El mundo del videojuego es divertidísimo. Me encanta vivir su día a día, la llegada de nuevas noticias y, no me voy a ocultar, también me gustan los rumores, ¿por qué no? Son videojuegos. Estamos aquí para divertirnos. Porque la diversión no empieza cuando tienes el juego en casa, sino muchísimo antes. Qué placer cuando aparece ese primer teaser, luego el tráiler con más información. Y unas semanas después se muestra la jugabilidad, los personajes y hasta pistas de su historia.
Todo eso se disfruta un montón, salvo cuando el juego te da igual. A mí eso me pasa con GTA 6. Sé que esto puede sonar a sacrilegio. La saga de Rockstar, para muchos, es tan importante como Super Mario Bros. o The Legend of Zelda. Y yo presumo de ser un entusiasta intensito de la historia del videojuego, ¿cómo no me puede gustar? Bueno, pues porque, para empezar, odio conducir. No soporto hacerlo en la vida real y lo detesto mucho más en la vida digital.
Me gusta cómo están escritos los personajes de GTA. Creo que con Nico Bellick se tocó el cielo. Me encanta cómo se plantean sus trasfondos y cómo sus historias nos llevan a lugares sorprendentes, pero no conecto con todo lo que ocurre por el medio. Lo de robar, reírse por darle una paliza a gente que no se lo merece, protagonizar escenas de Misión Imposible o Too Fast too Furious, no me va. Y ojo, que me parece genial que a ti sí te guste. Qué sabré yo, me encanta que un niño con una llave Espada pelee al lado de Goofy y Donald.
Si no te entusiasma GTA 6, no estás solo
Y aquí viene el problema que a otros les ocurre cuando se anuncia un nuevo Final Fantasy, un nuevo Street Fighter o incluso un The Legend of Zelda. Me refiero a estar rodeado de tanta expectación por todas partes pero que a ti te dé absolutamente igual. Es algo así como el reverso tontorrón del FOMO, del Fear of Missing Out. No te sientes fuera de onda porque no tengas el juego que hay que tener, sino porque todo el mundo te dice que tienes que desearlo pero a ti te da absolutamente igual.
A mí, GTA 6 no me interesa por varios motivos. La principal es que su escritura siempre ha estado muy bien, pero su narración acaba llevándome siempre a los mismos lugares comunes. GTA V hizo un truco muy efectista al dividir su historia en tres personajes, pero el feeling que sentía al jugar seguía siendo el mismo. Siempre me ha sacado muchísimo de la experiencia que los personajes tengan tanta profundidad y matices, pero que la vida íntima de los ciudadanos no se represente al mismo nivel ni parecido.
Sus ciudades están llenas de portales que no se pueden atravesar, de ventanas por las que no podemos mirar, de tiendas a las que no podemos entrar. Y me saca muchísimo de la inmersión. Y luego está lo de que las mejores charlas se den mientras conducimos. Si alguien me explica cómo prestar atención a los subtítulos y a la vez a la carretera, se lo agradecería.
El humor de GTA nunca me ha funcionado bien
Pero esto no quiere decir que el trabajo de Rockstar me dé igual. No soy idiota. Red Dead Redemption, el original, me parece una obra maestra. En parte porque todo lo que me gusta del estudio está ahí, pero sin la parte de GTA que me parece menos fina; porque RDR no es un juego que quiera contar un chiste cada dos por tres. En Red Dead Redemption está la fina escritura de un estudio cáustico y mordaz, pero debido a que no hay rascacielos ni apenas sociedad, y hay mucho menos coches, siempre me he sentido dentro de la experiencia. No hay tantos factores que te saquen de ella.
Y qué decir de Red Dead Redemption 2. Este juego me parece un milagro, un capricho de un estudio más mainstream que la Cola-Cola al que le dio por reescribir las reglas del ritmo, de la velocidad y de la camaradería en un juego de gran presupuesto. El caballo de este título es un portento, así como el barro de sus ciudades, el vapor de sus locomotoras y lo bien que te deja perderte por un mundo precioso y triste.
Y aquí le veo yo el gran problema a GTA 6 y el motivo por el que no espero mucho de él. Red Dead Redemption 2 es la franquicia con la que Rockstar arriesga y prueba cosas, pero eso no es Grand Theft Auto. Me encantaría un GTA 6 sin tanto coche, sin tanta violencia perfecta para streamear y crear polémica, sin tanta testosterona o saltos al vacío desde un rascacielos, pero creo que Rockstar tiene las manos atadas con este juego. El público espera una cosa concreta: llenar cinco estrellas en un medidor de persecución y ver hasta dónde pueden llegar. Y eso es lo que veremos, pero con graficotes. Y oye, el que lo vaya a disfrutar, estará de enhorabuena.
Ojalá GTA 6 decidiese acercarse más al tono de RDR
Esto por supuesto, es una opinión absolutamente personal dedicada a los que no les entusiasma GTA 6, o a los que han sentido esta desidia con algún que otro lanzamiento. A mí me tuvo el corazón en un puño el lanzamiento de Kingdom Hearts III, a ti puede que no. Todos somos distintos, y eso es genial. Yo solo quiero decirte que no estás solo si este lanzamiento no te importa, y que no tengas miedo a decir por ahí que GTA 6 te da igual.
Porque no es una vaca sagrada, solo es un videojuego. No hay que seguir siempre la corriente, no siempre hay que disfrutar de cada lanzamiento, y eso está bien. Y por cierto, ojalá la saga hubiera tomado el camino marcado por GTA IV. Ahí sí me tenían, porque es un GTA con mucho Red Dead Redemption en su corazón. Pese a sus coches.
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