de control sobre las situaciones que se nos presentan. Recargar el arma es el equivalente a rellenar la gasolina del coche aunque no escasee, comprar más galletas aunque tus reservas no se hayan acabado o comprar otro videojuego aunque todavía te quedan muchas horas del que tienes entre manos.
Hay algo en nosotros que nos incita a estar prevenidos para las circunstancias que puedan ocurrir. Si no, pensad en los preparacionistas, con su búnker lleno de raciones que sustituyen periódicamente para cuando llegue el colapso de la civilización. Nuestro código genético está programado para ponernos en el peor de los casos... y el peor de los casos en un shooter es quedarte sin balas.
Es más efectivo un cargador a la mitad que una animación que nos impide disparar
Aunque no lo creas, hay mucha literatura sobre este problema. Los jugadores clasifican este trastorno en diferentes categorías, según si recargas tras disparar una sola bala, después de matar a un enemigo o incluso dándole al botón de recarga cuando tienes la munición al máximo solo para estar seguro de que no te falta ninguna de tus preciadas balas.
Para salir de este agujero negro, lo principal que debemos entender es lo que anticipábamos al principio del artículo: es más efectivo un cargador a la mitad que una animación de recarga que nos impide disparar. En líneas generales, dicha animación puede llegar a durar unos cinco segundos, más aún si hablamos de armas más lentas como un rifle de francotirador o una escopeta. Por tanto, existe un mayor porcentaje de probabilidad de que acaben con nosotros durante ese tiempo que por el hecho de que nuestro cargador haya llegado a cero balas.
El "infierno" de los juegos multijugador
Esto no solo se aplica a las partidas multijugador, sino también a los modos campaña que, en mi opinión, son los causantes de muchos de estos males. El modo campaña es una experiencia mucho más relajada que un Deathmatch de un juego como Overwatch o Counter-Strike. Los enemigos son mucho más miopes y fallan más que las tropas del Imperio, por lo que favorecen este tipo de conductas. El terreno online, sin embargo, es castigador y no perdona ningún error. Además, mientras que en los juegos offline los enemigos tienden a contrarrestar su falta de inteligencia con una buena porción de vida, en el jugador contra jugador lo más probable es que solo necesitemos de uno a cuatro disparos para acabar con nuestro rival.
De vez en cuando se me escapa el dedo y vuelvo a recargar mi arma con todas sus balas listas otra vez
Si disponemos de una ametralladora con un cargador de entre 20 y 30 balas, haz cuentas de las bajas que puedes hacer incluso fallando muchos disparos. Algunos juegos, además, tienen ventajas para añadir cargadores más largos, como Call of Duty. Si mantienes a raya tú Síndrome del Recargador Compulsivo podrás escoger una mejora más eficiente.
Por mucho que me sepa la teoría, creo que yo ya estoy condenado. De vez en cuando se me escapa el dedo y vuelvo a recargar mi arma con todas sus balas listas otra vez, y siento que el mundo es un poco mejor y está más ordenado. Por suerte, no juego mucho online y nadie se da cuenta. Ahora que tenemos excusa, y no es que seamos mancos, sino que tenemos una enfermedad, ¿quién admite que recarga demasiado? No dudes en dejar un comentario o unirte al servidor de 3DJuegos en Discord.
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